El vagabundo y su dama 4.
Así mi amor, así, levanta un poquito más el culito. ¡Ohhh que gusto! ¡ohhh mi damita! ¡ohhh que gusto! Gemía mientras metía y sacaba su polla. ¡Ohhh que gusto! ¡ohhh que gusto! Repetía el vagabundo mientras me daba por el culo. Jadeaba y mordía mi nuca, a la vez que decía que me iba preñar, […]