LA CURIOSIDAD MATÓ AL GATO
me tomo con sus manos por las caderas separando mis suaves nalgas y exponiendo por completo mi rosado agujero, colocó su cabezota en la entrada y no se aún si fue por lo arrecho que estaba o por su inexperiencia con chiquillos que empujó de tal forma que la cabezota de su pene me traspasó […]