Dígame, Loreto, ¿usted cree que es justo para los demás estudiantes, que entregan sus trabajos, que cumplen en clases, que venga un chico bonito y me chupe la polla y lo apruebe?.
—No sé por qué te resistes, putito —masculló Antonio con voz sádica, su aliento caliente en mi oído—. Prácticamente naciste para ser usado. Naciste para ser mi depósito de esperma..
Eres una bola de estrógenos, con esa actitud tan tímida y suave. Y ni hablar de ese culo, redondo y firme, y tu cara afeminada. Tienes suerte de tener pene, porque si fuera un coño, no serías más que mi puta, como todas mis perras que ruegan por mi y que me follo a diario..