Domingo en Chapultepec
¡Calentadota que me puse en el metro! Quiero contarles cómo se me repegó un adolescente muy caliente, quien, hasta el final de mi trayecto, se dio cuenta que yo iba acompañada de mi esposo..
Casada. Aunque siempre había tenido ganas de tener aventuras extramaritales, las pude calmar, no sólo porque mi marido me trataba bien en todos los sentidos, sino porque en mis sueños las había colmado.
Cuando leí los relatos de algunas damas de mi condición, me atrajo aceptar las propuestas de coito, o al menos contar y recrear las fantasías que he soñado. Escribí, pero pronto me decidí a ponerle cuernos a mi marido, quien lo estaba deseando y se lo cumplí.
Mi nike en otros foros es «Vaquita», porque soy tetona y uno de mis admiradores con quien tuve deliciosos roces y propuestas así me decía de cariño. Ahora lo dice mamándomelas mientras cogemos.
¡Calentadota que me puse en el metro! Quiero contarles cómo se me repegó un adolescente muy caliente, quien, hasta el final de mi trayecto, se dio cuenta que yo iba acompañada de mi esposo..
Sé que no soy única en estas actividades de intercambios de marido, ni en la de tener relaciones lésbicas en el intercambio y también sin la presencia de las parejas. Aquí relato cómo conseguimos las esposas que los maridos se las chuparan y se la jalaran uno al otro dándonos show..
Laura es la esposa de mi amante, y amante de mi esposo. La hemos pasado bien usando una al marido de la otra, pero también lo ha sido así cuando hemos estamos los cuatro juntos. En la primera de esas ocasiones descubrimos nuestro lado Les. Pero hoy constatamos que no podemos olvidarnos de la verga..
Me tiré a otros dos machos nuevos. Va el cuento….
Cómo me fue cuando junté a dos amigos con mi amante para gozarlos como ellos quisieran..
Debido a los frecuentes desmayos, todos ellos al culminar el acto sexual, lo consulté con el cardiólogo, pero, después del calentón que éste sufrió, terminé con la psicóloga..
Lo que inició con el deseo que nuestros maridos nos vieran ensartados por otro, y lo logramos. Ahora, la esposa de mi amante me propuso que las damas durmiéramos en nuestra propia cama, pero acompañadas del consorte de la otra y ellos lo aceptaron entusiasmados..
Una cosa es que dos matrimonios convivan una noche, intercambiando parejas, o dándole amor a uno de ellos, mirando cómo se pone caliente el consorte en los brazos de otro, etc., pero cambiar parejas, unos por un lado y otros por otro….
Se da, por fin, el ansiado deseo de mi amante de ser un cornudo, con él en primera fila. Claro, es mi marido quien se refinó a la esposa de mi amante. También, mi esposo pudo ver la lascivia con la que mi amante me trataba. Después una por una, usamos a los dos al […]
Acordamos, ambas parejas, cuándo y dónde nos daríamos un festín completo, pero en la reunión sólo hubo “probaditas”.