Eran las 3 de la madrugada y los dos agitados cansados, completamente llenos de sudor y todos los fluidos mezclados seguíamos igual de calientes como al inicio, cuando el eyaculaba lo dejaba descansar un momento, para después agarrar su verga y mamarla para ponérsela dura otra vez.
Tenia el pene de morito completamente metido entre mis nalgas, no era poco era completo podía sentir como la cabecita topaba hasta el fondo cerca de mi ano, y su cadera pegada a la mía, a pesar de tener puesto los dos ropa interior me tenía completamente ensartada..