DISFRUTANDO EL PERMISO DE MI ESPOSO
Mi nombre es Mary tengo treinta y ocho años y desde que me desarrollé como mujer mis deseos sexuales fueron muy fuertes, pero siempre reprimidos por los prejuicios, valores religiosos y el qué dirán, nunca realicé todo lo que deseaba, a pesar que nunca me faltaron ganas y oportunidades. Recientement.
