Una pequeña puta de perro. – (Tercera parte y final).
Después de algunos minutos contemplé el instante en que mi Jessy comenzó a descargar una copiosa eyaculada canina en el receptivo chocho de Jocelyn.
Este autor aún no ha escrito su biografía.
But we are proud to say that Juan Alberto contributed 336 entries already.
Después de algunos minutos contemplé el instante en que mi Jessy comenzó a descargar una copiosa eyaculada canina en el receptivo chocho de Jocelyn.
—¡Ah! … ¡Umpf! … ¿Qué te parece si refriego mi pene contra tu panocha? …. Me gustaría acabar en tu guatita … quiero bañar tu conchita con mi leche ….
—¡Fóllame con esa cosa, tía! … ¡Métemela toda, por favor! … —¿Esa cosa? … ¿Te refieres a mi polla? ….
—No, papi … pero quiero comenzar a tomar la pastilla … quiero que te corras dentro de mí ….
—¡Aleluya! … ¡Alabado sea el Señor! … es raro encontrar a alguien que entienda el maravilloso dono que nos ha dado Dios ….
Mientras tanto, mamá lamía mi botoncito como poseída, por lo que mi atención de disfrute tuve que dividirla entre ella y la copiosa eyaculación de mi hermano.
Me baje los tirantes de mi negligé y le mostré mis gordas tetas a mi hijo, se quedó paralizado por un momento mirándome, luego reaccionó y mientras yo apretaba mis tetas juntitas.
Aurelio me miró mientras me volvía a poner mis bragas llenas de su semen y regresó a su habitación..
En modo casi imperceptible e inconscientemente, Annette comenzó a mover su pelvis y caderas empujando hacia atrás, balanceaba su trasero de un lado a otro, acompañando los poderosos embates de Blacky..
¿Me había convertido en lesbiana? ¿Estaba bien lo que hicimos mi madre y yo? ¿Me estaba enamorando de mi madre? Estaba confundida. .