IV – Enséñame tú, papi!.
—¡Papi! … ¡Te amo! … —¡Yo también! … ¡Pero déjame que voy al baño! … —¡Está bien, papito! … ¡Pero no tardes para que lo hagamos de nuevo! … ¿Sí? ….
Este autor aún no ha escrito su biografía.
But we are proud to say that Juan Alberto contributed 339 entries already.
—¡Papi! … ¡Te amo! … —¡Yo también! … ¡Pero déjame que voy al baño! … —¡Está bien, papito! … ¡Pero no tardes para que lo hagamos de nuevo! … ¿Sí? ….
—¡Lo sabía, papi que lo hacías pensando en mí! … ¡Lo sé que te niegas a penetrarme, papi! … ¡Lo sé y no lo entiendo! … ¡Lo sé que también tú lo deseas, papito! … ¡Dime que te gustaría meterme tu verga, papi! … ¡Dímelo! … ¡Quiero escucharlo, papi! … ¡.
Sujeté a mi hija mientras se derrumbaba sobre el sofá y continuaba a convulsionar, sus ojos estaban cerrados al igual que sus muslos, tenía un brazo sobre su frente y su mano estaba todavía crispada.
La Sole follaba mi boca totalmente fuera de control mientras corcoveaba sobre el lecho, la dejé y ella se volteó escondiendo su rostro debajo de su almohada.
mi concha se había transformado en mil conchitas que vibraban y contraían procurándome múltiples orgasmos, miles de coños frenéticos se corrían en mi cuerpo, un orgasmo sideral, celestial y demencial.
Lo deseaba con todas mis fuerzas, pero me resistía a rendirme ante la evidencia, su polla me volvía loca, sabía que si me la metía me haría daño ese enorme pollón, pero también el hecho de ser hermanos me hacía titubear:.
—¡Pero! … ¡Por Dios! … ¡Sí te has corrido! … ¡Mi Dios! … ¡Que caliente que estás, chico! ….
Una bandada de caiquenes en su migración hacia el sur, se alzo en vuelo cuando el sonoro descorche de la verga de Pablito salió expelida de mi chochito.
perrito, quería que él me acariciase mi sensible culo: —¿Te gusta si me meto así? … ¿Dime que ves? … ¡dímelo! … —¡Uy! Sí que me gusta … me encanta … —Sí … pero dime que ves … —Lo veo todo … se ve rico … eres muy linda … —¡Ay! pero descríbelo … ¡di.
Era una locura, pero seguramente papá viéndome “a lo perrito” y con la hendidura de mi concha expuesta, le debe haber excitado tanto de incitarlo a penetrarme sin cuidarse de que yo soy su hija, exaltando esta acción incestuosa.