La vida de un niño que debe ocupar el lugar que dejo su madre al irse.
-PAPU, VENÍ COMÉ CONMIGO! -gritaba el hombre cuando su hijo le servía la comida y después tardaba en regresar desde la cocina. El chico ya sabía qué significaba eso y se iba abriendo los cachetes del culo y se metía los dedos para que el bruto del pa.