En el rancho de los abuelos III
No sería la primera vez que le doy mi lechita a un cabrón, ja ja… Esas fueron sus palabras, desde ahí mi cabeza explotó y no podía parar de pensar en cuántas veces otros vatos se habrían atragantado con ese webote y lo habían deslechado, en mis fantasías deseaba que por esta razón me hubiera […]