Mi mente es un mundo perverso de ideas. Me gusta escribir relatos eróticos, sobre todo de sexo no consentido sobre heterosexuales a manos de gays.
Amo la fantasías con súper héroes que luchan contra el villano, pero que al final son derrotados y sodomizados en contra de su voluntad.
Me gustan los cuerpos masculinos, ejercitados, grandes y musculosos; entre más grande, más me gusta un hombre, pero no me refiero al tamaño del pene, sino de los músculos que se crean en el gym.
Me gustan los relatos de incesto, los disfruto mucho debido a que tuve atracción por mi papá y por un tío y me hubiese gustado que algo así me pasara.