Sam se había vuelto muy buena en las mamadas; verla de pie frente a mi con su uniforme de taekwondo puesto y su cabello meneándose con el movimiento de su cabeza..
Me incline hacia ella y comencé a besar su cuello, se dejaba llevar. Ella misma se acariciaba sus piernas sobre su uniforme. — Recuestate —le dije al mismo tiempo que la empujaba ligeramente..
Samantha, 11 años, cabello liso hasta el cuello, color castaño claro, piel bonita y suave, ojitos tiernos color café acompañados con unas gafas que la hacían ver aún más tierna, boquita pequeña, delgadita, no más de 40kg, mide aproximadamente 1.35cm.