Por pura insatisfacción, le pongo los cuernos a mi marido. No una, ni dos, ni tres, sino un sin número de veces, en unas cuantas horas.
Una mujer cansada de los llamados rapiditos de su esposo, en un solo día le pone los cuernos con seis tipos, en cuatro horas, primero con uno luego con tres y finalmente con dos..