Curioso me gusta disfrutar del sexo sin tabues pero sin dañar al otro....
Los días pasaban y cada domingo yo esperaba con ansias a Paquito para que me diera mi ración de culo y supongo que él esperaba con anhelo también su ración de guebo ya que cuando tocaba cogérmelo él solito se me ponía en cuatro patas encima de mi cam.
La noche iba apareciendo en la hacienda de Don Fulgencio y la cosa allí iba tomando un tinte más picante y morboso, al salir de las cabañas Don Rolando Y Rogelio se dirigieron hacia la alberca allí las cervezas y el licor caro habían hecho mella .
En la fres quedad de aquellos arboles cerca del rio, Rogelio disfrutaba nuevamente del nene, aquel viril hombre tenía a Bryan desnudito y arponeado por detrás en posición de perrito en aquellos matorrales dándole verga por enésima vez mientras Hér.
Como les había dicho en el anterior relato, los trabajadores de la Hacienda de Don Rolando se mostraban más amenos en el trabajo, sobre todo cuando me veían llegar con Bryan, muchos de ellos se alegraban pues comenzaban a tocarle los cachetes, a pell.
Aquella tarde se estacionaba como siempre la camioneta negra doble cabina de Don Rolando, el dueño de la gran Hacienda Rancho Alegre, un hombre maduro de casi 50 años no tan alto, blanco pero quemado por el sol, contextura media, cabello cano largo .
Hola me llamo Antonio soy sacerdote y hace un año que fui designado a una pequeña parroquia de un pueblito del interior de la ciudad de México, tengo una verga que me mide 20 cm y que al caso para muchos este dato estaría demás, tengo 35 años.