Le dije «¿Vamos a recordar viejos tiempos? En cuestión de segundos estábamos en uno de los cuartos desnudándonos y tocándonos como hacía años no lo hacíamos..
John tenía el cuerpo apoyado en el árbol y su culo parado hacia nosotros. Sin saber que hacer nosotros, él tomó la iniciativa y se abrió las nalgas dejando ver ese ano rosadito que disfrutaría varias veces después..