La pequeña de vestido azul 3 – Final
Una vez más pude disfrutar de ese delicioso manjar que era la pequeña de vestido azul, ella contenía un fuego que emanaba por todos sus poros..
Recordar es vivir y sigo viviendo intensamente
Una vez más pude disfrutar de ese delicioso manjar que era la pequeña de vestido azul, ella contenía un fuego que emanaba por todos sus poros..
Continúan los juegos inocentes con la niña de vestido azul, ella quería repetir los juegos que le producían el placer recién conocido..
Hay una idea generalizada de que las mujeres selváticas son muy calientes desde pequeñas, sin pensarlo pude comprobar que era verdad..
Llega el día en el que la pequeña Marina gustosamente pierde la virginidad en manos de su profesor..
Nos vamos a los cerros con Carina donde la chiquilla recibió el placer por los dos agujeros..
La chiquilla Carina está curiosa por conocer mi tolete, vaya que lo conoce a profundidad en el mismo salón de clases..
Cuando uno es joven y le asignan a una escuelita muy apartada de los andes peruanos, pasan cosas sin proponértelo, la pequeña Marina se ofrece a hacerme conocer los alrededores y aprovecho para introducirla en el mundo del placer. .
Sin decir una palabra saqué mi verga que estaba como hierro candente, lubriqué con los abundantes líquidos que fluían de su rajita y procedí a masturbar con la cabeza de mi verga su clítoris que se veía muy inflamado, sus piernas empezaron a temblar… .
Mis manos bajaron hacia su cintura tratando de bajar por dentro de su short, cuando alcancé su rajita ya se sentía la humedad y ella empezó a gemir.
La mayor de las hijas era bajita, un poco rellenita y realmente era fea, pero siendo fea era simpática porque todo el tiempo estaba sonriendo pero lo que más destacaba era su culito prominente..