¡QUÉ BUEN 24 DE DICIEMBRE ME TOCÓ!… SEGUNDA PARTE.
En esa Noche Buena, la generosa y colaborativa madre intenta por todos los medios provocar a su melancólico hijo para que se la folle, pero el muy pendejo, pese a estar necesitado de sexo, no quiere aprovechar la oportunidad y se hace de rogar. .