no sacaba la vista de mí. Miraba cómo me tenía enterrada la polla aquel hombre, y cómo me tenía inclinado, totalmente en pelotas, dándome por el culo. El hijo de puta no se movía, seguía allí mirando, acariciándose la polla, y viendo cómo me daban. Leer más












Colorín, colorado… mejor no podría haber salido.. Leer más






Una vez más la isla hace de las suyas con la frágil sexualidad de sus habitantes…. Leer más












Pensar que la fantasía que me quedaba pendiente se haría realidad tan pronto como se pudo jamás habría pasado por mi cabeza.. Leer más






Aprendí varias cosas aparte de trabajar con animales. Leer más












Sus miradas, toqueteos, sus insinuaciones y en general su forma de tratarme, yo sabia que solo podía terminar de una manera…. Leer más











