Como me cogí a un par de hermanos – parte 3
Ahora que los dos hermanos son mis putitas es momento de moldearlos como yo quiera.
Después de cogerme a Felipe y hacerlo mi putita junto a su hermana Mari sabía que podría hacerles lo que quisiera y moldearlos a mi antojo. El lunes siguiente preparé un pequeño plan para ver si podía moldear a Felipe, lo primero que hice fue seducirlo en la escuela, a pesar de que estaba con sus amigos yo me acercaba para hablar con ellos y discretamente tocarle el trasero a Felipe esto provocó que se excitara demasiado a tal grado que tuvo una erección frente a sus amigos pero supo ocultarla rápidamente. A la hora de salida se le veía que no podía aguantar parecía que descubrir este nuevo placer lo tenía loco, me lo llevé a los baños más alejados del colegio sin que nadie nos viera, lo metí en un cubículo y dentro empecé a acariciarlo pero sin tocar su verguita, de un tirón le quité los pantalones para ver que traía su trusa normal, metiendo mis manos dentro para agarrar sus pompas y acariciar su culito le dije al oído:
-Mañana vas a venir usando la tanga, entendiste?
-Si
-Cada día usarás una diferente así que ve consiguiéndolas
-Lo haré, lo haré- dijo apenas conteniendo sus jadeos
Dicho eso le quité su trusa, pude ver como su verguita estaba super dura con un poco de líquido preseminal saliendo de su punta, le di la vuelta y acomodé mi verga en su culito, de un tirón se la metí al mismo tiempo que le tapaba la boca para que no nos descubrieran. Gemía con locura dentro del baño, apenas podía sofocar los ruidos que hacía porque el eco del baño provocaba que se escucharan, me movía rápidamente con el mete y saca para poder hacerlo terminar rápido, en un momento pude sentir como apretaba más, me recordó a los momentos antes de que se viniera cuando me lo cogí, supe que este sería mi momento, llevé mi mano a su verguita y la jalé rápida y fuertemente como lo hice de forma tan sorpresiva justo antes de su orgasmo provocó que este se adelantara y se viniera sobre la pared del baño. Seguí moviéndome un poco más para ver como seguía gimiendo de placer a pesar de haberse venido, noté que gracias a la forma tan torpe en que se cogía a Mari entonces se había predispuesto a venirse rápido. Eso quería aprovechar.
Salimos inmediatamente del baño y nos encontramos con Mari que nos estaba buscando e intuyó lo que estábamos haciendo, ella salía antes pero debido a que iba a la misma escuela tenía que esperar a que su hermano saliera para que pasaran por los dos. Se quejó conmigo porque nos fuimos a divertir sin ella a lo que dije que ya le tocaría su turno pero ahora probablemente ya nos pasarían a recoger, la verdad solo quería probar eso con Felipe y al confirmarlo sabía que iba a ser más fácil moldearlo, ahora faltaba checar a Mari. Al día siguiente ocurrió lo mismo de que fui con Felipe y al tocar su trasero pude sentir que efectivamente llevaba la tanga, eso igual me excitó a mi y debí buscar una forma de disimular mi erección, le dije que iba a salir un poco antes que él y que lo esperaría en los baños. Efectivamente fue así, salí como 5 minutos antes que él y sin perder el tiempo busqué a Mari, al verla con sus amigas le hice una seña de que me acompañara lo cual hizo solo despidiéndose de sus amigas. Yo me adelanté al baño alejado, este baño tenía dos cubículos cuyas puertas cubrían hasta el suelo pero las paredes de los lados y la misma puerta no llegaban al techo, así que me metí a uno cerré la puerta y me salí por arriba apoyándome del escusado dejándolo trabado y sin que nadie pudiera entrar. Cuando llegó Mari rápidamente la cargué para llevármela al otro cubículo agarrándola de su trasero, levantándole la falda para saborear esas ricas pompas que tenía. Al entrar se puso de pie dándome la espalda para levantar su trasero y decir:
-Ya métemela- mientras se alzaba la falda y se bajaba un poco su calzoncito, lo suficiente para que se la metiera en su vaginita
-Todavía no, al menos así no
-A qué te refieres?- preguntó con cara de incredulidad
En ese momento escucho que entra su hermano, así que sin perder tiempo agarré su falda, la desabroché y se la quité al mismo tiempo que sus calzones, después le levanté la blusa junto a su pequeña blusa que tenía debajo, quedando completamente desnuda en el baño de la escuela. Estando así la saqué del cubículo, ella estaba confundida y no pudo reaccionar a tiempo, agarré a Felipe y me lo llevé dentro del cubículo dejándola afuera completamente desnuda en el baño de la escuela. Mari empezó a quejarse diciendo que la dejemos entrar, pero yo estaba ocupado desnudando a su hermano y dejándolo en tanga para cogerme ese culito sabroso, me imaginé a Mari en esa situación tan vergonzosa para que mi verga estuviera lo más dura posible, volví a cogerme a Felipe como lo hice el día anterior, cuando estaba apunto de venirse le agarré la verguita para jalársela rápidamente y que así se venga inmediatamente. Como estaba a punto de venirse sentí como llenó mi mano de su leche con solo dos jaladas, me salí de él antes de que me pasara lo mismo, debido al cansancio se quedó arrodillado sobre la tapa del escusado, verlo en esa posición fue de un morbo sorprendente, un chico de 13 años con los pantalones abajo, usando una tanga, con el culito rojo abierto y su lechita goteando de su verguita.
Abrí la puerta y pude ver a Mari desnuda usando solo sus zapatos negro y calcetines largos, el resto de su cuerpo estaba completamente desnudo, con las manos intentaba cubrirse su vaginita y sus inexistentes pechos. Me vio y notó que mi verga estaba dura apuntando hacia ella, eso hizo que su cara cambiara de miedo a excitación se acercó intentando cubrirse con la puerta, yo la recibí con la mano que tenía la lechita de su hermano para embarrársela en la cara, ella reaccionó lamiendo mi mano y dejándola limpia. Llevé mi mano a su vaginita y pude notar que estaba muy mojada:
-Entonces si te gustó estar desnuda?
-No- dijo con nervios
-Tu vaginita no miente- dije mientras metía un dedo
-Me gustó un poco
-Esto no es poco- le susurré mientras metía y sacaba mi dedo de su húmeda vaginita
Mari jaló mi ropa para acercarme a ella, se veía que ya quería verga, así que le cumplí su deseo. La cargué con ambas manos, la apoyé sobre la pared que estaba del otro extremo de los cubículos y le metí mi verga, realmente estaba muy excitada porque entró sin dificultad, empecé a darle duro porque comenzaba a sentir como me apretaba fuerte, le decía que iba a dejarla desnuda más tiempo para que siguiéramos cogiendo de esta forma, momento en que sentí que me apretó más. Ver su cara gimiendo con lechita de su hermano embarrada fue una sensación sin igual hasta que en un momento siento como me aprieta con fuerza y me abraza con los brazos tensos, estaba viniéndose mientras la cargaba. Ante eso no me detuve, seguía dándole duro, sus ojos ya estaban blancos pero yo estaba como roca. Su cuerpo ya se había aflojado, pero yo seguía penetrándola, buscando hacerla reaccionar, pero ella solo estaba gimiendo ahogadamente por las embestidas, hasta que en cierto momento decidí doblar las rodillas y dejarla caer sobre mi verga, momento en que ella por fin volvió a reaccionar por que era lo máximo que mi verga le había entrado hasta ahora. Su cara pasó a ser de sorpresa y volvió a sujetarme con fuerza, no tardó en venirse de nuevo y al mismo tiempo que me apretaba pude sentir como me venía, como soltaba cuatro buenos chorros de leche dentro de ella. Al terminar estábamos exhaustos así que la llevé al cubículo sentándola al lado de su hermano. La imagen era increíble, ver a un par de hermanos que ambos eran putitas deseosas de verga, uno mostrando su culito abierto y otra con las piernas abiertas escurriendo leche de su vaginita. Les dije que se vistieran solos, que yo ya me iba, esto fue principalmente para demostrarles que era yo quien mandaba y así fue el resto de la semana, en la salida los llevaba a ese baño para cogerme al hermano mientras la hermana estaba desnuda fuera del cubículo para luego cogérmela, todo esto para moldearlos a mi gusto.
Todo esto dio sus frutos el mismo viernes, al llegar nos recibió Felipe a mi madre y a mi, pero desde que me vio se veía algo nervioso y al subir las escalares empecé a tocarle su trasero, llegué a sentir que tenía puesta la tanga, intentó quitarme la mano debido a que alguien nos podría ver pero yo la mantuve ahí. Al llegar pude ver como Mari asomaba su cabeza por detrás del sillón, le dije que se acercara, con pena en su cara aceptó y al moverse el sillón ya no la tapaba dejando ver que ya se encontraba completamente desnuda, sonreí porque mi plan había funcionado. Acto seguido Felipe se quitó su bermuda junto a su playera quedándose solo con la tanga, a lo que empecé a sentir como mi verga se ponía dura por tener a los dos hermanos para mi, me bajé mi pantalón junto a mi trusa, me senté en el sillón y le dije a ambos que empezaran. Los dos se acercaron a mi verga para comenzar a mamarla al mismo tiempo, podía ver como pasaban sus lenguas sobre mi tronco, turnándose la punta para luego turnarse quien usaba su boca para chuparla completamente, yo solo apreciaba la escena que se desarrollaba de la forma más caliente que pude haberme imaginado. Les dije que se detuvieran y que Felipe se acostara en el sillón, pero Mari dijo:
-No, siempre vas por él primero, ahora me toca a mi primero
-Olvídalo, así lo quiere él- respondió Felipe
Se acostó boca arriba abriendo sus piernas, más que listo para recibir verga, pero por algo lo había moldeado, en lugar de jugar con su culito me fui directamente al pene, el cual agarré con fuerza y se lo empecé a jalar, como no estaba del todo excitado tomó un poco más de tiempo pero en cuestión de un rato se vino dejando una gran mancha de lechita en la tanga. Felipe se tapo con las manos la mancha de lechita mientras Mari se reía por lo rápido que había acabado:
-Se te salió muy rápido- dijo Mari de forma burlona
-Así lo entrené- dije
-No es justo, no hemos iniciado y me hiciste acabar- dijo Felipe entristecido
Agarré a Mari, la cargué y empecé a metérsela, como fue de sorpresa ella estaba muy apretada desde el inicio lo que provocó que siguiera dándole duro mientras veía a Felipe desilusionado por no poder recibir, verlo humillado con una mancha de lechita en la tanga y una verguita ya flácida apenas notable en la tanga me calentó tanto que me llevé a Mari a las escaleras, ahí tuve que taparle la boca para que no la escucharan, al notar que estábamos cogiendo en las escaleras de su casa ella apretó más debido a que le había encontrado el gusto al miedo de ser descubierta desnuda o cogiendo, eso la hizo abrazarme mientras parecía que se estaba viniendo, le di la vuelta para sentarme en la escalera y tener su espalda frente a mi, así llevé mi mano a su vaginita para poder acariciar su clitoris cosa que casi la hace lanzar un grito debido a que con eso logró venirse, cayendo derrotada sobre mí. Me salí de ella y volví a subir, Felipe seguía apenado con las manos cubriendo la tanga, pero cuando dejé a Mari en el sillón le quité las manos e hice la tanga a un lado, abrí sus piernas, acomodé mi verga en la entrada de su culito y empecé a cogérmelo. Él comenzó a gemir con voz baja pero podía ver en su cara como se sorprendía de la situación, quizá pensaba que ya no lo iba a coger, aunque mi plan era así desde el principio, hacer que él disfrutara solo con su culito y no con su verguita, así lo haría más puta de lo que ya era. Para no darle tiempo de pensar o actuar, le estaba dando duro sobre el sillón sin preguntarle, cuando noté que su verguita comenzaba a endurecerse la agarré rápido y le di un par de jaladas, su culito se apretó y soltó dos chorritos de leche sobre su cuerpo a pesar de eso seguía disfrutando la cogida, a mi me encantaba ver su verguita rebotar con cada embestida que le daba. Tenía la excitación al tope a tal grado que pude ver como su verguita soltaba un chorrito más que salió disparado apenas con potencia sobre su pierna. En ese momento me detuve para apreciar como estaba tirado sobre el sillón sin energía, pero yo seguía estando super duro me había concentrado tanto en hacerlo acabar varias veces que yo no me había venido, me salí de Felipe y voltee a ver a Mari quien parecía que ya se había recuperado un poco, al ver mi verga entendió lo que quería por lo que me dio la espalda y alzó su traserito para mostrarme su vaginita en todo su esplendor, sin dudarlo fui y se la metí de un solo empujón. Mordió el sillón para no hacer ruido mientras le sacaba y metía fuertemente mi verga a un ritmo brutal para ella, a pesar de querer terminar no iba a hacerlo antes que ella, así que le di lo más duro que pude hasta sentir como se venía al apretarme con su vaginita y verla desfallecer sobre el sillón, yo seguía como roca por lo que decidí seguir moviéndome aunque ella no respondía hasta que al fin solté un enorme chorro constante de leche dentro de ella, pude escuchar como ella gemía mientras la llenaba ambas cosas me dieron una gran sensación que hasta el día de hoy me sigue excitando. Al terminar no me salí inmediatamente de ella, sino que la cargué y la llevé junto a su hermano, la puse sobre su cabeza y al salirme parte de mi lechita que estaba dentro de Mari cayó sobre su cara, algo que él agradeció.
El resto de la visita les dije que tenían que pasarla desnudos y que si volvía a ponerme duro tenían que sacarme la leche a chupadas, cosa que hicieron dos veces. Al despedirme lo hice besando a ambos en la boca diciéndoles que serían míos todo lo que yo quisiera y ambos aceptando mientras gemían. Así continuarían mis experiencias con este par de hermanos.
Muy bueno