Cosa de heteros
Todos los heteros tenemos un amigo con el que nos gusta mañosearnos.
Hola, me presento, soy Rodo. Y como todo heterosexual siempre he tenido amigos con los que me llevo de arrimón, pellizco de pezón, nalgadita, chequeo de morralla, etc. En fin, nada gay… hasta aquella noche.
Me describo antes de empezar. Mido 175cm, tez blanca, pelo castaño medio ondulado, buen rostro (la verdad creo que es mi lado mas atractivo) y desde niño he practicado atletismo, lo que hace que tenga un cuerpo delgado y muy bien tonificado, en ese entonces era bastante lampiño.
Bueno, todo sucedió cuando tenía 17 años y cursaba el bachillerato. Comenzaba a tener mis primeras borracheras con mis compis, y siempre tenía que planear como le haría porque a mi no me daban permiso de tomar. Pero esa vez quedé con mi amigo Charly que pediría permiso para quedarme en su casa a dormir, y así mis papás no me verían ebrio.
Pues resulta que esa noche todos nos pusimos muy borrachos y hasta altas horas de la madrugada. Como pudimos llegamos Charly y yo a su casa. Yo lo único que quería era tirarme a la cama y dormir. Aunque la casa estaba sola y habían más recamaras, decidimos quedarnos en la misma, al fin que había confianza. Yo llegué a la recamara y me comencé a quitar la ropa, ya le había consultado a mi compa si le importaba que durmiera en boxers y el dijo que no había problema. Ya semi desnudo me tire sobre la cama boca abajo (así es como acostumbro dormir), mientras que mi compa se dirigió al baño.
Me estaba quedando dormido cuando de pronto sentí que alguien se arrojó arriba de mí, Charly. Su rostro quedó sobre mi oreja y solo balbuceaba «que buen culito tienes», haciendo movimientos de cadera figurando que me penetraba.
Yo estaba tan cansado que no hice ningún movimiento para quitarlo, pensé que solo se levantaría al ver que yo no reaccionaba a su juego, pero no fue así. Siguió restregando su paquete en mi trasero y hasta llegué a sentir como si se estuviera empezando a excitar. Pero todo estaba sin preocuparme, porque yo pensé hasta ese momento que era parte de la forma en que nos llevábamos, pero todo cambió cuando pasó su mano por enfrente de mi, agarrando mi bulto y comenzó a sobarlo mientras seguía moviendo su pelvis en forma de círculos, diciéndome en la oreja «te gusta, perrita».
Creo que este es momento de describir a Charly. Es de mi misma edad, un poco más alto que yo, tez medio morena, con barba y un poco de bello en el pecho. Al igual que yo era del equipo de atletismo, por lo que tenía un muy buen físico, él si un poco más acuerpado. Y de rostro bien, siempre fue el chico que ligaba a las morritas por aparentar mucha más edad de la que tenía.
Seguíamos en la misma posición (yo acostado boca abajo y Charly encima de mi con su mano en mi paquete, cuando yo comencé a reaccionar (bueno, más bien mi verga comenzó a reaccionar), y fue cuando me levanté aventando a mi buen amigo hacia atrás. El ya solo traía un short, sin playera (que fue como salió del baño y supongo que así acostumbraba a dormir). Nos quedamos cara a cara y fue cuando me di cuenta que mi pene estaba haciendo una casa de campaña con mi bóxer y que Charly lo veía fijamente con una sonrisa que yo nunca había visto en él.
Yo tratando de ocultar mis nervios me agarré el paquete y le dije «era lo que querías ¿no?», a lo que él asintió con la cabeza. Yo no me esperaba esa respuesta, la verdad, pero confieso que hasta ese momento yo ya estaba sintiendo cierto morbo. Luego le volví a decir «ándale pues querías fierro, date pues» y me saqué el pito del bóxer sacudiéndoselo enfrente.
He aquí otra cosa que no me esperaba, lo agarro con una mano y se acercó a mí viéndome fijamente a los ojos, empezando a maesturbarme lentamente. Yo estaba muy confundido, pues según yo el no era gay, de hecho tenía fama de ser un mujeriego, y lo peor, que tenía novia y era una de mis mejores amigas. Pero yo ya estaba demasiado caliente como para detener la situación.
Creo que nunca pensé estar así con un hombre, aunque no tengo ningún problema con la diversidad sexual, hasta la fecha solo me atraían las mujeres y me volvía loco coger con ellas. Pero lo que estaba sintiendo en ese momento era algo nuevo que no podía quedarme con las ganas.
Después de estar un rato en aquella puñeta que me regalaba mi amigo, salió de su boca un «¿Puedo?», a lo que yo asentí rápidamente. Yo seguía parado con una rodilla en la cama y el otro pie en el piso, cuando el comenzó a bajar lentamente hasta que quedó incado frente a mi con mi verga apuntándole la cara. Apenas alcance a tomar aire cuando el comenzó besando poco a poco mi glande (no es que nunca me la hubiesen mamado, sino que nunca lo había hecho un hombre).
Al principio solo daba pequeñas lamiditas por todo tronco y la cabecita, pero luego se lo metió todo en la boca y fue cuando comencé a ver las estrellas.
Mi pene considero que es largo, mide 18cm, pero es muy delgado. Un poco rosita y en ese momento las venas parecían que explotaban.
Charly comenzó a chupar mi cabecita como si fuera una paleta tutsi pop, lo que provocó que hasta las rodillas me temblaran un poco, por lo que preferí sentarme en la orilla de la cama. Pero el no dejó ningún segundo de saborear mi pija. Cuando menos acordaba ya estaba en mis huevos metiéndoselos y sacándoselos de la boca.
Era algo que nuca me había hecho ninguna mujer. Ahí comprobé que es verdad lo que se dice que una buena mamada a un hombre solo otro hombre la sabe dar, e igual con las mujeres, solo entre ellas se saben mamar.
Le cabía toda mi riata en la boca, eso quería decir que tenía una garganta muy profunda. Y cada vez que se la comía hasta el fondo yo sentía que todos los huesos de mi cuerpo se contraían. Hasta que siguió haciendo eso repetidas veces y ya no pude aguantar, solo me tire en la cama y sentí como llegaba el punto mas alto de mi orgasmo. El no se retiro en ningún momento, sino todo lo contrario trató de cerrar más fuerte su boca para que no pudiera salir nada de mis mecos de ella, y esperó a que terminara de salir hasta la última gota, para comerse todo mi semen limpiando con su lengua todo resto de mi líquido.
Fue entonces el momento de regresar a la realidad. Yo no supe que seguía, o más bien si quería seguir. Por lo que sólo subí mis boxers y me reincorporé a mi espacio para dormir en la cama. Charly se quedó en el piso por unos minutos, supongo que confundido o esperando algo más, no lo sé porque yo ni si quiera le vi la cara, solo me acosté dándole la espalda. Sentí cuando se levantó a apagar la luz y se acostó un lado mío, guardando distancia.
Yo no podía dormir, pasaron varios minutos solo pensando en lo que había ocurrido, nunca hubiese imaginado que yo me atreviera a hacer algo así, y menos que me cachondeara como lo había hecho. Fue tanto que estuve pensando en eso que cuando me di cuenta ya estaba otra vez la verga bien parada y mi mente empezó a volar nuevamente.
Me preguntaba si Charly estaría bajoneado y cómo podría hacerle sentir mejor. Así es que me decidí y me giré volteando a ver a él, por lo poco que se veía el aún estaba despierto así es que aún se podía hacer algo y no se me ocurrió otra cosa más que devolverle el favor. Empecé con mi mano a sobar su paquete, no estaba completamente duro, pero bastaron pocos segundos para que pareciera una braza ardiendo.
Yo nunca había tocado otra verga que no fuera la mía, y está se sentía un poco más pequeña que la mía pero mucho más gruesa. Y no sabía por qué me estaba exitando tanto sentir la verga de otro wey en mi mano. Por su respiración, sabía que mi compa también estaba muy caliente, así es que decidí que era el momento de empezar con lo mío.
Me acerqué un poco a su short al mismo tiempo que fui bajandolo, y fue entonces que alcancé a ver con la poca luz que entraba por la ventana a aquel tamaño de verga que hasta sentí cosquilleo en el estómago. No dude ni un segundo en agarrarlo con mi mano, fue entonces cuando sentí ese grosor y esas venas bombeando sangre, y supe que quería pasarme ese animalote por todo mi cuerpo pero primero tenía que conocer su sabor, por lo que sin pensarlo me lo metí a la boca hasta donde pude y ahí adentro traté de saborear cada milímetro de su glande y parte de su tronco.
Aún no me entraba completa en la boca, pero sabía que si me esforzaba más si entraría, y lo deseaba tanto que comencé a darme de arcadas hasta que sentí su vello púbico en mis labios y podía respirar ese olor a sudor de verga, que no sabía porque me estaba excitando cada vez más. Saqué todo eso de mi y agarré un poco de aire y comencé a lamer todo ese mazo que tenía entre las piernas mi buen Charly.
Bajé con mi lengua hasta sus pelotas que eran enormes y muy peludas, inalando todo ese aroma que me volvía loco y no sabía.
Realmente Charly si aparentaba muchos más años de los que tenía, hasta su pitote y sus huevotes parecerían de un señor, es por eso que traía a todas las morritas detrás de él.
Yo la verdad perdí la noción de tiempo entregado a ese gran tesoro de mi amigo y luego recordé lo que él me había hecho anteriormente; chupado el glande como si fuera una paleta, por lo que comencé con mi tarea. No dure ni mucho tiempo haciendo tal movimiento cuando mi Charly comenzó a retorcerse y a soltar poqueños pujiditos, sentí como salía un pequeño chorro algo salado pero rico a la vez. Y fue cuando él me tomó la cabeza con sus dos manos y me metió su verga hasta donde pudo. Sentí dentro de mí garganta aquellos potentes chorros, por lo que no aguante mucho y me saque parte de su miembro pero dejando la cabecita adentro para no dejar salir ni rastro de toda su leche. Fui tragándomela toda hasta dejar reluciente aquel delicioso glande.
Yo estaba que reventaba también. Sentir ese sabor a semen en mi boca me obligó a venirme una vez más. Me senté a la orilla de la cama y me la empecé a jalar pensando en la verga que acababa de saborear y no dure mucho tiempo cuando volví a tirar la poca leche que me quedaba dentro, dejándola en el suelo.
Cuando volví a mi lugar de la cama, Charly ya estaba con el short arriba y dispuesto a dormir. Yo sabía que no íbamos a ser esos dos que después de lo que pasó dormirían uno sobre el pecho del otro, ni que nos íbamos a dar un beso de buenas noches. Pero por lo menos si dormiríamos los dos con una sonrisa de oreja a oreja.
A la mañana siguiente me despertó el mismo Charly porque ya estaba el desayuno listo que había hecho su mamá que acababa de llegar en la mañana.
Los primeros días después de eso si estuvo medio raro, pero ya con el paso del tiempo todo volvió a la normalidad y nunca volvimos a hablar de eso. Solo un par de veces después de la borrachera nos la volvimos a chupar, pero todo siguió igual. El se casó y ya va por su segundo hijo y yo aunque no me he casado si he tenido bastantes novias y de repente me doy uno que otro gustillo jeje.
Espero que les haya gustado.
Me gustó mucho
Me puso muy calinte
Me encantaria hacer el 69 chupando mirntras me chupan
I masturbando mientras me masturban…….