cosas de familia
cosas desde ser cogido a temprana edad por algún tío o primo a terminar haciéndolo con tu hermana, situaciones típicas de familias inmorales.
Desde pequeño como a los 9 años un tío me descubrió chupándosela a un primo y este nos reprendió, pero no dijo nada a nadie, pero me miraba diferente. Un día para ahorrar el agua nos metimos los dos a la ducha y todo iba normal hasta que en una mesa el empieza a enjabonarme todo el cuerpo hasta pasar sus manos por mí ya erecta verga.
—¿te gusta cómo te toco? Porque mira como lo tienes —, me susurra desde atrás.
—a mí se me para solo—.
Y él sonríe, me hace agarrar su pene y que moviera mis manos. Después acerca su miembro a mi cara e intuitivamente abro la boca, pero solo me cabía media verga y el encantado mueve lento sus caderas cogiéndose mi boca, yo solo chupaba ya que tiempo atrás el primo que me enseñó a chupar vergas le gustaba que se lo hiciera. Luego de seguir chupándosela un rato me echo todo en la boca y tras eso como que se enamoró como se lo hacía porque me buscaba más seguido y me llevaba de paseo, como vivía solo las veces que me llevaba de paseo íbamos antes o a veces después a su casa para hacer cosas conmigo en especial a meterme cosas por el culo, algo que no me agradaba, pero con el tiempo le termine tomando el gusto y cuando ya su verga me cabía por un tiempo no me quería soltar.
Para cuando tenía los 13 años se podría decir que me terminé volviendo adicto al sexo, sentir las primeras corridas terminó alborotando esas hormonas de puberto calentón y con esa infancia toda corrompida que tuve disfrutaba masturbarme mientras me daban por detrás y un día descubro a mi hermana de 8 años siendo cogida por el mismo primo que me hiso lubricador de vergas, cuando llego de clases la casa estaba sola y escucho cosas en el cuarto de mis padres pero en vez de conseguirme a uno de los dos veo como mi hermanita estaba acostada boca arriba cona la verga del primo Javier dentro del culo. No sabía cómo reaccionar Javier ya tenía 19 años y se estaba cogiendo a alguien 11 años menor, en la habitación solo se medió escuchaban sus susurros y una que otras veces algún quejido de Marianita, después cuando la pusieron en cuatro mi primo me ve.
—¡mierda!, me asustaste. ¿cuánto llevas ahí? —. Y mi hermana se altera un poco cuando me ve, —Cálmate, cálmate ¡oh… si…! aprete más—, decía mientras mi hermana se movía para todos lados y él se la seguía metiendo hasta que se calma.
—¿Por qué no me sueltas? —.
—porque aún no he terminado—, y comienza a darle más rápido haciendo jadear a Mariana. —tu hermana es excelente, deberías probar tú también—, y miro su expresión cuando se corría en la profundidad de Mariana y tras decirle algo Mariana pone su culo invitándome mientras se le salía la leche de Javier “¿me la quieres meter tú también?” dijo.
y no esperé mucho a sacarme la verga y la embisto.
—¡ay, así no! —.
—con cuidado, no se ira para ningún lado. Tú mismo sabes cómo deberías hacerlo—, haciendo referencia a mis años de experiencia.
Y le empiezo a dar con más calma, tenía un culo muy bien entrenado, apretaba rico y como estaba lleno de leche mi verga se deslizaba libremente, pero a los segundos ya me estaba viniendo, pero eso no evito que se lo hiciera dos veces más, que tuvimos que dejarla en el baño ya que esta no podía caminar bien por su cuenta de tanta verga recibida en el momento.
Después me enteré de que entre los 4 – 5 años ya la estaba corrompiendo y desde hace poco es que ya su culo ya recibía sin problemas su verga.
—tienes suerte, tú te la puedes coger cuando quieras—, dijo con tono de broma, aunque era evidente que hablaba enserio.
A pesar de que yo traté de negarlo para la noche cuando dormían todos me colé entre las sábanas de mariana y tras remover un poco su pijama lubriqué un poco su culo y mi verga y se la metí, la sensación fue distinta ya que estaba más seco y prieto.
—ah… déjame dormir…—, dice prácticamente murmurando. Y le respondo de igual manera que sería rápido.
La diferencia de coger o ser cogido era enorme, chuparle las vergas a mi tío o primo me daba mucho morbo, pero cogerme a mi hermana era gratificante, me sentía bien, me gustaba besarla mientras la hacía jadear. Con eso verifiqué que disfrutaba más sentir el tacto femenino que el masculino, aunque el morbo nunca estaba de más y se me había antojado algo y era que me cogieran mientras me cogía a mi hermana así que tendría que probar un día que volviera a ver a Javier.
Riquisimo
Excelente relato. Soy bisexual y amo el incesto. Sigue con el relato si pudiste coger con tu hermana y ser cogido al mismo tiempo por tu primo.
No me considero bisexual en su totalidad, disfruto mucho más del contacto femenino pero no niego el poder tener un miembro entre las nalgas, mi primeras experiencias fueron con hombres a los 8 años.