Mi padre el carnicero
Está es la segunda ocasión que paso algo con mi padre.
Hola. ¿Qué tal?
Soy de México, del estado de San Luis Potosí, tengo 26 años. Mi aspecto físico es delgado, mido 172 cm, peso 62 kilogramos, de piel aperlada, con un aspecto y estilo geeks. Me consideró bisexual; aunque siento más atracción sexual, emocional por los hombres que por las mujeres.
Hace tiempo tuve una experiencia sexual, algo que me encanto, pero a la vez me dio algo de miedo, por el tabú que esto implica. Ya había tenido algo con mi padre a los 14 años; pero esa es otra historia. Mi padre es un macho, 52 años, moreno, fornido, algo musculo por su oficio (carnicero), de barba, su aspecto es chacal me encanta.
Les contaré como comenzó esto, un viernes fui a recogerlo a su trabajo por que se había quedado a beber con sus amigos en la carnicería, cuando llegué al lugar mi padre no se encontraba solo se encontraban dos de sus amigos y compañeros de trabajos, sus nombre son Raúl (un joven casado chaparrito, monero, de 32 años) y Adolfo (otro joven casado, un poco más alto que yo, delgado pero con los músculos marcados, de 35 años), estos ya estaban cerrando la carnicería y me comentaron que mi padre había ido a cobrar a uno de sus clientes, y que me esperara para esto yo ya tenía historia con Raúl y Adolfo, entonces Raúl se despido y me quede con Adolfo a tomarme las ultimas cervezas.
Adolfo (A): Yo Dani, que no me extrañas.
Yo: Claro, que sí. Extraño esa rica verga que tienes y más cuando se que tu esposa anda toda la semana de noche y andas bien cargado de leche
A: No quieres darme unas mamadas, rápido antes de que llegue tu papá.
Yo: Animo, pero cierra la carnicería y pon la música algo alta para escuchar cuando entren.
Bajamos la cortina y cerramos la puerta. Pusimos la música y nos fuimos atrás de una vitrina donde el podía ver la puerta. Me hinque y saque su delicioso pedazo de 18 cm, gruesa de 2.5cm, circuncidada, me puse a mamar esa verga hasta el fondo. Solo venia su cara de placer.
A: Que rico, la mamas muy bien, déjame cogerte por la boca
Yo: Claro (con la verga adentro)
A: Uff que rico, me encanta que seas bien putito.
Yo: aaah… mmm
Estábamos así y estábamos tan concentrados que nunca escuchamos cuando abrieron la puerta y escuchamos.
Padre: ¿Qué putas? ¿Qué está pasando aquí? – En un tono muy molesto y rojo de coraje
A: No nada don José (esto mientras se subía los pantalones y me aventaba)
Yo: Disculpa papá, perdón. – Con una voz temblorosa y preocupada, pues mi padre ya sabía que yo era bisexual, pero él no lo aceptaba. Y me había corrido y golpeado cuando se enteró.
Padre: Adolfo vete por favor. Y más tarde te marco – Se lo digo molesto pero tranquilo.
Adolfo se fue y cerró la puerta
Mi padre por su parte tomo una cerveza, en mi mente pasaban mil cosas, mientras veía como abría y se tomaba la cerveza. Yo sentado en el piso y con miedo.
Padre: ¡Ay, cabron! Ya sabía que te habías metido con este par de cabrones, por los escuche hace tiempo diciendo que la mamas rico y que tienes un culito muy apretado.
Yo: Papá por favor. Perdóname, vamos a casa y no le digas a mi mamá. Te prometo ya no hacerlo.
Padre: ¡Cállate! – Mientras me grito vi que se sobaba el bulto – Vamos a ver si es cierto, lo que dicen este par de cabrones.
Yo: ¿Qué? – Al principio sus palabras me sacaron de onda, pues nunca en mi vida pensé que pasaría esto.
Padre: Ándale cabron – El se sacaba su verga peluda, morena, su tamaño de 16cm igual que el mio pero la de el esta gruesa, con razón cuando coge con mi mamá esta gime bien delicioso
Yo sin pensarlo me dirigí a mi padre, el cual se estaba sentando en una silla mientras se bajaba todo el pantalón. Al llegar a ese pedazo de carne tan rico, lleno de morbo; el olor me recordó lo que había pasado en alguna ocasión con él; pero como dije esa es otra historia.
El olor a orina, suciedad y sudor me prendió demasiado. Cuando me acerqué a ella vi que estaba sucia, pues mi padre es algo descuidado con su higiene personal pero no me importo, comencé a lamer su cabecita comiéndome ese rico requesón que tenía e imaginándome que un día anterior estuvo cogiendo con mi mamá.
Yo: Hay que rico.
Padre: Hay cabron, de haber sabido que eres bien puta, nunca te hubiera corrido y te hubiera puesto castigado de esta manera.
Yo: Ya lo sabes, ahora ya sabes que tienes a tu putita hijo a tu disposición
Me tomo de la nuca y me la metió de golpe, yo me quejé, pero mi padre me dijo: No te quejes, si vi como estabas mamando la verga completa al otro cabron. Estuvimos así unos quince minutos cuando lo me digo me calentó y me saco de onda.
Padre: Desvístete y ponte en cuatro, putito
Así lo hice me desvestí y me puse en cuando, y siento la cabeza de la verga morena de mi padre en la entrada de mi culo. El escupió la entrada de mi culito
Padre: Pinche puta, te rasuras para tus otros cabrones, verdad.
Yo: Si, pero ahora solo seré tu putito si así lo deseas.
En eso me la mete de golpe, yo me trate de zafar y con un golpe de gancho en el estómago me deja inmóvil del dolor.
Padre: Ahora si vas a saber que es verdadero cabron. Hijo de puta madre.
Yo: Papá me duele, por favor.
Empezó con un mete y saca despacio y me empecé acostumbrar a su pene. Y vi como gozaba y empezaba a gemir.
Padre: ¿Qué rico? Tienes un culito muy apretado, más rico que el de tu madre.
Yo: Ah papá, quiero ser tu mujer
Padre: Putita, aprieta más. Esta muy rico tu culito
Yo: Si, papa.
Padre: Que puta eres cabron.
Yo: Dame tu lechita en la boca
Sus embestidas fueron más fuertes y el gemía y jadeaba más. Estuvo así por unos diez minutos, cuando de repente me la saca.
Padre: Ven a mamarla, para darle tu lechita y que me limpies la verga.
Así lo hice, me la puse a chupar desde la cabeza hasta la base como una paleta. Luego me la meto hasta el fondo de mi boca y siento las contracciones del pene de mi papá vaciando los chorros de leche que iban directamente a mi garganta y estómago, su sabor era muy fuerte pero delicioso.
Padre: vístete y vamos a la casa.
Yo me vestí, y mientras lo hacia mi papa se salió de la carnicería. Cuando Sali me pidió que cerrara con candado la carnicería.
Me subí al carro y hubo un silencio incomodo, llegamos a la casa y antes de bajar mi papa me digo que esto no se iba a repetir y que no lo comentara, vi su cara apenada. Yo le dije que sí, pero con la condición de que no corriera Adolfo y el acepto y me pedio que no me metiera con amigos.
Entramos a la casa y me dirige a mi cuarto, más noche en mi cuarto me masturbaba pensando en esa única y deliciosa experiencia.
Han pasado dos meses de esto y la relación de mi padre al principio era muy incómoda, pero actualmente nos llevamos mejor. El sábado pasado hablamos de lo que había pasado y me digo que no se iba a repetir, pero me propuso otras cosas para hacer padre e hijo. Lo cual espero pronto contarles y compartirlos con Uds.
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