Mi primera vez con Santiago (Parte 2)
Ya había hablado con Santiago que cuando saliéramos del colegio iríamos nuevamente a mi casa, estábamos impaciente de la hora de salida. Era día de educación física, estábamos con nuestras pantalonetas del colegio, las clases siempre eran las ultimas de la jornada, ese día, decidimos no ducharnos e.
Continuando con mi relato de mi experiencia con mi socio Santiago, al día siguiente en el colegio, estuvimos más unidos, andábamos los dos para todos los lados, Esteban nos noto extraños y pregunto que nos pasaba, contestamos en coro, ¡Nada! ¿Por qué? Los noto raros, nos miramos y reímos de manera picara.
Ya había hablado con Santiago que cuando saliéramos del colegio iríamos nuevamente a mi casa, estábamos impaciente de la hora de salida. Era día de educación física, estábamos con nuestras pantalonetas del colegio, las clases siempre eran las ultimas de la jornada, ese día, decidimos no ducharnos en el colegio, nos ducharíamos en la casa.
Apenas sonó el timbre cogimos nuestros maletines, no nos despedimos de Esteban ese día, estábamos ansiosos de llegar lo mas rápido para comenzar otra experiencia sexual. Llegamos a casa, como siempre no había nadie, estábamos nuevamente solos para satisfacer esos nuevos instintos, queríamos dar rienda suelta al placer.
Llegue y prepare algo rápido de comer para Santi y para mí, abrí un atún, pique cebolla y tomate, mientras calentaba el arroz, quería algo super ligero, no veíamos la hora de empezar a chupar nuestros labios acariciar nuestros huevos y succionar el pene, pero yo estaba pensando ir más allá.
Como estábamos sudados por la clase de educación física, comí lo más rápido que pude, Santi no terminaba, esta vez no lave platos lo haría luego, me acostumbraba a tener la cocina limpia, sino mi madre se enojaba. Terminé y dije
Yo: Santi apúrate, vamos a ducharnos.
Santi: Vamos espérame no te vayas a duchar solo, quiero jabonarte.
Yo. Dale, yo te enjabono todo tu culito, jajajaja
Santi: jajajaja Dale y yo el tuyo.
Santi termino de almorzar, yo ya estaba desnudo en mi pieza esperándolo, ya mi pene estaba un poco duro, de solo saber que nos ducharíamos juntos y podríamos acariciar nuestros cuerpos nuevamente y saciar esos deseos que habían despertado en nosotros. Santi entro y me miro viéndome ya desnudo acariciándome el pene, de verme así también su pene comenzó a poner duro, no dudo y se desvistió de una, quito su camisa mientras sacaba sus zapatos, bajo su sudadera, luego quito su pantaloneta y bóxer de una, dejando ver su pene también casi erecto, nos metimos a mi ducha, la cual era bastante amplia, estaba el inodoro un lavamanos y la ducha, la cual se separaba con una cortina plástica. Entramos ya estábamos erectos, comenzamos a besarnos, yo lamí con mi lengua sus labios rosados, chupaba su lengua que metía y movía de forma placentera éramos expertos en besar, aunque en el sexo no, ya habíamos besado muchas chicas. Nuestros cuerpos se estremecían de placer, empezamos a enjabonar nuestros cuerpos mientras nos acariciábamos con una verdadera pasión, lo que estábamos sintiendo ese día era de otro mundo, el agua nos recorría todo el cuerpo, enjabonamos nuestros penes, nuestro glande que aún no salía de nuestro prepucio, yo volteé y le dije lávame mi culito, Santi enjabono bien su mano y me restregó toda mi rajita, me estremecí, sentí como aprete mis nalga mientras el enjabonaba, me dijo afloja para jabonarte, afloje mis nalga hizo lo mismo solo que esta vez paro sus dedos en mi ano y trataba de meter sus dedos por mi culito, sabia que debía dejarlo para que mi culito dilatara si quería que me penetrara, yo gemía de placer, Santi enjuago mis nalga y se arrodillo chupo mi culito, daba lengüetazos en mi culito que cada que sentía su lengua lo apretaba y mis pene estaba mas duro, así estuvo por un buen rato, el lamiendo mi hoyito virgen y rosado, no tenia pelos en mi culo por mi corta edad.
Santi tenia un culito más ancho y más abultado que el mío era perfecto, yo quería penetrarlo, ahora el que procedí a enjabonar fui yo, enjabone su pecho, sus huevitos, saque un poco su cabeza rosada y redonda y enjabone al pasar mis dedos por su glande sentí que Santiago se estremeció, lo enjuague, era hora de enjabonar su culito le dije que se inclinara un poco, llene mis manos de jabón, y procedí a enjabonar ese hermoso culito, aprovechando lo que había visto en la películas gays, y que mis dedos estaban enjabonados, toque su huequito y metí mi dedo por ese rotico virgen, Santiago estaba con espasmos se retorcía mientras mi dedo entraba y salía de culito, enjuague ese lindo culito y de inmediato mi lengua se poso sobre ese huequito rosado, comencé a chuparlo ya había como se hacia y trate de hacerlo lo mejor que podía con mis manos separaba su ano mientras mi lengua entraba en ese dulce hoyo, ya llevábamos bastante tiempo en la ducha lo cual a pesar de nuestra calentura empezábamos a sentir frio.
Así que decidimos trasladarnos a la cama, yo pare y subí quedamos frente a frente nos dimos un fuerte beso apasionado mientras nos acariciábamos todo el cuerpo, nos estremecíamos de placer, era algo que solo la viví en ese momento. Estábamos exhaustos así que nos tiramos en mi cama a descansar un poco, nuestra respiración seguía a mil nos acostamos de lado mirándonos uno al otro mientras una mano acariciábamos nuestros penes la otra la deslizábamos por todo nuestro cuerpo, sentía en algunos momentos corrientazos que recorrían mi cuerpo, sentía como Santi, por momentos apretaba su mano contra la almohada.
Decidimos parar un rato para tomar algo estábamos con muy picados, pero teníamos sed, nuestros labios estaban secos por el preámbulo que teníamos, le dije Santi quieres algo de beber estoy seco.
Santi: Igual yo, jajajaja chupar tu culo me ha dejado casi seco y muy picado.
Salimos desnudos hasta la cocina mi pieza quedaba al frente, salimos sacamos dos refrescos y nos sentamos en la sala, desnudos, sabía que nadie vendría a esa hora a casa, tome refrescos en mi boca me acerque y le di un poco, éramos torpes en ese sentido por lo cual el jugo chorreo por su pecho, tome otra bocanada y la eche en su pecho, el jugo deslizo por su pecho llego a su pene, lo cual aproveche para empezar a lamer su pecho sus tetillas y fui bajando hasta encontrar su pene que ya estaba teniendo una erección de nuevo, sentado Santi en el sofá me arrodille y comencé a succionar sus pene tomaba jugo frio en mi boca y succionaba veía como se estremecía de placer, así me quede un buen rato succionado su pene y chupando sus huevos, quería lamer su culo de nuevo así que le hice subir sus pies quedando el culito brotado empecé a meter mi lengua en ese anito, mientras trataba de meter nuevamente mis dedos por aquel rosado culito.
Ya mi quijada dolía, así que me senté y subí mis piernas quería que Santiago me chupara mi ano, tome su cabeza y la lleve hacia mi pene, el se arrodillo y comenzó a succionar mi pene, me acariciaba mis huevitos mientras su otra mano buscaba con sus dedos meterlos en mi culo, así que abrí y levante mis piernas para que mi culo quedara más expuesto.
Yo gemía cada vez que el pasaba sus dedos por mi ano, yo había visto en las películas que se echaban aceite así que recordé que mi hermana había dejado uno la ultima vez que estuvo con mi sobrino, le dije espera corrí de una y traje el aceite, le dije Santi yo he visto echa a mi culito y unta tu dedo, así fue, seguía succionando mi pene ya entro su dedo sentía una sensación inolvidable ya había metido su dedo en mi culo, no dejaba de succionar y besar mis huevos, yo ya estaba al limite mi cuerpo se contorsionaba solo apretaba los cojines que habían en el sofá, Santiago ya estaba cansado de chuparlo, logro meterme dos dedos ya estaba dilatado mi culito, decidimos otra vez parar para coger fuerza, queríamos seguir pero sentíamos como nuestros cuerpos se contorsionaban, Santiago se sentó al lado mío nos empezamos a besar y acariciar, a pajiarnos, yo vi que Santiago ya estaba por terminar así que me senté en su pene tratando que me penetrara mientras lo besaba, pero Santiago termino, al sentir su semen en mi culo, me salió mi poco líquido seminal.
Nos fuimos acostar a mi pieza desnudos, abrazados, yo puse mi pierna encima de la suya y quedamos dormidos.
Cuando despertamos ya era tarde eran casi las 7 pm. Mi madre no demoraba en llegar así que nos levantamos nos duchamos lave mi culito que estaba pegajoso por el semen de Santiago. Nos despedimos con un beso largo y apasionado, nuestros penes estaban parados pero la faena no podía continuar, debíamos dejarla para otro día.
como sigue
ya publique las otras historia, Gracias por leerla
Me gusto sigue contando mas saludos… 🙂 😉 🙂 😉
Gracias, ya publique
hola amigo salujdos, he leido los dos relato suf3f estan geniales wowo me gusto