Mi primera vez con Santiago (Parte 4)
Traje el aceite y lo coloque en el sofá, me senté, Santiago volvió a engullir mi pene, que de inmediato se volvió a poner full, me besaba los huevos, me acariciaba el culo con su dedo, no lo metía solo rosaba mi hoyito, yo gemía, me retorcía, mis movimientos hacia adelante y atrás mientras sostenía .
Después de haber tenido mi primera relación sexual con mi amigo Santiago, habíamos quedados muy adoloridos nos ardía mucho el pene era lógico habíamos perdido nuestra virginidad, nuestro culo dolía demasiado, cuando vaciábamos el cuerpo el dolor era insoportable, pero aguantábamos, nos contábamos como dolía orinar y dar del cuerpo, así que decidimos dejar que los dolores pasaran para volver a repetir nuestra faena.
Paso una semana y ya nuestros dolores se habían calmado un poco, durante ese tiempo no tuvimos la fuerza ni siquiera de echarnos la paja, nuestros huevos estaban llenos de semen, yo aproveche el tiempo para ver más videos porno de chicos, aprender nuevas poses, mirar como chupaban y lograban meter todo su pene en la boca del otro chico. Con Santiago hablábamos como habíamos disfrutado aquel momento y que apenas nuestros dolores terminaran lo haríamos de nuevo, lo esperábamos con ansias, cuando estábamos solos nos acariciábamos el pene por encima del pantalón, o a mitad de clase íbamos al baño y nos aprovechábamos para besarnos y acariciar nuestros cuerpos con frenética pasión, así transcurrió esa semana.
Ya había transcurrido ocho días, nuestros dolores habían cesado, así que decidimos ir el día que teníamos educación física, así nuestras ropas saldrían más rápido de nuestros cuerpos. Llegó el día tan anhelado, era viernes, los viernes por normal mi madre sale temprano a trabajar y llega muy tarde, tendríamos la casa sola hasta las 9 o 10 de la noche. Santiago tenía permiso hasta tarde así que ese día no nos preocuparíamos de nada. Mientras que llegábamos a mi casa veníamos hablando de las cosas que haríamos y nos mirábamos de forma picara, nos mirábamos y veíamos como nuestros penes ya empezaban a despertar y se notaban por nuestras sudaderas, ya sabíamos lo que haríamos apenas llegáramos. Apenas entramos a la casa dejamos caer nuestros maletines, nos abrazamos y nos dimos un beso apasionado, nuestras lenguas se entrecruzaban, acariciamos nuestros penes, metimos nuestras manos por la sudadera, ya venían erectos por nuestras conversaciones del camino, estábamos sudados, había hecho mucho sol y habíamos corrido jugando futbol, pero no nos importaba queríamos saciar nuestras ansias, nuestras ganas de sexo. Quiero decirles que somos de una ciudad muy hermosas es Medellín.
Santi: Paremos, tengo mucha hambre pana.
Yo: Huy si está haciendo hambre, además hoy tenemos mucho tiempo, mientras le daba una nalgada a sus ricas pompis anchas y redondas, a lo cual el respondió de la misma manera.
Pase a la cocina y puse a calentar el almuerzo que mi madre había dejado para los dos, el día anterior le había dicho que teníamos mucha tarea y que vendría con Santiago, calenté y nos sentamos uno al lado del otro, yo estaba más deseoso, más excitado, o por lo menos lo demostraba, Santiago estaba un poco más calmado, cada que podía metía mi mano por su ropa y sentía su pene, ya tenía liquido preseminal en su cabeza, su pene estaba flácido, Santiago estaba concentrado en el almuerzo, estaba hambriento.
Como teníamos toda la tarde y media noche decidimos acostarnos un rato a dormir, nos quitamos zapatos, medias camisa y sudadera, quedamos en pantaloneta, lo hicimos en el suelo, ya que estábamos bastantes sudados, Santiago era un poco más corpulento, se acostó boca arriba yo repose mi cabeza sobre su abdomen, estuvimos charlando un rato, Santi olía a sudor a hombrecito, volteé y chupe su abdomen pensando en alguna reacción pero ya había dormido, levante su pantaloneta acaricie su pene, le di una lamida, su pene sus huevos olían a sudor y ese olor me encantaba. Lo dejé dormir y lo mismo hice yo.
Dormimos casi una hora, Santiago despertó primero, como estaba recostado sobre él cuando quiso levantarse me desperté. Nos sentamos y recostamos sobre la cama, nos miramos y nos dimos un beso, su lengua entraba en toda mi boca a lo cual le correspondí de la misma manera, mando su mano a mi pene que estaba aún flácido, yo hice lo mismos, empezaban a ponerse duros, pero Santi se paró, se quitó su pantaloneta y bóxer de una vez, su pene no tenía una erección total, se arrodillo un poco y lo metió a mi boca, olía a sudor y eso me excitaba, logre introducirlo todo a mi boca, alcanzaban mis labios a rozar su huevos redondos y rosados, no tenía pelos, estaba totalmente rasurado, lo que agradaba aún más. Paso uno minutos mientras lamí su pene sus huevos y mis manos buscaban desesperadas su ano para acariciarlo, viendo mis maniobras para alcanzar su hoyo, se voltio, abrió sus piernas y me dejo ver su ano, de inmediato me arrodillé y comencé a lamer su hermoso anito, estaba rosadito tal como lo recordaba, chupaba sus huevos y mis manos laboraban con su pene que ya había alcanzado su erección total. Santiago sin decir nada, se dirigió al baño, de una me incorpore y quite mi pantaloneta y bóxer. Nos metimos a la ducha, Santiago enjabono sus manos y las paso por todo mi cuerpo, enjabono mi pene, cuando llego a mi culito me incline para dejar ver mi ano, paso sus dedos sobre el al cual reaccione de una manera que Santi se emocionó, lavo bien mi culito, sabiendo lo que me esperaba me deje, metió sus dedos, solo apretaba mi ano, para que Santiago dejara esos dedos en mi hoyo, yo solo atinaba a jadear de emoción, mi respiración y la de Santiago habían aumentado, estábamos ya muy arrechos.
Pero no queríamos cometer el error de la otra vez de terminar muy rápido sin habernos penetrado, yo hice lo mismo lo enjabone, metí mis dedos en su culito, nos enjuagamos, dejamos que el agua hiciera lo suyo y nos calmamos, nuestros penes estaban otra vez flácidos, nos turnábamos para recibir el chorro de agua, eso no bajo la arrechera un poco, solo atinamos a danos un beso como siempre nuestras lenguas entrelazadas, apenas sentimos nuestros penes empezaban a tener erección nos separamos, sabíamos que queríamos disfrutarlo al máximo, esta vez no lo haríamos en la cama, estaba el sillón de la sala, en el tv podríamos conectar el pc y ver porno, en el pc no veíamos nada.
Salimos de la ducha desnudos, secamos nuestros cuerpos y así desnudos nos dirigimos a la sala, estábamos ansiosos de empezar a picharnos(penetrarnos) el uno al otro. Cerré las cortinas de la sala, y conecté mi pc al televisor de la sala, la película aún no había empezado y Santiago ya estaba arrodillado chupando mi pene.
Me pare, y le dije espera, espera.
Santi: ¿Que paso no te gusto o qué?
Yo: Obvio, si, olvide el aceite.
Santi: crees que lo necesitemos hoy, no me gusta, queda un sabor en tu pene y no me agrado.
Yo: ¿lo intentamos sin aceite? Dolerá más.
Santi: ven con saliva, así no sabe feo.
Yo: sí que buena idea, ese sabor es como grasiento. Pero de todos modos lo voy a traer, por si algo.
Traje el aceite y lo coloque en el sofá, me senté, Santiago volvió a engullir mi pene, que de inmediato se volvió a poner full, me besaba los huevos, me acariciaba el culo con su dedo, no lo metía solo rosaba mi hoyito, yo gemía, me retorcía, mis movimientos hacia adelante y atrás mientras sostenía la cabeza de Santiago para hacer mis movimientos, ya no me rayaba con los dientes, lo tragaba todos, tenía ya liquido presiminal en mi cabeza, Santiago no paraba de chupármela, solo le decía: así, así amigo, chupas muy rico, cómetela todos, méteme los dedos a mi culito, mi culito es tuyo Santi, no dejes de chupar así, así, mientras sostenía su cabeza haciendo que tragara mi pene por completo.
Santiago paro un momento creo que estaba cansado, yo aproveche y me acosté en el sofá, al cabo de unos minutos y cerré mis ojos estaba excitado al 100, sentí cuando Santiago se subió encima y comenzó a besarme, se movía sobre mí, abrí mis piernas para dejar que su pene tocara mi hoyito, el entendió y empezó con su pene a buscar mi hoyito, ya me imaginaba otra vez su pene entrando y saliendo de mi anito, me excite aún más, pero Santiago tenía en mente otra cosa, quería que yo lo penetrara primero, así que se voltio y puso su pene sobre mi boca, quedamos en el 69, yo chupaba su pene ya no lograba comerlo todo, chupe sus huevos, empecé a lamer su culo, pasaba mi lengua por su ano, el gemía y se estremecía, apretaba sus nalga quedando mi rostro en medio de ellas, el no dejaba de chuparme el pene y acariciarme mi hoyito, lamio sus dedos y empezó a meterlos por mi culo, yo apretaba para que no los sacara, voltio y me dijo lame bien mi culito, es tuyo, ya te lo vas a comer, méteme los dedos quiero sentirlos. Así lo hice, primero metí uno, luego ya dos, los sacaba y lamia su hoyo otra vez, Santiago cada vez gemía más y se movía en círculos mientras yo lo chupaba. Una vez ya había metido tres dedos Santi se paró y se santo sobre mi pene el mismo buscaba la forma que lo penetrara, colocaba mi pene en su anito, empezaba a bajar para tener una penetración, yo le decía, comete mi pene amigo, mételo todo, quiero comer tu ano, como no entraba volvió y chupo mi pene dejando lleno de saliva, volvió y se sentó esta vez entro la cabeza, subía y bajaba sin dejar salir mi cabeza de su hoyito, yo empuje entro un poco más, Santiago exclamo una frase de dolor suave papi, suave. Deje que el hiciera lo suyo, entro un poco más, él se quedaba quieto cada que entraba un poco más, por fin entro todo, se quedó sentado un ratico sobre el empezó a subir y bajar yo gemía de placer, mientras acariciaba su cara, su pecho y su pene. Se inclino hacia mi empezamos a besarnos, ya comencé hacer lo mío, encogí mis pies, levante a Santi un poco y empecé a meter y a sacar mi pene, lo metía todo y lo dejaba allí, lo sacaba lento y arremetía con fuerza, Santi gemía, decía con duro papi, me besaba y me apretaba, yo acariciaba sus nalgas y su espalda, mirábamos de vez en cuando la tv y nos excitábamos más, de ver la experiencia con que lo hacían aquellos chicos.
Ya estaba por venirme y no quería terminar aun, así que le dije
Yo: Santi, para un momento no me quiero venir aún.
Santi: Vamos déjame un rato más come mi culo, es tuyo, me estas cogiendo rico, has aprendido mucho.
Yo: jajaja, me sirvió una semana de porno. Baja te cojo en cuatro.
Santi saco mi pene de su culo, aproveche para descansar un rato, mientras lo besaba y acariciaba su pene, se puso en cuatro lo acomode de lado y metí de nuevo mi pene, subí una pierna en el sofá me movía más fácilmente, arremetía con todas mis fuerza mi pelvis chocaba con sus nalgas y comenzaba a oír ese golpeteo que me excito, le di varias nalgadas, tocaba su pene que esta full, yo arremetía con todo Santi gemía, yo arremetí de nuevo con todo mientras miraba al techo, logre echar en su culo una gran cantidad de semen, Santi me vine en tu culo, te llene de semen, ya me sale semen Santi, me sentía en la gloria, pero no pare mi pene seguía parado y no quería perder mi erección, arremetía, pero mi pene empezó a ponerse flácido, y lo saque. Me tire en el sofá, exhausto, Santi se subió al sofá y metió su pene en mi boca, ya estaba a punto de venirse, solo basto con meterla en mi boca para que soltara una gran cantidad de semen, cuando se vino solo dijo que rico me has dado por el culo mano(amigo), ahora toma mi semen, solo lo saco cuando había terminado, no había regado nada, lo trague todo, me sabia especial, no sé, en ese momento me supo a la más rica chocolatina que haya probado, su cabeza tenía un poco, así que arrime mi boca a su cabeza y chupe lo poco que quedaba, quedamos tendidos en el sofá, Santi al rincón yo a la orilla, con un cálido abrazo de mi nuevo amor, sentía que lo amaba que era la chico más lindo y especial en mi vida, descansamos un buen rato, tratando de recuperar nuestro aliento y fuerzas para que Santi hiciera lo suyo.
Vimos por un rato la película que habíamos colocado en la tele y que hasta ahora solo habíamos mirado de reojo. Cuando Santiago sintió que había recuperado su aliento y fuerzas, me empujo y caí sobre el piso, reímos no había porque disgustarnos, habíamos pasado lo más lindo del mundo, me extendió su mano para ayudarme a parar, cogí su mano y me pare, quedamos frente a frente nuestros cuerpos totalmente desnudos, nuestros labios se entrelazaron en un beso apasionado con un abrazo fuerte. Nuestros penes ya comenzaban a recobrar energía y empezaron a tomar su erección.
Nos separamos y fuimos directo a la ducha, nos enjuagamos, Santi lavo mi pene y yo lave su anito que estaba pegajoso de mi semen, aprovecho y desocupo lo que le había dejado en su anito que ahora se veía con un hoyo grande. Aproveche para empezar a poner arrecho a Santi y me pichara, le di en beso apasionado y comencé a bajar para chupar su pene que estaba flácido, quería que pudiera entrar a mi boca totalmente y la única forma es cuando estaba dormido. Comencé a succionar su pene a chupar sus huevos, Santiago al ver que mi pene lo engullía totalmente arrimaba con fuerza mi cabeza contra su pelvis, sentía su olor a jabón a limpio y pensé me gusta más su olor a sudor. Su pene empezó a crecer rápidamente mientras yo chupaba desesperado su pene y huevos, ya mis manos estaban mas centradas en acariciar su estomago sus huevos, ya no preocupaba su ano, ya lo había comido, ahora era hora de que el me pichara.
Me pare, lo bese, tome una toalla y empecé a secar su cuerpo, pero no pase la toalla por su pene quería que esa parte estuviera mojadita para chupar las gotas que rodaban por los lados de sus huevos, seque sus piernas, pero nunca su pene, le pase la toalla y empezó a secar mi cuerpo, no deje que secara mis nalgas ni mi pene. Lo cogí de la mano y lo llevé esta vez lo haríamos en mi cama, tendí la toalla en mi cama para no manchar nada. Lo empuje y cayo en mi cama sentado, el se acostó boca arriba, su pene estaba parado, pero no estaba al 100. Sus piernas colgaban sobre mi cama, me agaché y comencé a chupar ese pene con la mayor tranquilidad, le sacaba su cabeza ya salía toda, sobaba mi lengua por toda su cabeza, metía mi lengua en su ojito del pene, a lo que Santiago gemía y hundía mi cabeza en pene para que lo tragara todo, no me resistía, lo metía todo aprovechando que no estaba al 100, chupaba sus huevos, yo estaba caliente muy caliente, quería que me pichara, que diera durísimo, así que deje de mamar su pene y busque la forma que Santiago me penetrara.
Me levanté y me senté sobre su pene, quería sentir ya su pene entrando en mis entrañas y sentir todo su semen en mi culo, sentía un gran deleite al sentir ese pene largo rosando mi ano. Yo estaba consciente que tenía que lubricarlo para que entrara pero mi arrechera era más, no me importaba si me dolía solo quería que me culiaran, trate de meterlo pero no pude meterlo solo la puntica, no quiso entrar más, Santiago ya gemía de placer de sentir su cabeza que ya había entrado a mi hoyito, decidí mamar su verga y dejarla con bastante saliva, así lo hice, puse mi culito en su boca y el la lleno de saliva, volví a tratar de metérmela, pero Santiago me tiro sobre la cama y me dijo levanta los pies, yo seré el que te penetre, respondí, si hazlo, hazlo pronto, no aguanto más, quiero todo tu pene en mi culo. Me acosté y de inmediato levante mis pies, dejando ver mi ano a su merced, Santi, coloco mis pies sobre sus hombros empezó a acariciar su pene en mi ano lo pasaba por mi hoyito, pero no lo metía, yo gemía, Santi mételo por favor mételo, no jodas, mételo todo de una vez, por favor, quiero tu verga en mi culo, mételo.
Santiago veía mis ganas, dejaba que me excitara más y seguía solo pasándolo por mi hoyito, estaba muy excitado, empecé hacerme la paja, ya no aguantaba más, Santiago seguía jugando con mi arrechera, con mi otra mano abría mi hoyito para que se animara y al fin la metiera, por fin de decidió, me jalo y quedo más cerca su hoyo a su pene, puso un brazo en la cama con la otra tomaba su pene y lo dirigía a mi culo, no dejaba de mirarme mi anito, una vez había ubicado su pene en mi ano empezó a empujar suave, mis gemidos eran cada vez mas largos, si, si, así so así so, métemela, mi culito es tuyo píchame, píchame con duro. Santiago se emocionaba y motivaba más empezó a meterla más rápido ya en unos pocos segundos había introducido todo su pene en mi ano, esperaba que dilatara para empezar su embestida, y así fue. Espero otros segundos y empezó a meterla y sacarla lentamente, una vez dilatado sus movimientos fueron más bruscos, me la sacaba suave y me la metía de una, esperaba unos segundos y arremetía, solo gemía así Santiago, más duro, más duro, él estaba totalmente arrecho, me miro se acerco mientras se movía me daba un beso con lengua, y arremetía de nuevo, me sentía en el mismo cielo, rodeado de estrellas, no quería que ese momento terminara, Santiago mientras me penetraba no deja de ver como su pene entraba y salía de mi ano, creo que esto lo excitaba más, de vez en cuando me la jalaba o se inclinaba a besarme, el resto de tiempo sus ojos eran fijos en su culiada, su cara hacia gestos de satisfacción, mientras yo gemía, que rico Santiago, no quiero que termines, sigue, sigue. Santiago me decía, tranquilo so no pienso terminar aun, ese culito es mío y lo voy a satisfacer, quieres tomar mi semen o te le echo al culo, le contesté, no sé, lo que tú quieras está bien, pero por favor no lo saques, dame más duro, y las arremetidas se hicieron mas duras. Dejaba su todo su pene adentro yo gemía. Arremetió con duro pensé que iba a terminar, pero no fue así, se quedó quieto pensé que había terminado y le dije
Yo: ¿Terminaste?
Santi: No, tomo aire jajajaja. Hagamos otra pose, y me la saco.
Yo: ¿Cual pose quieres? La que tu digas, mi culo es tuyo.
Santi: me dijo quiero de lado.
Yo. Que rico, se llama de cucharita, dije.
Me acosté de lado y levanté mi pie, el se acostó a mi lado, mientras acercaba su pene lentamente, yo deseaba que lo metiera de una, pero Santiago no quería venirse rápido, él quería follarme por largo rato, yo solo quería que me la metiera, así que arrime mi culo a su pene, el no atinaba levante un poco mas mi pierna y la metió, entro toda de una, ahora estábamos cerca, yo lo besaba y acariciaba su cabeza, pasaba mi mano por su cabello, que estaba un poco desorganizado, el empezó a meterla suave, yo gemía una y otra vez, bajo mi pie, quede de espaldas ahora me acariciaba mis nalgas las nalgueaba, apretaba duro, estaba bien excitado, Santiago gemía y me hablaba al oído, que rico culo tienes socio, estoy comiéndolo, ya pensaste donde lo quieres, dije si quiero tu semen en mi culo. Me fue volteando poco a poco quede boca abajo y Santiago sin sacarla se acostó encima mío, sus brazos lo sostenían mientras el metía y sacaba su verga de mi culo yo apretaba mis nalgas y el se excitaba más, debe ser por que quedaba apretado mi ano, gemía y decía si, que apretadito esta, así, me quiero venir, me voy a venir, me levanto un poco y quede en cuatro arremetió durísimo, sentí que Santiago ya se venía y comencé a pajearme lo más rápido quería venirme a la vez, Santiago arremetió con todo solo sentí cuando su pene empezó a soltar su semen en mi culo, él me tenía de mi cintura aprisionando con todo hacia su cuerpo, no quería que nada se saliera de mi ano, yo me pajee mientras el terminaba, me vine encima de la toalla, nos fuimos dejando caer, Santiago quedo encima mío esperando que se u pene perdiera erección para sacarlo, yo me sentía feliz de sentir a mi amigo encima mío recostado chupándome mis mejillas, no quería que se bajara nunca, cuando estuvo listo se dejo caer a mi lado quedando boca arriba, me volteé lo vi estaba exhausto, su respiración era agitada, me miro y me dijo que rico amigo, quede cansado, me tomo de la cabeza y beso, luego guio mi cabeza a su pene y limpie el semen que quedaba en su todo su pene, lo lamí, hasta dejarlo limpio.
Nos quedamos acostados un rato, en la cama ninguno de los dos quería levantarse, estábamos exhaustos, nuestros cuerpos estaban relajados, primera vez que nos sentíamos así, como si estuviéramos sobre una nube. Era una sensación de tranquilidad, nos daba la impresión que no pesábamos nada. Yo puse mi pierna encima de la pierna de Santiago, gire y eche un brazo encima. Solo queríamos descansar y que nuestros cuerpos, sobre todo nuestras piernas volvieran a tomar fuerzas. Yo acariciaba su pecho mojado en sudor, Santiago acariciaba mi espalda que estaba mojada de haber recibido tremenda follada, yo besaba sus tetillas, najaba mi mano hasta su ombligo, con mis yemas de los dedos las pasaba por su pelvis, era cierto que no sufriríamos una erección por ahora, pero nos relajaba mucho. Así duramos un largo rato, nos besamos era lo mejor que hacíamos teníamos basta experiencia, el tiempo paso rápido, Santiago ya tenía que irse, esta vez no estábamos adoloridos, lo único que nos dolía era que Santiago tenía que partir. Nos duchamos, puse otra pantaloneta y camisa, estaba dispuesto a salir a la calle un rato mientras llegaba mi madre, además era viernes, habría muchas chicos y chicas en la calle, podría charlar con alguna de las que nos besábamos y quien sabe. A Santiago le preste una pantaloneta y camisa para que no colocara la ropa sucia, quedo de devolverla pronto. Nos besamos con un abrazo muy fuerte, quedamos en repetirlo.
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