Presentación de Kitty Kat

Este será el comienzo de muchos relatos eróticos vividos tanto por mí como por mis allegados..
Hola a todos.

Después de muchos años de tanto pensármelo, he decidido abrir esta cuenta para confesar ante ustedes mis mas retorcidas fantasías y vivencias en el sexo desde muy temprana edad.

Empezaré presentándome. Mi nombre es Katherine, pero muchos me llaman Kitty Kat o Kat no solo por la abreviación de mi nombre, sino también porque me encantan demasiado los gatitos. Sin mencionar que papá decía que yo, de pequeñita, tomaba su lechita justo del mismo modo como podría hacerlo un gatito. Curioso, ¿no?

Mi edad es de 27 años, por lo que el sexo ha sido mi mejor amigo desde la primera vez que empecé a tocarme el coñito, a explorarlo y descubrir, gracias a mamá, que entre caricias y presiones me causaban un delicioso cosquilleo. Y sí, como ya podrán ver, me inicié en este mundo de perversión gracias al incesto, gracias a que papá adoraba mi cuerpo como el de una diosa. Desde pequeña ya demostraba que sería alta y esbelta. Mis pechos no se hicieron esperar a aparecer, tan redonditos y con pezoncitos puntudos que en casa siempre me prohibieron usar sujetador para no ocultarlos. Del mismo modo, mi cintura se achicaba pero mis caderas empezaban a sobresalir con forme yo creía. Mi trasero alcanzó el perfecto tamaño en que los pantalones, al igual que los sujetadores, terminaron de ser prohibidos en casa al igual que las bragas.

Mi piel blanca empezó a ser el lienzo en el que sutiles lunares y pecas empezaron a decorarlo. Cada una de ellas besadas por papá, lamidas por mamá y deseadas por mis hermanos. Mi cabello rubio, hermosamente ondulado fue tirado en más de una ocasión por los hombres de la familia mientras me cogían y me hacían suya y ni mencionar esos ojos grises con los que yo había nacido. Aquellos pequeños ojos que desde mi más corta edad habían visto las deliciosas formas en las que el amor, la calentura y la perversión se manifestaban en casa.

Les dejaré saber que mi núcleo familiar, en un principio y como era de esperarse, se conformó por papá, un hombre dominante y estricto pero amoroso que le llevaba muchísimos años a mamá, la cual conoció desde que ella había nacido, pues él era íntimo amigo de mi abuelo materno. Ambos trabajaban juntos en una empresa de eventos. Después de cada uno de ellos, ambos, junto con otros compañeros suyos, terminaban rematando las fiestas en la gran casa del abuelo. Muchas veces mi abuela era violada por algunos de ellos y otras veces por todos, pues su marido vivía tan orgulloso de su belleza, de su cuerpo y de lo puta que solía ser en la cama, que no tenía problema en prestársela a sus amigos como un simple recipiente de semen. Pero no les voy a mentir, eso era lo que más le encantaba a ella, hasta el punto en que ya no se enojaba si los traía a casa. Al contrario, era la que los esperaba con tragos, comida, cigarrillos y algunas chicas (hijas de sus amigas, a las cuales les pagaba muy bien esas noches) para el disfrute de todos.

Durante una de esas noches, solo había llegado papá y el abuelo a casa. Este último tan ebrio hasta el punto de que mi abuela, junto con mi papá, tuvieron que llevarlo a rastras a la cama en donde ambos lo desvistieron hasta dejarlo en bóxers para que pudiera dormir más cómodo.

— Anthony, ¿te quedarás hoy o tu novia te espera? — Preguntó esa mujer de edad abrazándose más a su levantadora de seda, la cual cubría su cuerpo desnudo pero dejaba ver, bajo la fina tela, esos respingados pezoncitos erectos por el frío.

— No, Anne. Debo irme, ella dijo que iba a estar en… — Suspiró, ya ni lo recordaba.

— Ni le prestas atención. — Bufó ella, apenas recordando que hace dos días Anthony se la había follado en la oficina del marido. — ¿Por qué?

— Tú sabes por qué. — Papá había quedado tremendamente encantado por lo puta que la abuela podía ser, pero por más de que quisiera prometerle el cielo y la tierra, ella era propiedad del abuelo. Fue por tal motivo, y ante la impotencia que le dio el volver a pensar en esto, que la abofeteó tan fuerte como para tirarla a la cama, justo al lado de su marido. Esto causó que, al caerse, la bata de seda se abriera de golpe. Él sonrió y así mismo se mordió su labio inferior. — Ah, esperabas ser follada esta noche.

— Sí, pero no por ti.

— Sí, claro que será por mí. — Abrió las delgadas piernas de golpe para rodearlas en su cadera.

— Anthony, por favor. Mi marido despertará.

— ¿Y qué pasa? Él te presta a todos menos a mí.

— Tú eres su mejor amigo.

— Exacto. Por ser su mejor amigo debería ser yo el que devore este puto coño. No otros.

— Anth… — Papá la calló con otra bofetada y aunque la abuela en todo momento se negó, papá, con su grandeza y fuerza, no tuvo problema en violarla justo al lado de su marido.

Tras una deliciosa corrida en el coño de la abuela, él se levantó y besó la mejilla estropeada de la pobre. Y fue justo en ese momento que una diminuta voz se hizo escuchar en la puerta de la habitación.

— Mami. — Dijo Marie, la que más adelante sería mi madre y mi adoración. Ella se tallaba sus pequeños ojitos y Anne estiró su mano para que la pequeña viniera hasta ella. — Hola, tío Anthony. — Susurró al ver al mayor arreglándose su traje y su corbata. Él le sonrió y cuando se acercó besó su frente. Anne aun se encontraba desnuda, sudada, llena de semen pero eso no le importaba. A fin de cuentas Marie también había sido participe de muchos juegos pervertidos de sus padres.

— Mi marido no quería que me follaras porque desde un inició, ante el amor y la adoración que te tiene a ti, quiso que tú fueras el único hombre de Marie.

—¿Qué?

— Ella… Nuestra hija, él la está educando para que sea capaz de complacerte a ti.

— ¿O sea que…?

— No, ella no ha sido tocada por ninguno de los dos, solo nos ha visto follar muchas veces, ha visto cómo, a veces, su padre me folla y otras veces cómo me viola cuando no tiene mi consentimiento. Ella, con sus diez añitos, sabe qué debe de hacer para complacer a un hombre. Ella sabe que en todo momento debe honrarte a ti, satisfacerte, amarte, engendrar para ti y cuidarte en todo momento. Anthony, sé que le llevas veinticinco años, por eso sabemos que estará bien contigo.

Y sí, fue así como esa relación entre mis padres empezó. Él siendo mayor que ella, pero mamá, muy a su corta edad, empezando a sentir cosas por él. Lo amaba, lo adoraba casi que como un dios y a todo lo que él pedía le decía «sí, señor». Fue por esto que papá nunca le fue infiel desde el momento en que su suegra le hizo saber que ella sería suya. Nunca necesitó de ninguna otra mujer pues en ella lo tenía todo, desde una dama hasta una puta, desde la perversión y morbo de una niña, hasta la perversión y calentura de una joven. Pero eso será historia de otro momento.

Más adelante ellos tuvieron dos gemelos y yo fui la tercera, la pequeña que desde pequeña fue domada para tomar el lugar de mamá y ser el recipiente de semen de todos en la familia, incluida ella y hasta los abuelos. Pero bueno, por el momento solo les diré que amé ese tipo de crianza, pues hasta el día de hoy, sigo enamorada de las vergas de papá y mis hermanos.

En fin, hasta aquí este breve resumen sobre mí. Aun me falta mucho que contarles pero ya lo haré poco a poco.

Les dejaré mis redes por si quieren algo de vídeos ricos que comparto y algunos post que empezaré a subir en mi X (Twitter) o por si quieren charlar conmigo y compartir historias, relatos, vivencias o conversaciones calientes por kik o por mi correo.

Y, por cierto, en kik estoy por si quieren rolear también algo. ¿Qué quiero decir? Pues si quieren tener la experiencia de estar hablando con alguien por chat solo para pajearse o tocarse, me pueden decir. «Mira, Kat. Tengo la fantasía de que estoy chateando con mi hija (o cualquier otra persona, personaje) y se pone caliente, ¿puedes ser mi hija por un instante?», yo con gusto lo haré. No se limiten por el tipo de perversión y tampoco por la edad, podemos jugar a cumplir esas fantasías por chat.

Chau. 💗

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