Vecinitos
Con dos hermanos morbosos.
Como les he contado en relatos anteriores, desde niño fui usado por un primo y eso despertó en mí todo tipo de perversiones.
Hace unos años una pareja se mudó cerca de nosotros y tenían un niño de 8 años y una niña de 5. En ocasiones me pedían que los cuidaramos mientras sus padres trabajaban. Ya habían pasado 4 años desde que vivían allí y ahora los niños tenían 12 y 9 años. Nunca los había mirado con alguna intención, pero anoche ocurrió algo que nunca esperé que pasaría.
Como en veces anteriores, sus padres tenían que ir a trabajar y me pidieron que los cuidara. Esta vez, no llegarían hasta el próximo día así que se quedarían a dormir conmigo. Solo tenía una habitación en mi casa, así que les tocaría dormir conmigo.
Los niños llegaron de la escuela y se fueron a cambiar. Cuando salieron del cuarto, Nicol solo traía puesto un camisón y Manny un pantalón corto de mezclilla. Ya ambos cuerpecitos estaban comenzando a formarse. Quedé bobo con Nicol. Sus pechitos comenzaban a marcarse bajo el camisón. Manny se fue a ver la tele, mientras Nicol, que era muy cariñosa conmigo se agarraba de mi cuello y me daba besos en la mejilla. Eso me calentó. La levanté y la senté en mi falda. Yo sabía que ella ya sabía lo que era el sexo, pues era una niña muy curiosa y sus padres me habían contado que la habían visto masturbarse en más de una ocasión. Ella sintió mi verga dura en mi pantalón y me miró con una sonrisa pícara. Sin pensarlo comencé a acariciarle sus pechitos por encima del camisón. Ella no protestaba. Se notaba que le gustaba lo que estaba ocurriendo. Le empecé a besar y metí mi mano debajo de su camisón y comencé a sobarle su panochita. Estaba humeda y calientita.
Estabamos tan envueltos que no nos dimos cuenta que Manny estaba en la puerta mirándonos.
«¿Qué hacen?», preguntó. En su pantalón se le marcaba una erección.
«¿Te gusta lo que ves?», le preguté. «Sí», dijo.
No lo pensé y lo invité a que se acercara. Mientras se acercaba, tomé las piernas de Nicol y las abrí para dejar su panochita a toda vista para su hermano. «Tócala». El niño acercó su mano y comenzó a masajear a su hermana. «Bájate y pásale la lengua por la rajita». Manny se dobló y metió su cabeza entre las piernas de sus hermana. Nicol se retorcía y yo me moría de placer al verlos disfrutar de su sexo. Mientras tenía a Nicole en mi falda, me bajé mis pantalones quedando desnudo y con mi verga de 18cm en la cara de Manny que aún estaba dándole placer a su hermana.
El no se molestó. Incluso, mientras yo besaba y seguía acariciando a Nicol, sentí la boca caliente de Manny alrededor de mi verga. El putito estaba dándonos placer a su hermana y a mí al mismo tiempo. Se la tragaba completa y volvía a lamer a su hermana. Estuvimos así como por 10 minutos más y no pude aguantar, descargué tres intensos chorros de esperma en la boca de Manny.
«No te la tragues», le dije. Tráela para que todos la podamos disfrutar. Lo acerqué a Nicol y los hice darse un beso. Se veían muy tiernos. Se pasaban mi esperma de boca en boca. Me acerqué y comencé a besar a Manny también. Los tres estábamos en un transe. Luego de unos minutos, me paré, senté a Manny en la silla y le dije: «Es tu turno. Ahora nosotros te vamos a hacer disfrutar a ti».
Nicol me miró con una sonrisa cómplice y Manny se echó hacia atrás a recibirnos entre sus piernas….
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