1 + 4 (II)
Continuamos con mi sobrino..
Después de que mis dos amigos se fueron de la casa después de darle caña a mi sobrino de doce años las cosas se tranquilizaron, un poco. Mi sobrino se quedó dormido en el cuarto, desnudo y lleno de la leche que le metimos los 4. Mi otro amigo y yo nos fuimos a la terraza para fumar un porro, los dos estábamos desnudos con restos de leche en la vergas. Recordando lo que había sucedido tan solo unos minutos atrás.
Cuando el porro se nos hubo terminado queríamos más así que mi amigo le hablo a un conocido suyo, hablaron un rato y a mi amigo se le dibujo una sonrisa malvada en el rostro a la vez que acariciaba su verga. A la hora de estar esperando y bebiendo un tipo llegó al frente del edificio, montado en un auto. Al bajarse pude notar que era muy alto y corpulento. Mi amigo le habla y le indica a qué piso subir.
Abrí la puerta aún desnudo y nuestro nuevo amigo entro y ahí pude comprobar muchas cosas, mi mente esta trabajando lento por el porro anterior y la cerveza. El tipo es muy alto, con varios tatuajes en el cuerpo y otro más en el rostro, el cual se veía que era de pocos amigo. Trae en su muñeca una enorme cadena dorada y al saludarnos pude ver un par de dientes dorados.
Mi amigo lo saluda igualmente va desnudo y esto al recién llegado al parecer no le molesta. Nos entrega la bolsa llena de mota y pregunta con voz gruesa y autoritaria – dónde está mi pago? – a lo cual volteo a ver a mi amigo, pues la verdad yo no contaba con efectivo para pagar toda esa yerba. A lo cual mi amigo se sonríe y conduce a nuestro nuevo amigo a la habitación donde dormía mi sobrino de doce años.
Al ver a mi sobrino así desnudo me entró un calor hijodeputa que de nueva cuenta volví a estar empalmado. Aquel hombre nomás vio a mi sobrino dormido se empezó a sobar el bulto. Me acerco a mi sobrino y lo despierto, al abrir sus ojos me ve y yo le explico que tengo un amigo nuevo que quiero que él conozca. Mi sobrino se voltea y al ver a aquel hombre lleno de tatuaje se sienta en la orilla de la cama. Me voltea a ver a mi, luego a mi amigo, sigue su vista a nuestro nuevo amigo y me devuelve la mirada, con una seña le indico que siga y pos mi sobrino entendiendo lo todo estira su brazo hasta alcanzar los webos del recién llegado. Nuestro nuevo amigo se acerca hasta mi sobrino, le toma la cabeza con su mano tatuada y le lleva hasta su verga, mi sobrino sin reproche y ganoso abre su boca para meterse esa verga blanca.
En pocas mamadas aquella verga alcanza un buen grosor, no era larga pero si resultó ser muy gruesa. Mi sobrino abría tanto como podía su boca para tragar todo eso. Mi amigo preparo un porro, lo encendió y le dió una calada, me lo pasó a mi y también le dí una buena calada. Nos sentamos en la cama desde donde podíamos ver cómo mi sobrino de doce se traga toda la verga de su nuevo amante en turno. Todo se desarrollo lento a mi parecer, el amante nuevo de mi sobrino se quedó totalmente en pelotas, mientras que con sus dos manos empuja la cabeza de mi sobrino para llenarle la boca con su verga.
Aquel hombre de pie le indica a mi sobrino que le muestre el culo a lo que mi sobrino ni tardó ni perezoso se voltea, quedando en cuatro sobre la cama. Pega su cabeza en una almohada y con sus manos abre su propio culo. El amante de mi sobrino se agacha un poco, le avienta un escupitajo al culo de mi sobrino y de una le deja ir dos dedos por su hoyo. Mi sobrino se queja pero no se mueve, se queda ahí jorobando su espalda, pero no hace por sacar aquellos dos dedos de dentro suyo. El nuevo amante sigue escupiendo el culo de mi sobrino y moviendo sus dedos mientras se masturba. Mi amigo y yo vemos todo y gratificante nuestras vergas responden a lo que sucede engrosando y escurriendo precum.
En un segundo nuestro nuevo amigo se acomoda, escupe pero ahora sobre su verga, lo embarra por todo su grosor. Abre las nalgas de mi sobrino y sin decir palabras se la deja ir, toda, hasta adentro. Mi sobrino ahoga su grito mordiendo la almohada mientras que sus manos se aferran a lo que encuentran. Unos segundos el nuevo amante de mi sobrino se queda quieto con lo ojos cerrados, moviendo su cabeza hacia los lados y sonriendo maliciosamente para después empezar a bombear el culito de mi sobrino. Yo ví como unas gruesas lágrimas escurrían por las mejillas de mi sobrino pero no se quejaba de dolor, aguanto todo aquello. En un instante el nuevo amante de mi sobrino lo está empalado de forma sonante y constantes. Le da sonoros golpes en sus pequeñas nalgas seguida de improperios como: putita, mi nueva putita, perrita tragona y culito caliente. Mi sobrino solo podía responder con gemidos pausados y ahogados por continuar mordiendo la almohada.
Mientras sus manos acarician el vientre abultado de su nuevo amante. Mi otro amigo y yo seguíamos masturbandonos mientras fumamos yerba. En eso veo que el nuevo amante de mi sobrino lo levanta en el aire como si no pesará nada, lo acomoda y lo vuelve a penetrar. Mi sobrino es sostenido por las piernas abiertas mientras su nuevo amante le muerde el cuello. Lo lleva hasta donde está el espejo grande que tengo en mi cuarto, ahí se queda, ambos viéndose como están en plena faena. El amante de mi sobrino ni se quejaba o se le veía cansado al cargar con mi sobrino, sino al contrario se le veía excitado mientras le llena el culo con su carne.
Después de varios minutos de verse al espejo el amante de mi sobrino lo arroja sobre la cama, se agarra de los tobillos de mi sobrino y lo jala hasta la orilla, le abre las piernas y escupiendo una vez más al culito de mi sobrino se lo vuelve a llenar una vez más. Mi sobrino ya no se queja de dolor sino que está entregado ¿Creo que vamos a tener una inagotable cantidad de yerba en casa? Jejejeje
Las delgadas piernas de mi sobrino están apoyadas sobre el pecho de su nuevo y enorme amante. Quien le seguía taladrando el culo sin contemplación, propinandole escupitajos, cachetadas y malas palabras, alabando su culito caliente. Yo no pude aguantar más y me levanté de mi sitio, me acerque hasta alcanzar el rostro de mi sobrino que al verme tan cerca abre su boquita y recibe en ella toda mi acumulada leche. Mi otro amigo apenas y alcanza a llegar para también llenarle el rostro de leche.
Aquel hombre continuo llenándole el culo otro rato más a mi sobrino. Hasta que se harto y con alaridos le empuja la leche hasta las tripas a mi sobrino, que acostado en la cama seguía degustando mi leche y la de mi amigo. Cuando todo quedó tranquilo nos volvimos a salir a la terraza para continuar bebiendo y nuestro nuevo amigo nos pide que si queremos más yerba le avisamos pero que el pagó sería en especie.
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