1 Abogado, 1 Medico y 1 Cura
Las normas de la familia le llevan a Matias a sufrir una experiencia traumatica.
Un Abogado, Un Doctor y un Cura, eso era lo que nos enseñaba mi mamá, toda familia que se respete debe tener un Abogado, para que ayude con los temas legales, un Doctor, para que atienda la salud de la familia, y un Cura, para que consiga la gracia de dios para todos.
Estoy seguro que si hubiera tenido una hija, diría que se tenia que casar para tener hijos, una madre a la antigua digamos, pero bajo ese esquema nos educo a los tres, Víctor el mayor que para los inicios de la historia estaba con 17 años estudiando para entrar a la facultad de derecho, Alejandro el que le tiene comprometido a estudiar medicina, y yo Matías, que me empezaba a preparar para la primera comunión, yo tenia que ser el cura de la familia, por eso insistió que fungiera de monaguillo en la parroquia del barrio.
Al principio el párroco era un hombre mayor, Samuel se llamaba unos 70 años, el era muy amable, y me decía “No debes dejarte llevar por tu mamá, para ser sacerdote debes sentir el llamado del señor”, la cosa que en esos primeros años entre mis 7 y 16 años, este cura me educo en todas las artes de ser sacerdote, pero insistiendo que no debería dejar llevarme por los deseos de mi madre, cuando cumplí 16 años, ya había hecho la primera comunión hacia unos 4 años, y mi cuerpo había evolucionado con un lindo culito, una polla decente, pero seguía teniendo la cara angelical de un niño inocente, el párroco había fallecido hace dos semanas, y se le hizo un velorio en la parroquia muy bonito, y vino el obispo, pero nombraron a un nuevo Párroco, un hombre joven de treinta y tantos.
Cuando recién llego, me dijo que yo no servía para ser cura, que mejor buscara otra profesión, pero si yo sentía que tenia la vocación, y el llamado de dios, el me instruiría, pero era muy severo, y también tenia unos comportamientos extraños, cuando estábamos revistiéndonos para la misa, una tarde paso algo muy extraño.
-Sabes tienes un bonito culo-dijo el cura llamado Frank.
-Señor que cosas dice-dije- dios no debe gustarle que mire el culo de las personas.
-Soy hombre-dijo el Cura- y tengo ojos, si dios no quisiera que mire y admire, no me hubiera puesto ojos.
-Entonces si dios le dio una polla es por que quiere que se reproduzca-dije- y usted a hecho votos de castidad.
No me respondió, pero sus comentarios sobre mi culo se repitieron varios días seguidos, yo cada vez estaba más incomodo, quería dejar de ser su monaguillo, pero mi Madre me reprendió, y me dijo que entre mas cerca de dios estuviera, tendría mas chance que me recomendaran para el seminario.
-Mamá-dije- puedo ser monaguillo en otra parroquia.
-Yo no tengo tiempo para llevarte a otra parroquia-dijo- además sabes que colaboras todos los días en la Misa de la noche.
-Pero mamá-proteste- el padre Frank, se comporta de formas extrañas.
-Es el Padre-dijo mi Mama- y lo que hace es en nombre de dios.
Yo no segui protestando, los días siguieron, y cada día sus comentarios eran mas groseros.
-Sabes Matías-dijo Frank- ese culo hay que inaugurarlo.
-Padre-dije- esta proponiendo que cometa un pecado.
-No jamás-dijo Frank persignándose- solo dije una realidad, mas de un compañero tuyo estoy seguro que quisiera comérselo.
-No padre-dije- Estar con hombre como se esta con una mujer, es un pecado mortal.
-Nunca te incitaría estar con un hombre en temas íntimos-dijo Frank- que dios me perdone si lo hago,
-Espero que ese tipo de comentarios no se repita-dije.
-Tranquilo-dijo Frank- quédate después de misa, necesito que me ayudes a preparar unas cosas.
-Está bien padre-dije.
La misa paso con normalidad, y al terminar el padre me llevo al sótano de la iglesia, para mi sorpresa no había ninguna figura religiosa allí, me acordaba que con el párroco anterior eso estaba lleno de Imágenes, de santos y alguno que otro cristo, pero estaba vacío de toda imagen religiosa, en su lugar había una cama, espejos y como un estudio de grabación, había cámaras y luces.
-Tenemos que grabar tu presentación-dijo Frank- para el seminario.
-No es muy pronto-dije- todavía me faltan dos años de escuela.
-No-dijo Frank- cuantos años llevas preparándote, unos 7 u 8 años.
-casi 10 años-dije.
-Tu hermano ya se graduó de abogado-dijo Frank- tu otro hermano casi ya es médico, es hora que empieces tu preparación
Frank saco una botella de vino de consagrar, y sirvió dos copas, me dio una.
-Toma-dijo Frank- cuando seas sacerdote tomaras varias veces al día, es mejor que te acostumbres.
-Pero esto es para bendecir-dije- es para que se convierta en la sangre de cristo.
-Aquí en este espacio-dijo Frank- no está dios, yo prepare este lugar, para que dios no esté presente.
-Dios está en toda partes-replique- no hay lugar en el universo donde no este dios.
-No-dijo Frank- dios esta donde hay dos o mas personas reunidas en su nombre, y ahorita no estamos reunidos en su nombre.
-Decir que dios no esta presente-dije- es pecado padre.
-y en este lugar se peca-dijo Frank
Frank se acerco a mí, de una manera imponente, y me dio un beso con profundidad, yo estaba congelado, no respondía, y eso le dio pie para desabrocharme los pantalones, y poner su mano en mi culito.
-Padre-dije- que hace.
-No soy el Padre Frank-dijo- soy solo Frank, y tú serás mío.
-Pero-dije-esto es pecado.
-Y este lugar es para pecar-dijo Frank- el otro día me preguntaste para que dios medio polla, si no engendraría bebes, pues me la dio para entrenar Novicios, como tú.
Frank me tiro en la cama, prendió la cámara que se encontraba apuntado a la cama, y se abalanzó sobre mí, terminando de quitarme la ropa, y besando y mordiendo cada parte de mi cuerpo.
-Vas hace mía pequeña putita-gimió Frank.
-Suélteme-dije- no quiero
-Vas a ver que te va a gustar-dijo Frank- no serás el primer ni el ultimo monaguillo que me follo, y con ese culito virgen, paradito uff que delicia.
-No por favor-dije, pero justo Frank me beso con rudeza.
-Grita todo lo que quieras-dijo- nadie te escuchara, una de las primeras cosas que hice, fue insonorizar este sótano, para tener mis encuentros sexuales.
Sus toques eran bruscos, me causaban dolor, y cuando llego a mi entrada, la chupo y mordió los pliegues, yo me quejaba de dolor, no estaba sintiendo nada de placer, cuando se desnudo vi que tenia una polla de 20cm gruesa, me tense todo, el no le importo, y la puso en mi entrada, sentí un dolor terrible, grite y empecé a llorar, nunca había sentido un dolor tan desgarrador en mi vida, pero Frank no se detuvo, cada vez embestía con mas fuerza.
-Eres mi putita-dijo- eres mi putita.
Yo lloraba y gritaba de dolor, cada vez el embestía mas rápido, hasta que sentí un liquido caliente, que mas que aliviarme, me causo un ardor insoportable, me había llenado de su leche, el se salió y con su móvil tomo fotos, de mi culito roto, botando su leche y mi sangre, yo no podía hacer nada, mas que seguir llorando, Frank me tiro la ropa.
-Vete-dijo- y no le cuentes a nadie.
Me vestí como pude, apenas podía caminar, me dolía todo, cuando llegué a casa, mi Mamá no estaba, estaba trabajando, estaba mi hermano Alejandro.
-Matías que te pasa-dijo cunado me vio entrado cojeando.
-Nada-intenté mentir, pero mis lagrimas salieron y me metí entre sus brazos.
-Que te paso-dijo Alejandro- no vienes de la iglesia.
-El párroco me violo-dije entre sollozos.
-No puede ser-dijo Alejandro- debes estar confundido, es un Sacerdote, no puede haberte hecho eso.
-Pero lo hizo-dije- y lo tiene grabado, el pervertido.
-Tranquilo vamos a revisarte-dijo Alejandro.
Fuimos a mi habitación y me baje los pantalones, el miro, y toco, eso me dolió y pegue un grito.
-Te dejo todo desgarrado-dijo Alejandro.
Fue a su habitación y trajo una pomada.
-Póntela dos veces al día-dijo Alejandro- y cada vez que vayas hacer del dos, en unos días estarás como nuevo.
-No le digas a mi mama-dije- no quiero que el Cura tome represalias.
-No diere nada-respondió- pero como no quieres que te violen con este culito tan rico que te cargas hermanito.
CONTINUARA
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