2º Relato de mi esclavo Sum-Dan
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por shavedj.
Entrada del 30 mayo 2010
El pasado jueves, a partir de las 10:00 de la mañana tuve una nueva sesión con mi Amo y Señor Shaved J.
La excitación invade mi cuerpo en cada sesión, oir su voz susurrandome, ordenandome, insultandome y humillandome en todo momento es maravilloso, ¿qué más se puede pedir?.
En mi estado de desnudez, tal y como a él le gusta, a cuatro patas con la cara en el suelo pegada y el culo totalmente expuesto recibí azotes con la palma de la mano sobre mi culo hasta que quedo rojo y ardiente.
Posteriormente un cordel ató mis genitales hasta dejarlos tensos y pegados a mi ano, podía sentir mi ano palpitante junto a mis genitales también palpitantes.
Tras ello, con mi culito expuesto, nueva tanda de azotes sobre mis nalgas, hasta conseguir ese bonito color rojo que tanto le gusta.
No hubo ningún tipo de calentamiento previo, el dildo se posicionó sobre mi entrada trasera, penetrándola y violándola sin ningún miramiento. Fue avanzando sin compasión hasta invadir totalmente mis entrañas y empezar ese delicioso vaivén, ese mete-saca que consigue arrancarme aullidos y gemidos de placer. Saliendo totalmente para entrar de golpe hasta el fondo, no permitiendo que mi culo se relajase. No había tregua, mi Amo y Señor, me exigía un orgasmo anal y yo no puedo negárselo nunca, puesto que le pertenezco y mi placer es suyo.
Tras ello, la dilatación era grande pero no suficiente, sintiendo como hasta ocho dedos comenzaron a presionar y dilatar mi ano brutalmente, separando mis cachas a cada lado sin miramientos de ningún tipo.
De pronto el dildo se posición a de nuevo en mi entrada trasera y la vuelve a fornicar arrancándome nuevos gemidos, ya no puedo controlar mi cuerpo, los orgasmos anales se suceden y comienzo a mearme de gusto como si fuese un surtidor, no puedo parar, la risa de mi Amo y sus insultos acompañan a mi cuerpo hecho un guiñapo a cuatro patas, totalmente sodomizado, mis genitales atados y doloridos y yo oliendo a animal.
Finalmente mi Amo y Señor me exige un orgasmo genital que sin mucho esfuerzo le dedico entre mis gemidos y sus palabras de humillación. Una vez extraido el nectar de mi cuerpo lo limpio todo con mi lengua tal y como le gusta a mi Señor.
Y quedo en medio de la sala, con mi cuerpo sucio, el dildo hundido hasta el fondo de mi culo, sintiendo el orgullo de poder servir a mi Señor.
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