A los 6 años, empecé mi carrera de vicioso… CAPITULO III
Después de mi alucinante primera sesión de sexo con él, comencé a fijarme con mas detalle en todos lo profesores del colegio, eran todos curas, y vivían allí mismo. Éramos casi 700 alumnos y era el colegio más grande de la región..
A los 6 años, empecé mi carrera de vicioso… CAPITULO III
Tan solo habían pasado 3 días de mi primera y fantástica experiencia con el padre Beltrán y cada vez que le veía en el patio del colegio o por las escaleras, me estallaba el corazón y ya no dejaba de pensar en todo el día cuando volveríamos a estar juntos. El, actuaba normalmente, incluso, parecía que ni me veía cuando nos cruzábamos.
Después de mi alucinante primera sesión de sexo con él, comencé a fijarme con mas detalle en todos lo profesores del colegio, eran todos curas, y vivían allí mismo. Eramos casi 700 alumnos y era el colegio más grande de la región.
Esa tarde, mi hermano gemelo, Marco, tenía de nuevo su clase de refuerzo y yo rezaba para que volviera a encontrarme al padre Beltrán.
Me coloqué en el mismo lugar que me encontré con el padre Beltrán hacía 3 días, y como un milagro, allí apareció él. Me miro y sin acercarse a mí, me hizo un leve gesto con la cabeza y entendí al instante que debía seguirlo a cierta distancia.
Cuando llegó a la puerta del gimnasio donde estaba la piscina, yo aun no había terminado de bajar las escaleras que terminaba en la planta del gimnasio y oí el sonido del gran manojo de llaves que siempre llevaba el padre Beltrán, de repente escucho su voz en voz alta y yo me quedo congelado en el tercer escalón para que no me viese la persona con la que empezaba a hablar.
Padre Beltrán- Le queda mucho hermano?
Desconocido- No, ya he terminado
Padre Beltrán- Puede seguir en la recepción y en 10 minutos tómese un descanso.
Desconocido- Si hermano Beltrán.
Enseguida reconocí su voz, era el padre Manuel. Él no daba clases, solo le veíamos limpiar los suelos y los jardines y ayudar a Luis, el encargado de mantenimiento del colegio.
Era un hombre enigmático, siempre me llamó la atención verlo limpiar o trabajar en arreglos.
Físicamente, era como el actor Willem Dafoe, aunque yo aun no conocía a estos actores, con los años aprendí a identificar tipos muy específicos de hombres que se repiten como si fueran genéticamente de la misma familia aunque sean de países diferentes.
Escuche sus paso como se alejaban y baje las escaleras, la puerta de la piscina estaba abierta y entré. Tras ella estaba el padre Beltrán que la cerro cuando pasé. Nos dirigimos a la habitación de las calderas donde se encontraba el pequeño laboratorio de revelado.
Me temblaba todo el cuerpo de miedo y excitación. Cuando entramos por fin, el padre Beltrán cerró con llave y encendió la luz roja.
Padre Beltrán- ¿Como está mi pequeño cerdito?
Y- Bien, padre.
Padre Beltrán- Acércate.
Si queréis saber como era físicamente el padre Beltrán, era casi idéntico a este del siguiente video:
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Me cogió por la cintura y me puso de pié sobre la silla. Sin mediar palabra, comenzó a quitarme la ropa hasta dejarme totalmente desnudo ante él.
Padre Beltrán- Que bonito eres!
Me bajó al suelo y comenzó a desnudarse muy despacio. Primero se quitó la camisa y se quedó con una camiseta de tirantes blanca, se despojó de ella y entonces, mis ojos no podían creer lo que veían! Sus hombros anchos y redondos, con una musculatura que no se apreciaba cuando estaba vestido, su cuerpo muy velludo, moreno con algún pelo blanco. Su vello, muy pegado a su cuerpo formando maravillosos dibujos circulares alrededor de sus pezones oscuros y en su abdomen, el vello marcaban horizontalmente sus abdominales.
Aún no se había quitado la parte de abajo y yo solo deseaba tocar ese cuerpo y chupar esos masculinos pezones!
Se descalzó y se quitó los calcetines. No podía dejar de mirar sus pies, morenos, con unas uñas perfectamente arregladas al igual que las de sus manos. Se desabrocho el cinturón y doblando su cuerpo hacia delante se sacó sus pantalones y su calzoncillo de una vez, sin que pudiera verle su miembro ya que era tapado por su cuerpo inclinado.
Se alzó ante mí, completamente desnudo, sereno, dejando caer sus brazos relajados.
Ahí estaba, como un dios! Mirándome fijamente a los ojos, con su polla y sus huevos colgando placidos ante mi cara atónita. Su prepucio tapando su glande como si fuera un regalo aun sin abrir, sus piernas velludas como dos columnas y esos pies majestuosos y perfectos.
Mi pequeña polla se puso dura como si tuviera un resorte al ver por primera vez el cuerpo de mi primer macho, desnudo ante mí.
El padre, se sentó en la silla apoyando su espalda en el respaldo y con sus piernas medio abiertas y sus huevos y polla colgando del asiento dijo:
Padre Beltrán- Te gusta, peque?
Y- Oh, si padre, si.
Padre Beltrán- Pues empieza por los pies.
Sin esperar ni un segundo, me puse de rodillas y empecé a lamer sus pies, parecía que había adivinado que eso es lo que estaba deseando hacer desde que se descalzó.
Padre Beltrán- Eso es, chúpalos bien, peque. Mete la lengua entre los dedos.
Ufff.. que placer! Saboreaba esos pies y su sudor era como un afrodisíaco para mi. Me metí su dedo gordo en la boca y comencé a succionarlo como si fuera su polla. Con el otro pié, me daba pequeños golpecitos en la espalda y me empujaba la cabeza para que me metiera más dedos en la boca.
Llegué a tener 4 dedos dentro de mi! Él me ponía sus pies en la cara y yo me volvía loco chupándolos y comiéndolos.
Padre Beltrán- Vaaale, tranquilo, hay tiempo, tranquilo.
Cuando miré hacia arriba para mirar su cara, vi como su rabazo ya estaba duro y tieso como una barra de hierro, y como un felino, me tiré hacia aquella maravillosa verga para meterla en mi boca y empezar a chuparla, no me importaba ahogarme con ella! No podía tragarme ni la mitad, cuando ya la sentía en mi garganta.
Mis babas resbalaban por su polla y le bañaban los huevos, el me cogía del pelo y me dirigía la cabeza por donde quería que lamiera. Yo era suyo, solo quería darle placer, sentir todo su cuerpo en mis manitas.
Estaba follándome la boca con su verga cuando la saca de golpe, se inclina y cogiéndome de la cintura de nuevo, me vuelve a colocar de pie en la silla, el se arrodilla ante mi y se mete mi polla y mis huevos en la boca mientras con su lengua, vuelve a limpiarme mi pequeñito y rojo glande. Empieza a chupar cogiéndome con sus manos del culo y empujándome hacia su boca. No podía aguantar más!
Y- Padre, padre!!
Padre Beltrán- Vamos peque, dámelo!
Y- Padreee!!
Me corrí en su boca sin poder aguantar más mientras él, se tragaba de nuevo mi pito y mis huevos. Tuve que empujar su cabeza para que me dejara porque el placer se empezaba a convertir en cosquillas insoportables.
Se alzó y me beso en la boca metiéndome toda su lengua y traspasando un poco de mi leche desde su boca a la mía, era como un manjar de dioses el sabor de mi leche mezclada con su caliente saliva y esa enorme lengua que me inundaba la boca!
Padre Beltrán- Jajajaja… que?… bien?
Yo no podía ni hablar!.
Y- Uff..si, si, si!- no podía articular otra palabra.
Padre Beltrán- Tenía que hacerlo, estabas muy caliente y tenía que tranquilizarte un poco – dijo sonriendo.
Me bajó de la silla, se sentó en ella y cogiéndome de la cintura de nuevo, me levantó como una pluma y me sentó sobre su regazo.
Mientras el acercaba mi cuerpo aun tembloroso a su pecho desnudo, me rodeaba la cintura con su brazo y yo, me acurrucaba en él como un polluelo mientras recolocaba mi culito para sentir la forma, el tamaño y el calor de su verga y sus huevos.
Cogió mi mentón para hacer que le mirara a los ojos. Quedé hipnotizado observando su rostro masculino y una expresión de paz y honestidad que irradiaba de su cara y que muy pocas veces en mi vida volvería a encontrar en otros rostros.
Padre Beltrán- Sabes que me gusta mucho estar contigo?
Y- Si?, a mí también, padre. Mucho, mucho!- Abrazándome fuertemente a su cuello.
Padre Beltrán- Si guardas nuestro secreto, estaremos así muchas veces y te enseñaré muchas cosas que te van a gustar.
Y- Si, padre. Quiero aprender todo.
Mientras me hablaba, empecé a notar dos de sus dedos acariciándome el agujero de mi culo, empecé a moverlo mientras nos mirábamos a los ojos.
Padre Beltrán- Te gusta?
Y- uhmm! Si, padre.
Puso un montón de saliva en sus dedos y comenzó a hacer círculos en mi agujerito y en unos segundos, intuitivamente, yo estaba separando mis piernas y él empujaba uno de sus dedos dentro de mi culo.
Era maravilloso, solo me había metido un dedo de mi hermanito mientras jugábamos pero el dedo del padre Beltrán… ufff… era maravilloso sentir con que dulzura lo hacía mientras me miraba y sentía su aliento en mi boca.
Padre Beltrán- Mételo todo, amor.
Empujé fuertemente hacia abajo y sentí como entraba su dedazo en mi ano produciéndome un dolor parecido a una quemadura.
Padre Beltrán- Tranquilo, respira y cuando te relajes, siéntate con todo tu peso.
Me daba todas esa instrucciones sin apartar los ojos el uno del otro e hice lo que me mandó.
Cogí aire y me senté con fuerza sobre su dedo.
Y- Ahhhh! Siii, padre!!
Padre Beltrán- Eso es, amor, fóllate con él.
Subía y bajaba para follarme con su dedo. Me estaba volviendo loco de placer, no quería sacármelo nuca de mi culo!
Me levantó, sin sacar su dedo de mi culo y me tumbó en el suelo boca arriba, me hizo apoyar mis piernas en sus maravillosos hombros. El se metió mi pié en la boca y empezó a comérselo y chupármelo mientras sentía como resbalaba por mi pié una cantidad enorme de sus babas mientras me seguía follando y esta vez, girando su dedo dentro de mi.
Mi polla quería estallar otra vez y el padre Beltrán al ver que me retorcía y gemía de placer porque estaba apunto de correrme, sacó su dedo de golpe y me dijo:
Padre Beltrán- No te corras! Siéntate a mi lado.
Me senté delante de él dándole la espalda mientras recuperaba el aliento y el me abrazaba con un brazo.
Padre Beltrán- Mira.
Me mostró el dedo con el que me había estado follando y alrededor de su perfecta y rectangular uña, tenía una pequeña masa marrón que enseguida reconocí y me produjo una vergüenza que me hizo empezar a sudar. Y creyendo que no podía ser un momento más humillante, escucho como desde fuera, giran el pomo de la puerta para intentar entrar. Al segundo intento, la puerta se abre de golpe y aparece el padre Manuel, y observa la escena del padre Beltrán totalmente desnudo, abrazado a su alumno de 7 años.
El padre Beltrán me agarra fuertemente para que no me moviera y dirigiéndose al padre Manuel dice:
Padre Beltrán- Hola, hermano Manuel. Cierre la puerta.- y susurrándome al oído me dice dulcemente.- Tranquilo, es un amigo para jugar.
No sabía que estaba pasando, se mezclaban todas las emociones, miedo y vergüenza sobre todas ellas.
Padre Beltrán- Vamos hermano, no nos haga esperar.
Sin mediar palabra, el padre Manuel se desabrocha el cinturón, se descalza y agarra su hábito por la cintura tirando de el y se queda totalmente desnudo ante nosotros!
Yo estaba paralizado y excitado de ver la escena del padre Manuel de pie y en pelotas ante nosotros.
Su cabeza rapada al 1, extremadamente delgado pero con todos sus músculos marcados y una piel aun más blanca que la mía. Comencé a recorrer su cuerpo con mi mirada descubriendo algo que nunca hubiera podido imaginar a mi edad.
No tenia ni un solo pelo en el cuerpo, axilas y huevos lisos como yo y su polla estaba totalmente flácida pero su tamaño era aun mayor que la del padre Beltrán, pero lo que me dejó boquiabierto, era el tremendo tamaño de sus pezones, eran como un dedo de mi pie.
Él continuaba serio como esperando una orden hasta que el padre Beltrán le habló.
Padre Beltrán- De rodillas, acérquese.
El se puso de rodillas y se acerco a nosotros. Yo veía como le colgaba esa larga polla y sus cojones lisos como los de un niño aunque él ya pasaba los 40 años.
Cuando puso su cara ante nosotros, el padre Beltrán, le pone el dedo con el que me había estado follando delante de su boca y le dice:
Padre Beltrán- Límpialo.
De verdad? No podía creerlo! El se introdujo el dedo en la boca y comenzó a chupar y lamer el dedo del padre Beltrán que estaba manchado con mis heces dejándolo totalmente limpio y brillante.
Padre Beltrán- Te ha gustado, verdad, cerdo?
Padre Manuel- Si, amo!
Ha dicho, amo! Y hablándome al oído de nuevo me dice:
Padre Beltrán- Te gustaría que juguemos con el padre Manuel? Hará todo lo que queramos.
No tuve ni que pensar, ver como le limpiaba el dedo manchado de mi mierda al padre Beltrán me excito de tal manera que no quería ni reflexionar por qué, simplemente contesté.
Y- Si padre! Quiero que juguemos.
Padre Beltrán- Así me gusta cerdito mío. Verás cuantas cosas le gustan al padre Manuel.
Padre Manuel- Si amo! Necesito servirles!
Y entonces, empezamos a jugar.
Continuará…
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Acabo sin tocarme, me encantaria que le hagan scat al niño… me fascinan tus relatos de chiquito que me hicieron y hacen scat
Lo harán!
Un relato muy morboso…, me encanta el «sexo religioso». Estaré al tanto para seguir la trama. Un saludo.
Me babea la pollla leyéndote
Es el mejor relato que he leído en años, son 3 partes por ahora y no hay día que no me haga una buena paja 🤤
Estoy deseando que se impliquen el padre y los hermanos , me encanta el incesto
Uffff que cerdaco!!! Me encanta como va este relato, hay millones de cosas que pueden pasar…