Abuelo nudista caliente no pierde tiempo 3

Mili, se puso nerviosa de haber visto como Juan desbarataba el culo de su hermana en cuatro sobre la cama y….
Espero haya sido de su agrado las dos entregas anteriores, aquí con la continuidad en la tercera entrega…

Mili, se puso nerviosa de haber visto como Juan desbarataba el culo de su hermana en cuatro sobre la cama y, cuando Juan le dijo que mañana le tocaba a ella, Mili salió desnudista corriendo asustada a su habitación aguantándose las ganas de orinar y se metió en la cama debajo de las sábanas.

Habían pasado 30 minutos y Mili metida en la cama no había podido recobrar el sueño además de que seguía con muchas ganas de orinar, sin embargo, los ruidos aún se oían, es decir, Juan seguía culiando con la hermana. Al mucho rato después, los ruidos pararon y se escuchó un puerta abrirse, Mili no sabía de cual puerta se trataba ni por supuesto quien había salido de su habitación; a Mili no le importó, tomó valor y decidió salir de la habitación en silencio, al pasar por el pasillo, notó que la habitación de Juan estaba abierta completamente y al asomarse Juan no estaba pero su hermana estaba tendida sobre la cama sudada, sin fuerzas, con el culo completamente abierto y de él salía semen, pequeños hilos de sangre y caca, Susan no se movía por lo que Ana pensó que se había quedado dormida.

Ana al darse la vuelta para continuar rumbo al baño para poder orinar, chocó con el viejo pegando su carita sobre la vergota, que estaba aún mojada de sudor, semen, sangre y algo de excremento; Juan traía en su mano una cerveza que se venía tomando, pero por supuesto, Juan ya había divisado a Ana que estaba asomándose a la habitación por lo que, a propósito, él se había acercado en silencio. Al chocar, Juan le dijo a Ana “hola hermosa porque sigues despierta y levantada a estas horas de la madrugada”, Ana le responde, mientras se limpiaba el rostro con su manita, “ay señor es que no aguanto las ganas de orinar y voy para el baño”, Juan le dijo “ah bueno hermosa, ven entonces, yo te llevo, no te preocupes”, Juan la tomó de una de sus manitas sin soltar la cerveza de la otra mano, pero no la llevó al baño que estaba sobre el pasillo en ese segundo piso sino que la metió a su habitación donde estaba su hermana, Ana le dijo “señor pero el baño está ahí afuera en el pasillo”, Juan le responde “hermosa, pero para que vamos a ir a ese baño si yo tengo el mío propio dentro de mi habitación, además si vamos al baño del pasillo, puedes hacer ruido y vas a despertar a tu madre, y no queremos eso”, Ana, pensándolo bien y con su ingenua lógica de niña de 9 años dijo “bueno, está bien”.

Cuando ingresaron a la habitación, Juan vio a Susan sobre la cama y le dijo a Ana “hermosa, espérame un momento, voy a llevar a tu hermana a su habitación”, Juan cargo en sus brazos a Susan y se la llevó a la habitación, y así sucia como estaba, la acostó sobre la cama y la cubrió con la sabana. Juan salió cerró la puerta y regresó a su habitación, ahí estaba Ana aún esperándolo, Juan ingresó y cerro la habitación con llave y le dijo “ay hermosa perdona el atraso, sé que te estas orinando, ven vamos a mi baño”; Ana le pregunto “señor, porque mi hermana estaba dormida en su cama y que le hacía cuando los ví”, Juan le respondió “es que tu hermana me dijo que tuvo una pesadilla y que si podía dormir en mi cama, luego nos pusimos a jugar, eso que hacíamos era solo un juego” (por supuesto Juan mentía).

Cuando entraron al baño, Juan se metió en la ducha y le dice a Ana “hermosa, mira lo que vamos hacer, me voy a acostar en el suelo y tú te pondrás sobre mí con las piernas abiertas y me orinas”, Ana, con cara de asco, le dice a Juan “guacala señor, ¿porqué así y para qué?”, Juan le responde “mira hermosa, es que dicen que la orina de niñas de tu edad son buenas para la piel de las personas mayores como yo, por favor ayúdame, se buena conmigo y regálame un poquito de tu pis”; Ana lo quedó viendo con cara de duda y aceptó. Juan se acostó sobre el suelo de la ducha y Ana se arrodilló sobre su pecho y comenzó a orinar, Juan comenzó por nueva cuenta a tener otra erección y le dijo a Ana “hermosa oríname aquí abajo señalando su verga”, Ana vio esa verga inmensa y sucia de haber cogido anteriormente con su hermana, Ana bajó un poco, se abrió de piernas y colocando su panochita sobre la punta de la verga de Juan soltó los últimos chorros de orina. La imagen de ver una nenita delgadita de 9 años poniendo su panochita en la vergota de hombre viejo con un cuerpote gordo, alto y peludo estando ambos desnudos es indescriptible.

Cuando Juan vio que Ana había terminado de orinarlo le dijo “¿quieres sentir algo rico? podemos jugar igual que como lo hice con tu hermana?”, Ana asentó con su cabeza afirmativamente, y Juan le dice “ese huequito por el que acabas de orinar, las mujeres se meten vergas como está y los dos sienten cosquillas y luego una sensación rica, siéntate en ella”, Ana con incredulidad le dijo “señor, pero es que no me va a caber, es muy grande y mire mi huequito”, mientras con sus manitas se habría la panochita, Juan al ver esa imagen, la verga la tenía como un mástil resaltando sus venas, y le dijo “te va a doler un poquito, pero solo al principio, ya luego vas a sentir riquísimo, a tu hermana le encantó”, Ana le preguntó “¿mi hermana se metió eso también?” señalando la verga, Juan le dijo “por supuesto, tu hermanita es una nena hermosa y valiente, es mas, me dijo que va a querer que se la vuelva a meter”. Ana, terminándose de convencer, comenzó a sentarse sobre la verga de Juan, tanto la panocha de Ana como la verga de Juan ya estaban mojadas por la orina de la misma Ana, aparte de que Juan había estado lubricando al ver como Ana lo orinaba. La nena comenzó a sentarse pero le dolía mucho, aunque sus genitales estaban húmedos solo lograba entrar la cabeza de la verga, Juan sentía una sensación estrecha y calientita por lo que gozaba del placer. Ana le dice “no puedo mas señor, me duele mucho”; Juan al ver que ya tenía una manchita de sangre en su cabeza le dijo “bueno, mira, entonces la voy a meter en el otro huequito”, Ana le pregunta “donde uno hace caca….guacala”, Juan le responde “si hermosa, pero vieras que rico se siente, también te va a doler un poquito pero luego sentirás unas cosquillitas diferentes”. Juan tomó a la nena de la cintura y fácilmente se la sentó en la cara y comenzó a saborear ese manjar lamiendo y succionando la panochita y el culito de la nena, Ana sentía muy rico y reía por las cosquillas que le causaba la lengua húmeda y el jugueteo que hacía Juan. Una vez que Juan sació su paladar, de la misma manera, tomó a la niña de la cintura y la colocó en la posición para sentarla en su verga, como el culo de Ana estaba super dilatado y mojado por las babas de Juan, la verga entro fácil en ese culito. El salvaje de Juan había sentado de un solo golpe a la nena en su verga pegando hasta los guevos en sus nalgas; la niña pego un grito pero Juan le tapó la boca y la niña desvaneció, así con la niña desmayada, Juan aprovecho que no reaccionaba y se dio gusto bombeándola a mas no poder, el eco del baño solo se oía el tac tac tac, de como los guevos y la pelvis de Juan pegaban con las nalgas de Ana. Juan estuvo en esa posición, cogiéndola hasta por 20 minutos hasta que este soltó sus últimos chorros de leche que le quedaban. Juan tomo a la niña en brazos, abrió la ducha con agua caliente y comenzó a bañar a la niña, a los segundos la nena reaccionó y no recordaba lo que había pasado pero si sentía un dolor bastante fuerte en su ano. Ana le preguntó a Juan “¿Qué paso señor, me duele mi culito?”, Juan le dijo “mi hermosa, es que comenzamos a jugar y te quedaste dormida, pero ya estás bañada y fresquita, te voy a poner una cremita para que ya no te duela tu culito y vayas a dormir bien rico”. Juan secó a la niña la acostó boca abajo en la cama, le abrió las nalgas y comenzó a untarle una crema especial sobre ese ano que estaba dilatado con varias fisuras que había causado la bombeada de esa vergota. Al terminar, Juan llevó a la niña en brazos a la cama y la arropó; en cambio Juan regreso a su dormitorio, no se duchó y prefirió ir a dormir sucio a como estaba porque quería estar el oliendo el sexo de dos nenas que se cogió en una misma noche y madrugada.