Adriano
Vivir mi vida, la la la la….
Adriano
Vivir mi vida, la la la la…
Llegue a América en el verano del 88 con apenas 17 añitos decidido a conquistar el sueño americano gracias a la invitación de un vecino que un amigo de él le hizo y pues así nos fuimos, conocí al tipo el día que esperábamos el aventón a Ciudad Juárez para cruzar el Rio Bravo y después abordar el tren de carga en movimiento el cuento es largo y de eso no va la historia, resumiré que mi vecino no logro trepar el tren y se quedó, el amigo y yo iniciamos la travesía.
Oscar el amigo de mi amigo tenía 20 años de 1:90 era muy alto corpulento y atlético contra mí 1:60 de cuerpo regordete muy regordete con amplias caderas y una considerable ginecomastia que el médico le dijo a mi mama que iba a pasar.
Oscar tenía una actitud que parecía que conocía el mundo, me sentía seguro con él, logramos llegar a nuestro destino conseguimos trabajo él en la construcción yo en un comedor además conseguimos un pequeño cuarto con cocineta, una cama y un sofá, al menos teníamos un lugar donde vivir.
Nos rotábamos la cama y el sofá un semana cada quien en ese tiempo el calor era infernal y no teníamos refrigeración solo calefacción. Él empezó a dormir recién bañado sin secar sin ropa y varias veces por no decir diario vi como tomaba vida su enorme verga él me decía que hiciera lo mismo que el calor estaba “cabrón” y más el que se lo aguanta.
Un día llego muy acalorado del trabajo directo a la ducha y salió desnudo como cuando se iba a dormir solo que era de día, salió así, en pelotas, y me dice
Oye Adriano – ¿te agüitas que ande así? –
Y yo todo pendejo le contesto – ¿así, cómo? –
Y me contesta – no mame Güey ¿pos así, en pelotas? –
Le digo – Ah! no, sin problema, así duermes, ¿no? –
Y replica – Pos si Güey! pero una cosa es la noche y otra el día, pero como tú digas si te agüitas me visto –
– Tu deberías hacer lo mismo pero como que eres muy escamado, ¿te agüitas por estar gordillo? –
Indignado le contesto – Claro que no, solo que no me gusta andar encuerado, ¿cada quien, no crees? –
Y sin chistar me dice – No pos eso que ni que, entonces con tu permiso andaré cómodo como cuando estaba en mi cuarto en casa de mis padres –
Muy sin importancia contesto – Ok! sin problema, eres libre de hacer lo que se te plazca, también es tu casa –
Incorporándose de inmediato me dice – Nombree compa le voy a tomar la palabra, pues! –
Y de su mochila saco unas revistas porno y empezó a sobarse la verga hasta tenerla súper erecta.
Y me hace la invitación amablemente – Agarra la que quieras y puñetéate Güey imagino que andarás igual que yo con los huevos a reventar –
– Provecho – le conteste y seguí en los quehaceres de la casa, no lo podía creer era un sinvergüenza y cada vez que podía le veía de reojo, después de un tiempo de estar hojeando las revistas y a duro, dale logro abatir su verga diciendo palabrotas, gruñidos, quejidos soltando grandes cargas de su semilla… yo jamás había hecho eso, fue realmente sorpréndete.
– ¡eh Güey! – – no te quedes ahí parado pásame un toalla, haz un paro –
¡Pum! Me trajo de vuelta a la realidad estaba boquiabierto a un lado de él viendo la erupción de su volcán, rápido corrí por una toalla para que limpiara todo eso…
Y así empezó a jalarse la verga casi a diario viendo revistas, hasta que un día llego con un reproductor VHS y algunas películas, ahora disfruta del porno en la televisión, también empezó a beber cerveza y a fumar… o sea me tomo la palabra y se la pasaba con madre… No hacía nada en el Departamento.
Hasta que un día explote fui y pare a in lado de la cama donde reposaba, le dije unas cuantas cosas – Mejor hubieras comprado un aire, ¿ahora aparte de gastar en revistas vas a gastar en películas, cerveza, cigarros y aparte vas a barras y bailes? se supone que lo prioridad es ahorrar para los papeles de la GCard, apenas nos alcanza para los gastos del departamento –
Y sin incomodarse me dice – ¿Válgame compa me meto una chinga en el jale y ni siquiera puedo sacarme la leche a gusto, no puedo relajarme un rato, ni buscar alguna nalguita? –
Enfurecido le conteste – ¿O sea el único que importa aquí eres tú? Yo también trabajo y todo el dinero te lo doy para las verdes y para los gastos del departamento, además te cocino, te pongo lonche, limpio el departamento, te lavo la ropa y el único que se cansa y necesita relajarse ¿eres tú? Ve y llévale tu ropa y que te cocine alguna de tus nalguitas, ¡Güey! –
Se levantó de la cama y se puso frente a mí – ¡ah chinga! Pues si gustas te meto la verga y listo Güey, no mames pinche vato me estas reclamando como si fueras mi morra – – me reclamas como una mal cogida, pinche vatito joto – – pida verga y te la doy ¡Güey! –
Me enfurecí tanto que le di una bofetada con todas mis fuerzas, tantas que le voltee la cara, el reacciono rompiendo mi tshirt dejándomela como si fuera chaleco, intente darle de nuevo un bofetada pero ágilmente la esquivo y aprovechando la inercia de mi abanicada solo me empujo sobre la cama cayendo boca abajo el con una gran pericia me quito los calzones con todo y short en un segundo estaba desnudo.
Al Intentar incorporarme alcé las piernas para patearlo y poder levantarme sin embargo rápidamente se arrojó sobre mí poniendo mis piernas sobre sus hombros y tomando mis muñecas con sus fuertes brazos, sentí en mis nalgas su poderosa verga crecer rápidamente.
– ahora si pinche mojigata mal cogida te daré una razón para quejarte –
Yo entre furioso y entrando en pánico por mi incapacidad de escaparme de él empecé a insultarlo y forcejear de manera inútil me tenía sometido a su merced.
Mientras tanto el empezó a robarme besos yo me resistía cerrado los labios y volteando la cara el insistía besándome el cuello y las chiches, me las lamia, chupaba y mordisqueaba sin darme cuenta ya me besaba lujuriosamente y recorría todo mi cuerpo de igual manera con sus rudas y ásperas manos por el trabajo en la construcción no se en que momento deje de resistirme pero en otro momento estaba comiéndome el culo llenándolo de saliva y metiendo uno a uno sus dedos hasta que me puso de perrita y me ensarto su verga… wow!!!!
Eran las seis de la tarde del sábado cuando comenzó todo, eran las seis de la tarde del domingo cuando nos quedamos dormidos… Después de ese día no se habló nada, no se pusieron reglas, ni límites, ni nada, él siguió bebiendo, fumando viendo porno y escapándose de vez en vez a la barra y a los bailes y llevando también las finanzas… él era el hombre de la casa.
Lo único que si cambio fue que sin decirnos nada ni nada empezamos a dormir juntos, a bañarnos juntos, me empezó a besar en la boca al irse y al llegar del trabajo y cada vez que se le antojaba (que era a cada rato), me empezó a comprar ropa, sí, ropita de damita tangas, calzones, brass, vestidos, faldas… jajajaja me encantaba ese hombre me enamoro, me enamore, sin decirnos nada ni nada éramos novios, éramos pareja… por cierto jamás se volvió a masturbar, jamás aventó al aire su semilla, cada vez que se estresaba o quería relajarse descargaba en mi culo, en mi boca o en mi cuerpo pero nunca más al aire… por un tiempo.
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