AHORA MISMO
Sin saberlo estan sellando su destino..
Un hombre de 30 años esta follando apresuradamente a un niño que no para de llorar. Inmovilizado por el peso del adulto, siente como su ojete se rasga para dejar paso a tremendo miembro y nada puede hacer, mas que llorar y llamar a su padre.
En la sala de la casa dos hombre se relamen y frotan sus pollas impacientes esperando que llegue su turno. En un sillón yace desvanecido el padre del niño, la droga que sus amigos le suministraron hizo su efecto. Los gritos del niño resuenan por la casa.
-Callate ya mijito! Tu papá nos dio permiso, así que aguantá.
El niño reconoce la voz y parece calmarse por un momento, pero una nueva envestida le devuelve a la realidad y suplica entre lágrimas que pare.
-Mirá que sos boludo, dejate nomás.
El tiempo pasa lento para el niño y para los hombre que esperan mientras el abusador se entrega al placer que está sintiendo. Su cuerpo entero está centrado en captar todo el placer que siente su polla al rozar las paredes acogedoras del ano de un mocoso de 9 años. Oleadas de placer se suceden con cada movimiento y las suplicas del niño no llegan a su cerebro. Mete y saca sin piedad. Su sudor empapa el cuerpo del niño y su leche inunda sus entrañas.
El orgasmo del hombre anuncia que terminó y otro puede ocupar su lugar.
Sin poder recomponerse, el niño siente que vuelve a ser invadido.
-La repucha Jorgito, que linda colita tenés!
El niño vuelve a notar su cuerpo inmovilizado mientras su ano es sometido a una nueva prueba de resistencia. Nota el aliento cálido y el aroma a tabaco y alcohol de su agresor. Los jadeos rítmicos del hombre parecen adormecer al crío, que se deja hacer sin mas. No puede moverse y su culo admite ya sin demasiado dolor las idas i venidas de una polla deseosa de placer.
El menor se evade, el hombre se apoya sobre sus manos y acelera sus movimientos. El culo no puede ensancharse más y se rompe dejando que toda la polla entre sin ninguna resistencia. En su mundo el niño está, mientras su cuerpo se mueve al compás que el adulto marca.
El olor a sexo y los jadeos del adulto llegan a la sala y hacen la espera del tercero de los amigos insoportable. A su lado, el primero de los hombres fuma tranquilamente su segundo cigarrillo desde que se deslechó.
Un bramido resuena y el culo del niño vuelve a ser inundado.
Cuando el tercero entra en acción el niño vuelve en sí y empieza a forcejear sin niguna fortuna ya que una mano apoyada en su espalda le impide mover el cuerpo. Siente un tremendo escozor que pronto deja paso a los primeros momentos de placer. Se deja hacer. Le está gustando. Sin saberlo está sellando su destino.
El hombre goza el momento mientras sus compinches planean un futuro para el niño. Se acabó la paja para desahogarse.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!