Algodón y esclavos(2)
Historias de un lejano futuro,en el que los negros son los Amos y los blancos los esclavos..
Hacia ya una hora que habia amanecido en la plantación N’Bata.El sol comenzaba a levantarse en el horizonte, anunciando un día de calor humedo y pegajoso,típico del clima subtropical de ésta region del sur de Mutia.
La plantación N’Bata era una de las más extensas de la región.La entrada,adornada con una gran puerta-verja de hierro forjado con incrustaciones doradas, era continuada por un amplio largo,liso y muy cuidado camino de tierra flanqueado a cada lado por una hilera de majestuosos robles que seguían su recto trayecto hasta terminar en la entrada principal de la «Casa Grande»La enorme y blanca mansión presentaba un aspecto magnífico,mostrando tres enormes columnas a cada lado de la entrada,contribuyendo a su elegancia extrema.
La riqueza se percibía en todos los detalles,y demostraba la posicion social de los N’Bata,una de las familias de la aristocracia de plantadores del Sur de Mutia,en el Estado esclavista de Sha Zimbabwe.
Nos aproximamos al porche de la plantación…junto a la entrada y al lado de las grandes columnas,una pequeña mesa de madera noble,con dos sillas.En éstas,están sentadas dos mujeres.Su piel es negra,oscura y brillante como el ébano.Sus rasgos faciales denotan su pura ascendencia africana.Estan tomando un sencillo desayuno.La mujer mayor,es Fele N’Bata,tiene 50 años y es la esposa del Amo de la plantación.La otra mujer,una muchacha que acaba de cumplir los 17,se llama Aminata,y es su hija.Tanto la Señora como la Señorita,visten de forma elegante,pero sencilla y recatada,siguiendo las normas de la rígida sociedad esclavista.La madre lleva un pequeño turbante-bandana,que cubre su pelo.Su hija,lleva la cabeza descubierta dejando ver su hermoso pelo,muy corto,negro y rizado.
Detrás de las sillas,dos jovenes blancas,de aproximada mente la misma edad que Aminata esperan de pie y con la cabeza baja en actitud de respeto,las órdenes de las dos mujeres negras.Ambas están descalzas,y como única vestimenta llevan una larga y sencilla pero limpia falda de algodón.Sus pechos están descubiertos,pero no parece que esta semidesnudez sea motivo de turbacion ,ni para ellas ni para sus Amas, que lo ven de forma natural….Sin duda la visión de una hembra blanca descalza y semidesnuda es algo normal en ésta sociedad. El cabello de las dos hembras es liso y muy corto,rubio.Las dos tienen los ojos azules.Una de ellas lleva un pequeño arete o anillo que perfora su nariz.Tienen la piel blanca,aunque bronceada por el sol de estas latitudes.,y sobre sus desnudas espaldas,se aprecian algunas marcas de cicatrices como resultado de haber sido azotadas por el látigo en algún momento de su vida….Un poco por debajo de su clavícula izquierda presentan una marca,provocada por el hierro al rojo con las iniciales NB ,indicando que son propiedad del Señor Idi N’Bata, el Amo de la plantación.
La Señorita Aminata se dirige ahora a la esclava que tiene detrás, señalando con un gesto de su mano la jarra llena de zumo de naranja que está sobre la mesa…
-«Sírveme»,dice en un tono de voz displicente a la hembra..La blanca responde con un rápido -«Sí,Missy»,y se apresura a servir el zumo a su joven Ama.Luego retrocede unos pasos y adopta de nuevo la actitud de respeto que se espera de todos los blancos,bajando la mirada.El tono de voz de la hembra suena ignorante y servil ,como están acostumbrados a oir los negros de cualquier edad,género y condición ,cuando se dirigen y ordenan algo a los blancos de ésta sociedad.
La madre de Aminata,laSeñora Fele,repite el mismo gesto,e inmediatamente la otra esclava sirve a su Ama: -«Sí,Missus»,dice,y adopta la misma actitud que su compañera,volviendo a su respetuosa posicion.
Madre e hija,hablan despreocupadamente de asuntos vanales,sobre sus amistades,sobre el control de sus blancas domésticas y sobre los vestidos de la última moda llegada de D’Jabo,la capital del Estado.
Es la madre de Aminata quien habla ahora..
-«Aminata,cariño.Hoy al mediodia hay una subasta de blancos en la ciudad.Necesito ir para realizar unas compras.Quiero adquirir algunas hembras para el servicio doméstico.Me acompañará el Señor Kumbasi,(el jefe de los capataces).Tu padre le ha encargado la compra de algún macho para el trabajo en los campos,y también quiere que adquiera una pareja de criadores ,macho y hembra…Quieres venir Aminata?»
-«Sí! Estupendo,madre!Será divertido!»,responde Aminata.
La Señora Fele hace un cariñoso gesto a su hija,asintiendo:-«Muy bien,cariño»,responde.
Por el cuidado camino y bajo la sombra de la hilera de robles,se aproxima un hombre de unos 40 años de edad.Un látigo cuelga enrollado del cinturón de su pantalón .Calza unas botas de cuero de caña media.Viste una camisa de lino desabrochada hasta la mitad de su torso y lleva un sombrero de ala ancha ,que da algo de sombra a su rostro africano,negro como la noche.
El capataz llega al porche y saluda a las mujeres,tocando con un dedo el ala de su sombrero.
-«Buenos días,Señora N’Bata»Luego sa dirige de igual modo a Aminata:-«Buenos días,Señorita Aminata»
Fele y Aminata responden al saludo.Luego,Kumbasi continúa…-«El carro está preparado.Cuando quieran,podemos viajar a la ciudad»
-«Muy bien,Kumbasi(dice la Señora Fele)..Estas dos(señala a las blancas),nos acompañarán para ayudarnos en la ciudad»
-«Como usted quiera»(responde Kumbasi,) Luego se dirige a las hembras,que esperan de pie,con la cabeza baja…-«Vamos,blancas!No tenemos todo el día,perezosas!!Subid ahí!!»(toca con su mano el látigo,y señala a la parte trasera del carromato..
-«Yasuh,Massa!»,dicen las blancas casi al unísono,dirigiéndose con prontitud al carromato..Sus pies descalzos golpean con rapidez primero el suelo de madera del porche y luego la tierra del camino para subir después al carromato acomodandose,junto a unas balas de algodón y varios grilletes de muñecas y tobillos,utilizados para el transporte de esclavos.
Kumbasi ayuda a Fele y a Aminata a subir al carro.Luego se sienta junto a ellas,coge las riendas y con ellas azuza levemente a las dos yeguas,iniciando la marcha.
El carro discurre por el cuidado camino,alejandose de la Casa Grande.Atraviesa la gran verja y gira hacia la izquierda.A ambos lados del camino se extienden los campos de algodón de la plantación.
Centenares de esclavos, machos y hembras de entre los 12 años de edad hasta poco más allá de los 50,trabajan de sol a sol,bajo la atenta mirada de los capataces negros,que látigo en mano,controlan la recolección.
Tres blancos,dos machos, uno de unos 20 años y el otro de unos 40, junto a una hembra de no más de 16,se aproximan al carruaje por un lateral del camino.
Los tres van descalzos.Sus espaldas brillan con el sol de la mañana,debido al sudor.Cada uno de ellos lleva sobre su cabeza un cesto lleno del preciado algodón ,producto del enriquecimiento de la región.Los machos llevan por toda vestimenta un raido pantalón.La joven hembra,viste una larga,ajada y sucia falda.Sus pequeños pechos,están desnudos.
Los tres blancos,al ver aproximarse el carruaje,detienen su perezoso caminar,dejan las cestas en el suelo y esperan de pie y con lacabeza baja a que pasen sus Amas,madre e hija.
La joven hembra lleva sobre sus espaldas un mamon(lactante blanco),posiblemente su hijo,de unos 6 meses de edad…
Muy buen relato distopico, espero seguir leyéndote.
Hola Clara, escríbeme al correo de mi perfil, me quede sin cuenta de tlg por el momento
Ok..Andres.👍
Andres ,mira mi e mail esta en el foro en mi presentacion sobre amos negros y esclavos blancos y me escribes.🙋👍