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Dominación Hombres, Fetichismo, Gays

Amante nocturno

Chupá, dale, quiero ver cómo te la tragás. Y ahí fui yo,.
Entré a la sala de chat con la idea de acostarme con un hombre de forma completamente pasiva y así fue. No tardé mucho en iniciar un chateo con uno de unos 50 años, gay, activo que me invitó a su casa, ya serían como las 22 h. Estaba en un departamento en un piso alto, eso me gustaba, no sé la razón, pero se me hacía que sería un buen lugar, ni bien entramos al ascensor, se me acercó me metió la mano en la cola y ubicándome frente a una de las paredes, dijo:

-Mmmm, que buena cola, ¿me la vas a entregar toda?

-No lo dudes, para lo que desees.

Entonces me dio vuelta y besándome me manoseó mis tetitas adolescentes. Enseguida se abrió la puerta del ascensor y me guio hasta su departamento; ni bien entramos, me ofreció vino, que acepté con gusto y ya evidenciaba cierto estándar de vida que me daba tranquilidad para el goce. (Si algo aprendí fue que cuando la forma de vida de un gay es holgada el disfrute es diferente, relajado)

-Desnudate. Me ordenó mientras me alcanzaba la copa

Lo que hice entre sorbo y sorbo hasta quedarme con una tanga masculina, cola less que lo sedujo alabando mi cuerpo de puto. Se sacó el pantalón y acomodándose en el sillón sacó a relucir su poronga aún flácida pero que prometía un buen tamaño.

-Chupá, dale, quiero ver cómo te la tragás.

Y ahí fui yo, con sumo placer y pasión a saborear un pene delicioso que suavemente introduje entre mis labios.

-Uhhh, guacho que bien, seguí así y nos quedamos toda la noche.

Algo que me gusta realmente es disfrutar de sexo, vino, cena y cama por un buen rato. Por lo que ante esa promesa dediqué mi mejor esfuerzo a sentir como su pene se ponía cada vez más rígido en la medida que lo mandaba hasta el fondo de mi garganta.

-Esperá, no quiero acabar rápido, sentate acá a mi lado.

Y nos trenzamos en caricias, besos sobre los pezones, manoseo de pija y excitación que nos llevaría casi al clímax. Manejando él la situación y conmigo completamente desnudo mientras que él tenía tan solo un seductor slip de lycra, se levantó, fue hasta la mesa y trajo unos bocadillos para picar junto a la botella de vino, sirvió nuevamente las copas y me alcanzó la mía.

-Vení, parate. Me dijo mientras tomaba mi mano y me alzaba acercándome para darme un sorbo de su copa.

Pero el sorbo fue brusco y volcó el vino que se deslizó por mi cuerpo hasta el piso, entonces sentí su lengua limpiando mis pezones, mi ombligo, mi pubis y obviamente mi pene duro y erecto que tragaba de rodillas frente a mí; yo acariciaba su cabeza semi rapada, su espalda y sentía como se excitaba en cada tragada. Se puso de pie nuevamente y me beso de forma apasionada con restos de saliva que le había dejado la mamada que me había hecho, me dio vuelta me llevó hasta el sillón:

-Arrodillate ahí arriba. Me dijo y en unos segundos me tuvo apoyado sobre el respaldo y de rodillas con las piernas abiertas esperando su embestida la que no tardó en llegar; me abrió las nalgas apoyó la cabeza de su miembro bien duro en mi ano y tomándome de la cintura lo mandó suavemente hasta el fondo mientras yo le pedía más y más, pero solo cuando su pubis acarició mis nalgas sentí que se convertía en el macho que esperaba, se inclinó sobre mí y tomando mis tetas me dijo al oído:

-Vas a ser mi puto y te cogeré las veces que yo quiera.

-Si por favor, necesito un macho que me domine. Respondí.

Entre chirlos, escupidas y bombeo estuvimos gozando creo que al menos unos quince minutos, fue cuando la sacó de golpe y estremeció mis entrañas de tal forma que grité un profundo gemido de placer.

-Vamos a bañarnos que quiero tenerte en la cama para mí. Dijo mientras caminaba hacia el baño y abría la ducha, esperó que caliente un poco y se metió invitándome a hacer lo mismo; allí nos cruzamos en caricias, besos y mamadas mientras nos enjabonábamos; al salir me alcanzó un toallón y me guio hasta la habitación que apenas estaba iluminada pero lo suficiente como para vernos y volver a desearnos. Se sentó contra el respaldo de la cama y abriendo las piernas, me pidió que me trague un miembro que blandía cual sable que me cortaría la respiración en cada arremetida en mi boca.

Él me miraba y gemía de placer hasta que me llevó hacia él y acostándonos nos besamos profundamente, nuestra pasión iba en aumento y nuestros morbos afloraban en las babas que intercambiábamos, los chirlos, los mordiscos en los pezones, el tan esperado 69 que nos llevaba casi al clímax, estuvimos así al menos una hora de pura entrega donde yo era muy pasivo, tal como lo había deseado, como si la charla con Sosa hubiera sido el permiso para el placer sexual.

Entonces el dueño de casa me puso en cuatro sobre la cama y me penetró con firmeza, haciendo notar su fase dominante y metió y sacó su poronga varias veces hasta que me dijo que no pararía hasta llenarme el culo de leche a lo que yo rogué que lo haga por favor, pero solo luego de varias bombeadas se afirmó a mis caderas y mientras alababa como aguantaba la cogida sentí su orgasmo dentro mío, momento en el cayó sobre mi espalda y me decía:

-No esperaba una noche como esta, pensé que me chuparías la pija y te irías.

-No es mi estilo, busco algo más que eso

-Me doy cuenta y realmente sos bueno en esto, se nota que llevás tiempo haciéndolo.

Para este momento ya estábamos acostados uno al lado del otro y yo aún lo acariciaba, hablamos un poco más sobre el sexo y la sala de chat y luego de unos minutos nos levantamos para volver al comedor o mejor dicho al sillón; ya serían como la una de la madrugada, aún desnudos comimos algo, bebí un poco más y retomé unas prácticas sexuales más tranquilas.

-Sos insaciable. Comentó

– ¿Te molesta?

-Me encanta, ¿nos casamos? Preguntó y ambos nos reíamos mientras yo bajaba nuevamente a su pubis para meter las bolas depiladas en mi boca y obviamente esa pija que estaba suave, flácida y aún con aroma a semen.

No tardó mucho en volver a tener una erección interesante y nos entregamos a los placeres donde los roles casi cambiaron un poco, no lo penetré, pero se puso en 4 sobre el sillón y no pude dejar de chuparle la cola, meterle los dedos y pajearlo tal como si lo ordeñara, momento que me indicó que no acabaría nuevamente, pero eso era algo que ninguno de los dos buscaba ya.

Llegamos a un nuevo momento fuerte, él con la cola bien abierta me pedía que le hiciera un fisting (meterle la mano lo más que pueda) su dilatación me asombraba ya que poco a poco entraron mis cinco dedos, mi puño y hasta la muñeca, mientras él jadeaba fuertemente, imagino que los departamentos de al lado nos escucharían.

-Sacala con firmeza, pero no de golpe. Me dijo.

Entonces sin parar un segundo y a un ritmo que podía sentir sus entrañas húmedas, fui retirando la mano hasta que pasó mi puño y su grito de placer fue tal que con la otra mano lo tomé fuertemente por su cadera y lo atraje hacia mí para besar su ano más que dilatado, una vez que estaba completamente afuera. Se recostó sobre el sillón boca abajo y me pidió que le acaricie la cola, lo que me dio mucho placer. Ya era muy tarde, luego de unos minutos me levanté de su lado y empecé a cambiarme.

-Quedate, nos vamos a la cama y amanecemos juntos, además vos no acabaste y quiero que lo hagas.

-En general no acabo, no es lo que busco, pero no me puedo quedar, además si llego a roncar me vas a echar.

-Bueno como vos quieras, me gustaría que la próxima te quedes

-Dale, te lo prometo. Respondí mientras pensaba si realmente quería volver a verlo.

Cuando subimos al ascensor para irme franeleamos un poco más y al manotear mi pija me dijo que la próxima quería que lo cogiera. Nos despedimos sin tapujos en la calle con un beso en la boca apasionado y subiendo a mi auto, volví a casa feliz por la noche que había tenido, aunque sabía que no lo volvería a ver. Apenas llegué me desnudé y así me fui a la cama, ya serían como las tres de la mañana, no suelo trasnochar tanto, pero esta vez lo valió.

Desperté como a las 8 y mientras preparaba el desayuno encendí la máquina e ingresé al chat, nuevamente a cazar algún activo, pero esta vez ya más relajado podría aceptar un hombre pasivo.

10 Lecturas/9 octubre, 2025/0 Comentarios/por Augusto1960
Etiquetas: baño, culo, gay, mamada, orgasmo, puto, semen, sexo
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