Aprendiendo con mi primo a los 9 años.
Cómo jugar con mi primo César de 18 me llevo a perder la virginidad..
Me llamo Daniel y este relato es real y marco como comencé a buscar experiencias desde muy chico. Les aviso que voy a extenderme. Y si les gusta este relato tengo más experiencias que pase de los 9 a los 15.
Esto paso en los primeros años del 2000. Yo tenía apenas 9 años recién cumplidos, cuando mi papá trajo a vivir a mis abuelos a una casa que hizo al otro lado de nuestro terreno. Yo era feliz porque venía una tía a ayudarlos y traía a mis primos que tenían 10, 12, 18 y 20 años.
Mis papás tenían buenos empleos en esos años. Y por eso teníamos internet, computadora, consolas de videojuegos, películas y cable. Cosas que no todos tenían en ese tiempo. A mis primos les encantaba estar aquí por eso.
El problema era yo estudiaba en las mañanas. Mientras mis primos de 10/12 iban a la escuela en la tarde.
Los veía cuando faltaba o no tenían clases.
Pasaba mas tiempo con mi primo de 18 y el de 20. Pero los cabrones solo me usaban para poder jugar o ver películas en mi casa. Pero en ese tiempo que pasaba con ellos, descubrí lo que inició toda esta historia. Me enseñaron el porno…
Los cabrones usaban la computadora de mi casa para ver porno ya que en su casa no tenían internet. Yo solo veía en silencio mientras ellos comentaban y se tocaban sobre los shorts deportivos que usaban con las vergas marcadas.
Yo a esa edad aún no me masturbaba, pero el porno me hacía sentir cosquillas y mucha emoción.
Así que a veces buscaba videos cuando estaba yo solo y así comenzó mi curiosidad por esas escenas de sexo que veía. Gracias a ellos aprendí a borrar el historial también jajaja…
Mi primo de 20 años comenzó la universidad y por sus horarios ya casi tampoco venía con mi tía. Así que eventualmente mi primo de 18 que se llama César, tampoco venía o me hablaba. El prefería estar en la sala de mis abuelos viendo tele o dormido.
Mi primo César tenía la genética de su papá. Para los 18 ya estaba alto (1.82) entre gordito y fornido. Peludo y con una barba considerable. Aunque en su cara aún se veía joven y sonriente.
Yo por mi parte era un niño chaparrito, aperlado, cabello castaño y tenía ese cuerpo de niño algo delgado, con poca pancita pero muslos y pompis bien gorditas. Le llegaba como al ombligo a César, me acuerdo porque me molestaba poniendo un codo en mi cabeza y le quedaba perfecto.
Nuestro desmadre comenzó así…
Un día yo estaba viendo una película (tierra de osos me acuerdo jaja) tocarón la puerta y al abrir. Era César, me dijo que si jugábamos un videojuegos de carreras que tenía y yo todo encojonado le dije que si.
Cómo cualquier niño latoso, yo quería jugar con el. Pero el conmigo no jaja.
Así que propuso jugar, pero el que perdiera tenía que cumplir un reto. Yo acepte.
El cabrón era obviamente mejor jugando y yo siempre perdia. Y los retos que me ponía eran no jugar un turno y solo verlo…
Mientras se aburría, el culero me ponía a hacer sentadillas, correr en la casa o lamer el piso jajaja. De mucho rato y mientras seguía perdiendo.
Me dijo «Juega bien Danielin o te voy a poner de reto hacerle como las viejas de las porno por pendejo» y soltó una carcajada.
Obviamente perdí una vez más. Y el soltó una risa y grito «Ya vez pendejo ¿Que te dije?»
El estaba acostado en la cama riéndose y yo también. Para mí ese «que te dije» significaba que tenía que cumplir lo que dijo. Así que me levanté de la cama y me senté como si lo estuviera montando y puse mis manos en su pecho.
Hasta el día de hoy creo que el no hablaba enserio. Porque tenso todo su cuerpo y me dijo ¡¿Que estás haciendo?!
Mientras, yo puse mis manos en su pecho y comencé a hacerme hacia enfrente y hacia atrás rápido. Y le pregunté ¿Así o como tonto? (Así le decía jaja)
El no me decía nada, recuerdo que tenía una de sus manos en mi muslo y me apretaba muy fuerte. Me veía serio, pero no me quitaba. Duramos unos minutos así y yo me comencé a sentir raro… Ansioso como cuando veía porno a solas.
El traía un short deportivo gris sin boxers (lo supe un rato después) y yo igual unos shorts deportivos de la escuela, muy cortos. Por lo delgado de las telas. Sentía en mi cola lo dura que se me había puesto la verga y como el comenzó a hacer pequeños movimientos de pelvis.
Derrepente me detuvo y me dijo «Hay que seguir jugando Dani» yo la verdad quería seguir sintiendo ese calor o ansias un poco más, pero le hice caso.
Seguí perdiendo (creo que en ese momento ya trataba de jugar peor para acabar rápido) los retos se comenzaron a alternar. Algunos eran normales como correr o hacer lagartijas. Pero también me pedía hacer lo mismo, montarme en el y hacer ese movimiento.
Se comenzó a animar. Porque el también se comenzaba a mover o me ponía en otras posiciones. Pasado un rato, todos los retos eran ya plenamente sexuales, incluso me pedía que se la tocará sobre el short y a mí me encantó.
Pero seguíamos «jugando» para los retos. En una de esas ocasiones el tonto por estar apurado, perdió por un error. Y me preguntó que le iba a poner de reto… Yo pedí tocarsela otra vez, pero por más tiempo.
Siento que para el, esa fue la cosa que lo hizo saber que a mí también me estaba gustando. Ese día termino así, conmigo tocandolo, montado en el o empinado. Recuerdo que cuando se iba le dije «Te orinaste» porque tenía una mancha de humedad en el short y el se rió y me dijo que era un pendejo y que no era pipí.
Al día siguiente, apenas llegué de la escuela. Mi primo tocó la puerta y me preguntó si quería jugar otra vez videojuegos como ayer.
Y yo le dije emocionado que si. La verdad es que ese día en la primaria, solo pensaba en si se repetiría o si era solo esa vez. Incluso a esa edad yo sabía que lo que estábamos haciendo estaba mal, así como ver porno jajaja
Ese día comenzamos rápido a jugar y como de costumbre yo perdiendo. Ya no me importaba el juego, era el tocarlo y subirmele encima lo que me estaba emocionado.
Mi primo ya venía listo para dar otro paso ese día. Pasado un rato, me reto a tocarlo sin el short recuerdo que le dije «Si está bien» con la voz y las piernas temblando de los nervios y emocion.
Jamás olvidaré cuando lo vi levantarse de la cama y bajarse el short hasta las rodillas de un jalón.
Sus muslos gruesos y llenos de vello, con una verga morena casi negra, con la punta rosada. A mí se me hacía gigante (ahora se que le mide lo normal unos 14 cm) con una mata de vello en la base. Y su voz diciéndome «Vas Dani dale rápido»
Cuando me acerque y apreté su verga por primera vez, la se sentí muy caliente en mi mano y me encanto.
La verga de mi primo tenía forma de pico. Una punta delgada, pero a la mitad se hacía gruesa hasta llegar a la base, dónde ya no me cerraba la mano. Recuerdo bien todo desde sentir sus venas, su piel áspera y ver de cerca su cabeza mojada a centímetros de mi cara. Yo estaba hipnotizado, no quería soltarla.
Tuve escalofríos, recordé todas las pornos que ví solo y aunque aún no tenía erecciones. Sentía un calor por todo el cuerpo y ansias de seguirla tocando.
El me preguntó si ya me masturbaba y le dije que no. El aún de pie, comenzó a enseñarme como masturbarlo como a él le gustaba. El solo se quejaba y me decía cosas como «Chingado síguele así dale más rápido y aprieta más la mano»
Después de un rato, el me quito. Y me dijo «hay que seguir jugando carreras» siento que lo hacía sentir mejor, fingir que seguíamos jugando. Pero la verdad es que cada «reto» era más y más rico.
Después de masturbarlo algunas veces cuando perdía en el juego. Dió un paso más y me reto a hacer lo mismo del día anterior, simular que cogíamos, pero está vez sin los shorts.
Me calienta el solo acordarme cuando me baje el short, pensando que no se podía sentir mejor que masturbarlo.
Me di la vuelta y el me acomodo en la orilla de la cama empinado. Con mis nalguitas pequeñas, gorditas y blancas al aire. Apenas me puso así, sentí por primera vez la punta de su verga que babeaba presemen, resbalarse haciendo presión por la ralla de mi culo, yo comencé a temblar y sentía la cara caliente y me sudaba la espalda.
No entendía porque, pero mi colita se levantaba sola, tratando de que hiciera más presión sobre mi raya, en especial mi pequeño ano.
El me tenía la cola húmeda porque soltaba mucho presemen. A ratos me recargaba su peso encima, se sentía delicioso oírlo respirar y sentirlo sobre mi aplastandome poquito y con su verga en mi cola y muslos. La diferencia de tamaños estaba cabrona jajaja me desaparecia debajo de el de lo grandote que estaba.
Esto se repitió varias veces, en varias posiciones. Según «jugábamos» aún, pero mi primo ya no se guardaba la verga.
Ese día ya acercándose la hora en la que mi tía venía a hablarle. Me reto a dejarlo meter su verga a mi boca como en las películas porno.
Yo solo quería seguir esa emoción de lo que estábamos haciendo y le dije que estaba bien. El cabrón corrió a cerrar la puerta con llave por si acaso.
Así como yo estaba sentando en la orilla de la cama, se la saco del short y me dijo «Ándale que ya casi me voy, haz lo mismo que hacen las viejas de las películas Dani»
Recuerdo que no se me hizo raro, yo ya había visto un buen de porno. Sabia que los adultos hacían eso jajaja.
Recuerdo ver la punta de su verga húmeda con una gota transparente saliendo… Lo primero que hice fue probarla pasandole la lengua por la punta, medio inseguro.
Un sabor salado me lleno la boca rápido hasta la garganta. Pero no me desagrado. Mi primo solo se quejo y respiro.
(Años después me dijo que era virgen, que no había tenido novia, ni habia hecho nada a esa edad. Supongo eran tiempos mas inocentes)
Habiéndola probado, me metí despacio su cabeza a la boca y ahí la dejé sintiendo el calor de la verga de mi primo. Estando tan cerca, por primera vez sentí ese olor a sudor y verga que tienen los hombres.
El movió su cadera, metiendo un poco más de su verga a mi boca. Yo de alguna manera entendí que tenía que repetir lo que había visto y comenzar a sacarla y meterla en mi boca.
La verdad por la forma de su verga que era delgada de la punta y gruesa en la base… Después de un ratito y de rasparlo unas veces con los dientes. Logre meterme poco menos de la mitad de su verga a la boca y mamarsela a ritmo lento. Recuerdo verlo y tenía los ojos cerrados, se había levantado la playera a media panza y tenía vello muy rico.
No voy a mentir, todo esto no duró mucho. Cuando agarre un poco la maña de que hacer, quise ver cuánto me cabía porque a las de las películas les entraba una verga completa.
En un momento y sin decirle nada, empuje mi cabeza muy fuerte contra su verga. Haciendo entrar poco más de la mitad, hasta donde ya se hacía muy grande para mi boca.
No me dió tiempo de nada, apenas sentí una arcada. Mi primo dió un movimiento de cadera muy rápido y se quejo. Comencé a sentir en mi boca mucho líquido caliente, que una parte me trague y otra salió por las orillas de mi boca junto con baba jajaja.
Enseguida me quite mientras mi primo respiraba cortado, se tiro en el sillón con los ojos cerrados y la verga con algo de semen aun. Yo estaba en shock, entendia más o menos que había pasado porque había visto hombres eyacular en videos.
Pero una cosa eran los vídeos y otra que yo estaba sentado ahí a los 9.
Viendo a mi primo todo grande como mastodonte, peludo y con los shorts abajo y la verga llena de baba y semen palpitando y bajandose. El cabrón se había venido en mi boca. Y no me disgustó, pero estaba muy sorprendido.
Mi primo se comenzó a secar el sudor, se subió el short y me volteo a ver sonriendo y me dijo «No mames Dani te comiste toda mi leche cabrón» recuerdo que a mí me dió pena y me limpie con la playera la boca. El se rió y me llevo al baño y me limpio bien la cara y me hizo hacer enjuagues con agua jajaja.
En una segunda parte, les cuento cómo seguimos «jugando» y cómo me cogió por primera vez.
Que rico me vine
Woooow muy buen relato no puedo esperar a que salgan las otras partes y saber si hubo más, felicitaciones
muy bueno tu relato, recuerdo mi infancia con los primos