Aprendiendo de mi esclavo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Cesar.
Nunca imagine que le echaria tanto de menos. Ya han pasado mas de dos años desde la primera que vez que lo vi y desde entonces creo que nunca nos habiamos separamos. Recuerdo ese primer dia como si fuera hoy mismo. Por supuesto, lo conoci en un chat. Me parece el invento del milenio, aunque no ligues, por lo menos, lo pasas bien y sin riesgos inutiles. Tranquilamente en tu casa, tomandote algo mientras te entretienes con la peña. Yo, como siempre, buscaba un tio joven, guapo, con un cuerpo inmejorable y totalmente pasivo. Y lo buscaba en serio, quiero decir que si no eran asi, directamente perdian el tiempo. Yo, aunque ya con treinta tacos, ofrezco lo mismo y creo que tengo derecho a exigir. Todos tenemos ese derecho. El caso es que me entro un tal "Mimo", de 19 años. Los prefiero un poco mayores porque en general tienen el coco mejor amueblado, pero le segui el rollo de todas formas. Me dice que mide 1,89 m de estatura, que esta delgado aunque fuerte porque va al gym desde pequeño, buen culo, rubio y ojos azules, guapo… y todavia me pregunta que si me vale. "Pues tu que crees", le respondo. Como lo unico que me preocupa cuando ligo es el fisico, le cuento como soy yo para no andarnos con engaños. Mido 1,75, moreno, cuerpo fibrado, sin vello, un excelente culo -excelente de verdad, aunque virgen, por descontado-, y guapo, porque realmente es lo que dice mucha gente.
Tambien le explico sin rodeos lo que me va: "me gusta que me hagan una buena mamada y follarme un buen culo hasta correrme; y me gusta hacerlo a mi puto rollo y sin preambulos de ninguna clase". El me responde que si me va hacerlo en plan fuerte, pegandole nalgadas mientras me lo follo, tirandole del pelo, tratarlo como una puta… En fin, no se, lo cierto es que no tarde en ponerme cachondo. Tan joven como era y parecia darme mil vueltas en esto, la muy perra. Enseguida decido pasarle mi numero de telefono para tener un charla mas directa.
Me llama de inmediato y se identifica todavia como "Mimo". He de reconocer que este tio me puso la polla dura desde el primer minuto. Tenia una voz juvenil pero grave. Hablaba un poco entrecortado, como nervioso y eso me ponia todavia mas cachondo sin saber muy bien por que. Antes que nada, le pregunto si realmente esta siendo sincero en cuanto a lo del fisico, porque, de lo contrario, le insisti en que conmigo estaba perdiendo el tiempo. Sin dudarlo, me lo jura con contundencia, y me pide que tenga la absoluta seguridad de que no me miente. Vivia en mi misma ciudad, o sea que comprobarlo era una cuestion de poco tiempo.
Antes le pido que se aclare con lo que le gusta exactamente. Me dice abiertamente que cualquier cosa que yo le quiera hacer, sea lo que sea… como si el fuera mi esclavo y yo su propietario. De hecho, esas fueron sus palabras. Fue tan convincente que me superaba la curiosidad. Enseguida pacte una cita. Quede con el a una manzana de mi casa. Era verano y nos veriamos en una concurrida terraza. Cuando llegue, el ya estaba ahi. Tenia que ser el por como habiamos pactado que se vestiria y por su aspecto. Camiseta azul, pantalones vaqueros y botas de cow. Se con exactitud lo que me dije a mi mismo en cuanto lo vi esperandome: "joder, como esta el hijo de la gran putisima". Verdaderamente, estaba de infarto.
Nos presentamos. El se llama Daniel y yo, que no os lo habia dicho aun, me llamo Armando. Casi sin mediar palabra, le pedi que me siguiera, me lo queria llevar a casa cuando antes. En cierto modo, me incomodaba algo su altura mientras caminaba junto a el, pero estaba mas pendiente de follarme ese culo que de otra cosa. Tenia un rostro ciertamente espectacular… solo de pensar que me iba a follar esa boca se me salia el corazon de lugar.
Llegamos a mi piso y… Daniel no fue una excepcion en mi ritual con mis ligues. "Ponte comodo", le dije secamente. Quise decir, y me lo entendio sin dudarlo, que se desnudara de inmediato.
Ya sin nada de ropa, le lleve a mi cuarto. Lo estaba tratando como si fuera un simple receptaculo de semen, tenia que descargar cuanto antes… y luego ya hablariamos de lo que tendriamos que hablar. Le indique que se tendiera sobre la cama, boca arriba, y que esperara asi. Yo me desnude a toda prisa y me sente sobre su pecho sin pensarmelo dos veces. Tenia la polla a reventar de dura. Daniel me la estaba mirando, palpitante frente a su cara. Yo me acomode mejor sobre su pecho, le guie las manos para que las entrelazara sobre su nuca, le apoye la cabeza sobre una almohada doblada y le deje listo para que mi polla pudiera entrar, sin esfuerzo por mi parte, en esa maravillosa boca. El la abrio al instante y saco un poco la lengua humeda para que yo posara mi polla sobre ella. Se la meti de un golpe. No pude evitar empezar a follarmela como un loco. Le cogia fuerte del pelo para empujar mas, para llegar hasta la misma garganta. Me acordaba en todo momento de eso que me habia dicho de que podia hacer lo que quisiera con el, y era justo lo que estaba haciendo. No me corte un pelo. El solo jadeaba del esfuerzo de tenerme encima de su pecho y de recibir mis embestidas. Nunca entendi como hacen los tios para tragarse las pollas hasta el fondo, pero lo de este era fantastico. Estaba siendo la mejor mamada que me habian hecho nunca. Estaba a punto de irme cuando hice un ademan de retirar la polla para correrme sobre su cara. Era lo menos que podia hacer por el en aquel momento. Sin embargo, el hizo un esfuerzo tremendo por aplastar su cara contra mi vientre y meterse aun mas la polla; era evidente que queria que me corriera dentro y no lo dude. Nunca antes lo habia hecho y, desde entonces, no imagino un lugar mejor para correrme. Se lo trago todo. Yo me quede un rato mas, montado sobre el, tratando de recobrar fuerzas.
Segui en la misma posicion, mirandole desde arriba; el con los ojos azules fijos en mi, con una expresion de complaciencia y de agradecimiento que no alcanzo a describir. Le pedi que se diera la vuelta. Mi nuevo "juguete" tenia otra diversion que habia probar cuanto antes. Enseguida tuve entre mis muslos ese culito, justo debajo de mi polla, que volvia a estar a punto como si no hubiera pasado nada. El culo mas apetecible que jamas habia visto. Hay culos que estan hechos para que tios como yo se lo pasen en grande, no me cabe ninguna duda. Duro, redondito, blanco, sin nada de pelo… uff Empece a magrearlo, a rozarlo con mi polla, a moverme como si estuviera cabalgando sobre el; le tiraba del pelo para que arqueara su espalda… tenia a un pedazo de tio de cerca de dos metros para mi entero capricho y eso me estaba derritiendo… le daba de vez en cuando unas buenas palmadas en el culo y eso me ponia a cien. Enseguida note que tambien Daniel estaba a punto… los dos nos corrimos sin mas, yo ni tan siquiera se la llegue a meter ese dia.
Despues de esto, empezamos a hablar y hablar sin parar. Nos contamos nuestras experiencias y las posibilidades de juegos sexuales que el me proponia y que yo jamas imagine que podria hacer con un tio. Todo fue una locura. A los dos meses lo tenia viviendo en mi casa. El iba a la universidad y yo al trabajo. Sus padres le pasaban una buena asignacion cada mes para que estudiara… y hasta hoy.
En la intimidad, el es mi esclavo. No concibo ya otra relacion con el. Llego a casa y hace todo lo que yo le pido. He aprendido a enseñarle a darme placer, sin pensar en el esfuerzo que a el le suponga el juego en cuestion. He aprendido a divertirme siendo un autentico cabron con el. Recuerdo la primera vez que hicimos algo que, por entonces, me parecio "fuerte". Fue el mismo dia en que nos conocimos. Despues de mis dos primeros organismos, el entendio -asi me lo dijo- que habia que recurrir a algo nuevo para mi, algo que me despertara de nuevo las ganas de follar. Me propuso hacerme una mamada, estando yo sentado en un sofa, y el a cuatro patas, "como si fuera un perro", me dijo. Me pidio que cogiera un cinturon y que le atizara en el culo sin miramientos para que la mamada fuera mas placentera.
Cuando empezo a mamarmela, la tenia completamente flacida y con los restos aun de mis anteriores corridas. Empece a ordenarle que me la pusiera dura y el me respondia -con la polla dentro-, "Si, señor"… asi empezaron los primeros correazos. El ruido de mi cinturon de cuero contra su culo, los respigos que daba cada vez que le arreaba, y las marcas que iba dejando en sus nalgas, me pusieron a cien… El muy cabron, hizo que me corriera de nuevo como la primera vez.
Pronto, la relacion se fue perfeccionando, gracias, sobre todo a sus sugerencias para ser "mejor esclavo" y gracias tambien a la permanente busqueda de juegos que me procuraran placer. El siempre tenia alguna idea nueva que proponerme.
Aunque me lo pasaba de puta madre, empezaba a estar algo harto de que a mi nunca se me ocurriera algo divertido. Algo que añadiera mas morbo a la pareja, algo que definitivamente le hiciera para siempre mio. Que no pudiera pensar en otra cosa, mas que en estar a mi entero servicio. Pero queria que se me ocurriera a mi, no a el. Queria sorprenderle.
Finalmente, la idea me la propuso un amigo mio, absolutamente entusiasmado con el mundo de la sumision desde que yo se lo hiciera descubrir. El tambien tiene un esclavo y le hace exactamente lo mismo que yo al mio, y me consta que es asi, porque lo he visto en innumerables ocasiones, y no pocas veces pasamos los fines de semana juntos. Le tengo mucho aprecio y, ademas, siempre me parecio que estaba superbueno. No hemos dejado nunca de enrollarnos entre nosotros, aun cuando ambos tuvieramos pareja. Lo consideramos como un privilegio de nuestra amistad. De hecho, yo soy el unico tio que le puede dar por el culo y el unico tambien al que el gustosamente hace una mamada.
El caso es que me hablo de un tio al que conocio a traves de un chat, que se dedica a montar a esclavos a cuatro patas. Los trata como si fueran autenticos caballos, los entrena con riendas, fustas, silla de montar, organiza rodeos, carreras con otros amos… todo igual que si fueran ponys humanos. Mi amigo me conto que le habia visitado un dia a una finca que tiene a las afueras de la ciudad y que le habia parecido un tio muy legal y divertido. El estaba empeñado que le acompañara, pero aquel dia me habia sido del todo imposible. Juan, como se llama mi amigo, me conto con todo lujo de detalles como habia sido la experiencia. "Es una pasada, tio, los puedes montar como si fueran caballos, y te llevan a donde te salga de la polla, guiandolos con las riendas y dandoles con la fusta… no veas lo resistentes que son".
Yo no lo acababa de ver, pero siempre termino haciendole caso. El trato era que ese tio, al que por supuesto conoci despues en una cena que preparo Juan y en la que hablamos de los preparativos, se quedaria una semana con nuestros esclavos para entrenarlos. Habia unos gastos previos de utillaje y mantenimiento durante la semana que duraria el aprendizaje que mi esclavo se empeño en pagar. Al muy cabron le entusiasmo la idea desde el primer momento en que se la comunique. Me lo agradecio de mil maneras y me prometio que no me iba a decepcionar en lo mas minimo. Por lo visto mi esclavo -segun su nuevo "adiestrador"- es muy aprovechable como animal de monta por su tamaño, elasticidad de espalda y no se que hostias mas.
El caso es que me quedaba sin "servidumbre" durante una semana. Bueno, no exactamente, porque mi amigo Juan me propuso pasarla juntos, dado que el tambien se quedaba sin su "juguete" preferido, como le gustaba llamarlo. Siento mucho aprecio por Juan, hizo todo lo posible para que yo estuviera bien atendido en lo sexual en todos los aspectos durante todos esos dias. Los dos lo pasabamos muy bien. Incluso, un dia, entre bromas, me espeto: "ya veras como te gusta montar, tio, es una pasada si el esclavo lo sabe hacer". Y acto seguido, me dice: "¿por que no lo pruebas?, venga". Y, bajandose de la cama en la que estabamos, se puso a cuatro patas.
La verdad es que se me puso dura de inmediato. Me excito sobremanera verlo ahi, en el suelo, con ese culo fantastico que me acabada de follar y su espalda arqueada, ancha por los hombros y estrechita en la cintura. Yo titubee un rato y el insistio. Entonces me monte sobre su espalda. Acomode mis pies sobre la parte interior de las rodillas dobladas de mi amigo y acople bien su espalda entre mis muslos. Le montaba con todo el peso y eso, Juan, lo resentia en su espalda. Pero yo me estaba poniendo verdaderamente excitado. Me entusiasmaba la idea de verme montado comodamente sobre el y obligarle que me llevara por donde yo quisiera, por mucho esfuerzo que le supusiera a el (ese tipo de placer lo descubri con mi esclavo).
Le cogi fuerte del pelo para guiarle y eso hizo que inclinara todavia mas su espalda. Tenia mis huevos apretados contra la espalda de mi amigo y la polla tiesa como una estaca. Abri mas mis piernas para estar mas comodo y seguro, coloque mis talones a la altura de su culo y empece a darle como si llevara espuelas. Le di una buena y sonora palmada en el culo y le grite: "Venga, caballo, arre", mientras el se respigaba y comenzaba a ejecutar mis ordenes. Juan, aunque era mas fuerte y mas grande que yo, empezaba a flaquear, pero aguantaba, queria que su amigo lo pasara bien encima de el… Yo no paraba de decirle: "Tio, si que es verdad, esto mola… !venga¡ !arre¡"… Lo estuve paseando hasta que no pude mas y mecanicamente empece a masturbarme… no tarde en correrme sobre su espalda mientras seguiamos cabalgando lentamente por el pasillo de mi casa. Todavia montado, y entre jadeos, mios y de el, le dije: "esto es una pasada, tio, estoy deseando que lleguen nuestros ponys, creo que a partir de ahora no voy hacer otra cosa entre follada y follada, mas que montar".
Hasta que llego el dia en que acordamos que pasariamos a recoger a nuestros esclavos-caballo. No recuerdo haber estado mas nervioso en mi vida. Estaba deseando probar lo que seria montar sobre un esclavo bien entrenado. Me imaginaba a mi esclavo a cuatro patas, con esa espalda, ese culo para arrearle…
(continua)
Autor: Cesar (rider_master@hotmail.com)
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