Asi fue 4
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Yo parado como estatua queria desaparecer por arte de magia.
-¿Te gusto, verdad?- me pregunto.
Yo no conteste ni movi la cabeza como en otras ocasiones. Estaba pérdido y completamente confundido.
-Ya lo sabia que te gustaba- siguió diciendo y solto una de sus risitas burlescas.
Empezo a caminar lentamente hacia mi y mientras lo hacia se llevo la mano a la entrepierna sobandose los genitales.
-Ya se fueron- me dijo cuando se paro frente a mi.
-Ahora sigo solamente yo.
Diciendo esto me tomo fuertemente por la cintura e imitando a su amigo hizo que me pegara a el y empezo a repegarme su pelvis en mi cuerpo. "¿La sientes?" me pregunto mientras con mayor fuerza proyectaba su cuerpo al mio como queriendome traspasar. Tomo mis manos e hizo que se los pusiera alrededor del cuello y pasando sus manos por toda mi espalda nuevamente las bajo hasta apresarme alla abajo como vulgarmente se dice de "a cartoncito de cerveza". Hacia como que bailabamos, me movia lentamente de un lugar a otro y yo tan cerca de el empeze a percibir su aroma y la fortaleza de su cuerpo acostumbrado al trabajo fuerte. Volvi a cerrar los ojos cuando sus manos de igual manera debajo de la falda me volvieron a hacer sentir ese calor y cosquilleo que jamas antes habia sentido. Bueno creo que si, cuando algo me daba mucho miedo recuerdo que alguna vez senti como cosquillas ahí en la cola. No se cuanto tiempo duramos asi. Me tomo de la mano y me llevo hacia el segundo piso donde descubri habia un cuarto y una cama con colchon.
Me solto y adelantandose se sento en el borde de la cama mirandome. No hacia falta luz pues la luna llena iluminaba completamente la habitación. "¿Qué esperas?" me dijo. Y con una voz estruendosa me ordeno quitarle las botas. Asi lo hize temblando de miedo, me acerque y de rodillas frente a el, lo hize lo mas rapido que pude. Cuando termine fui a ponerlas en el rincón que el me ordeno con una seña. Me ordeno que regresara y cuando estuve enfrente de el me ordeno que me volteara quedando de espaldas a el. Solo senti como sus manos se posaron nuevamente en mis piernas por detrás de las rodillas. "Estas bien buena Rubencito" me volvio a decir y me apretaba mientras subia lascivamente por toda la parte de atrás de mis piernas. "Estan bien lisitas…bien lisitas" me dijo mientras me toqueteaba a su gusto. Era verdad pues si actualmente estoy lampiño en aquel tiempo no tenia ni un solo vello en mi obeso cuerpo.
Mis piernas regordetas siempre me habian dado vergüenza pues en la escuela cuando veia a los demas me daban envidia las piernas de mis compañeros. Ellos ya tenian cierto pelo y a mi nunca me salio nada. De un fuerte e inesperado jalon me bajo la falda y aunque me quedaba algo justa no se como le hizo pero me la jalo hasta el suelo dejandome unicamente en calzones, bueno en pantaletas como bien recordaras. Yo me sentia morir de verguenza. Una cosa es que me hubiera obligado a vestirme de mujer enfrente de el pero tenerme alli asi expuesto en calzones mientras me tocaba era humillante. Obviamente me hacia sentir de la patada como nunca antes me habia sentido. Senti sus manos rodeando fuertemente mi cintura y de un jalon me hizo sentar sobre sus piernas. Sus manos aprezaron mis chichitas y empezo tambien a toquetearmelas y a sobarmelas mientras me decia: "Estas chichona". Parecia que Daniel dominaba las palabras claves de cómo ofenderme pues siempre me senti mal de mi gordura y una de las cosas que habia notado sobre todo cuando andaba en camiseta o en playera es como se me veian las chiches y era verdad yo mismo habia notado como en cierto grado se parecian a las de las mujeres y eso me daba mucha vergüenza y ahora que el me lo decia mientras me tocaba me hacia sentir con ganas de llorar pues precisamente siempre me habia sentido menos hombre por ello. El me seguia diciendo cosas que en ratos al acordarme de todo lo que yo sentia como que no le oia pero no pude dejar de sentir sus manos tocandome por todos lados.
Duramos no se cuanto tiempo asi. Yo ahí sentado en sus piernas y el tocandome todo lo que quiso. Despues me puso de pie y se quito la camisa y me dijo: "Andele mija. Atiendame" y se recosto. Yo solo me le quede mirando y el entendiendo que yo no sabia que hacer se incorporo y tomando mis manos las dirigio hacia su cinturón indicandome sin hablar que se lo quitara. De igual manera ya que lo hice me fue dirigiendo a desabrocharle el pantalón y a bajarle el cierre del pantalón para finalmente quitarle los pantalones dejando al descubierto de mi vista por vez primera un par de piernas de muslos gruesos y fuertes. Pude observar como la truza le quedaba sumamente marcada y pegada en la piel especialmente en la parte central donde se podia apreciar un cilindro bien definido que amenazaba con botarse.
Me ordeno doblar los pantalones y ponerlos en un lugar que no se ensuciaran. Me dijo que me apurara y me señalo la cama dándome a entender que tendria que regresar rapidamente ahí junto a el.
Cuando lo hize, me ordeno subirme a el y cuando estuve sentado a horcajadas encima, tomando mi cabeza con ambas manos restrego mi cara en su torso empezando en el pecho. Mis cachetes eran pasados de un lado al otro de su pecho y poco a poco me fue bajando hasta llegar a la linea de su truza.
Cuando me restrego en su pecho, su respiración se fue haciendo profunda. Me imagino que le gustaba y me decia. "Si, asi te queria tener." Sin despegar sus manos de mi cabeza me hizo lo mismo en el area de su calzon. Mi cara era refregada una y otra vez sin piedad y yo sentia como ahí adentro estaba algo duro y caliente que cada vez que mi cara era puesta en contra de aquello reaccionaba. "Huelelo", me decia mientras me empujaba la nariz como queriendo meterme aquello en mi cara. Bajandose el calzon, brinco hacia mi cara su verga caliente, un gran pedazo de carne dura y maciza que con una mano se agarro el mismo y con la otra me jalaba el pelo haciendo que mi cara se mantuviera cerca mientras me pasaba todo su fierro caliente por todo el frente y yo sentia como una babita se me quedaba pegada en la frente y en los cachetes. Jamas olvidare ese olor tan penetrante que en ese momento me daba bastante como asco pues era la primera vez que sentia el olor de una verga tan cerca de mi.
Todavía empuñandola me la puso en la boca y como siempre me ordeno: "Chupamela pinche gorda." Ni siquiera pude reaccionar pues en un momento aquel pedazo de carne caliente ya estaba adentro de mi boca y con sus manos el dominaba mi movimiento y apenas si me podia sostener para que no me atravesara la garganta y solo sentia como aquel pedazo de fierro caliente se me atoraba en la garganta y se metia y se salia de mi boca haciendome salivar y todo lo que se escuchaba en el cuarto en ese momento era los sonidos que mi boca hacia al ser atacada por aquella vibora candente. Mientras lo haciamos me fue jalando las piernas hacia el y yo quede con mi boca en su verga y mi culo de frente hacia el en su cara asi que mientras yo le seguia mamando la verga el se daba vuelo tocandome las piernas y tocandome el culo y a diferencia de un rato atrás esta vez yo sentia como subia descaradamente y me tocaba las nalgas y me metia el calzon en la rayita y sus dedos me tocaban el hoyito.
"Ahora chupame los tanates." Me dijo y me obligo a dejarle de mamar la verga y se medio incorporo y empujando mi cara hacia sus huevos me explico diciendome: "Estos pendejito, o que? Te dije los huevos, MIS huevos." Y entonces tuve mi cara en sus bajos y entendi lo que queria asi que muy a mi pesar ahí me tienes chupandole los huevos. Eso me dio mas trabajo pues sentia como sus pelos me picaban la cara y me daba mas asco ademas de la consistencia aguada de la bolsa pero me tuve que aguantar y trate de hacer lo que le me decia y trataba de complacerlo ante el temor de que me partiera el hocico. De repente un dolor me llamo la atención y es que me bajo los calzones a mitad del muslo y como me quedaban muy apretados el elastico se me encajaba pero eso a el no le importo y ahí me los dejo mientras me seguia refregando el culo desnudo con sus manos pero sin tocarme el hoyito. Nada mas me tocaba las nalgas y me medio metia la mano en la raja. Me dio una sonora nalgada y nuevamente me ordeno regresar a chuparle la verga. Esta se le habia bajado un poco pero en cuanto la tuve en mi boca nuevamente volvio a crecer y a ponerse tan dura como hasta hace unos instantes habia estado.
Despues de un rato me jalo y me hizo acostarme a su lado. Se levanto y fue hacia su pantalón sacando no se que de la bolsa. "Quitate esos calzones" me ordeno gritandome y como pude le obedeci pues los tenia medio enrollados y me fue difícil hacerlo sobre todo por lo nervioso que me encontraba.
Regresando a la cama lo vi como se sobaba la verga y es que traia un pomito de algo y creo que se lo habia puesto en la verga. Con una mano me tomo de uno de mis tobillos y me arrastro sin misericordia al borde de la cama y poniendo el pomito a un lado sus manos me tomaron por detrás de las rodillas y me las empujo hacia arriba haciendo que mi culo quedara expuesto. "Asi quedate", y mientras yo trabajosamente trataba de sostener esa posición el metio el dedo en el pomito y sacando una especie como de aceite me lo empezo a embarrar en la hendidura entre mis nalgas. Aquella sustancia viscosa estaba fria y me medio saque al sentirlo pero el me volvio a gritar diciendome que no me moviera. Senti como sus manos y sus dedos me tocaban la rayita y como el movimientos se hizo mas corto hasta que de repente uno de sus dedos se introdujo en mi hoyito. Aquello no me gusto, no grite pero un "Shhhhh" se escapo de mi boca y creo que por instinto trate de moverme pero el con la otra mano me agarro del cuello y me dijo que hay de mi se me movia. En aquel momento no me dolio pero si me sentia muy a disgusto sintiendo su dedo adentro de mi virginal hoyito y me preguntaba para que me estaba haciendo eso. La verdad no me imaginaba lo que me estaba a punto de suceder y de que en unos cuantos minutos lo descubriria de la peor manera.
Finalmente me saco el dedo y me dijo: "Ya estas lista". Se medio limpio el dedo con mis calzones y acercandose a mi me volvio a tomar las piernas por las rodillas y me las hecho lo mas atrás que pudo haciendo que mi culo quedara completamente expuesto y acercandose a mi cuerpo empeze a sentir como paseaba su verga caliente y dura entre mis raja de arriba abajo MUY lentamente.
En ese momento pense que eso queria hacer y que se divertiria haciendome eso que estaba tratando de asustarme y cual no seria mi sorpresa cuando senti que coloco la mera punta de su cabeza en medio de mi hoyito. Puso sus manos en mis hombros dejandome cero espacio de maniobra por el peso de su cuerpo y justo cuando yo me preguntaba que era lo que el queria hacerme pude sentir como todo el peso de su cuerpo recayo en mi culito y en ese momento un dolor agudo me atraveso de repente mientras la cabeza de su gran serpiente se proyectaba hacia dentro de mi esfínter.
-¡¡AAAYYY!!-grite lo mas fuerte que pude.
Mi grito de dolor aun no terminaba cuando un segundo arrempujon me corto el aire y senti como aquel pedazo de carne se me incrustaba aun mas adentro de mi. Trate de zafarme pero me fue inútil. Como ya te dije sus manos estaban en mis hombros y las deslizo hacia mis brazos haciendo mi huida imposible. Aquel dolor era insoportable. Mi culito era masacrado sin misericordia. Empeze a sollozar mientras como podia le decia que me dolia. Le suplique que me dejara. Le rogue que me la sacara pero todo fue inútil. El se medio acomodo y de un nuevo empujon arremetio con toda su fuerza contra mi cuerpo hasta el fondo, hasta quedar pegados piel con piel. Podia sentir como su vello pubico me alcanzaba a picar las nalgas. El dolor era tan fuerte y tan agudo que llore como nunca antes lo habia hecho.
Volvi a tratar de zafarme y trate inutilmente de mover mis piernas para ver si podia hacerlo pero muy al contrario de lo que esperaba cuando trate de moverme me dolio mas la cola y desisti por el dolor. Yo podia sentir como mi culito se trataba de defender igual que yo pues senti como que se me abria y cerraba como queriendo expulsar a aquel intruso que le atacaba de esa cruel manera.
-"Que rico aprietas"-me dijo y solto una vez mas una de sus carcajadas hirientes. "Eres toda una putita"- me dijo y apenas termino de decirlo y empezo a arrempujarme su cosa aun mas adentro y a moverse de tal manera que yo solo sentia como aquel cilindro quemante me atravesaba una y otra vez produciendome nuevamente ese dolor perverso.
Mi culito estaba completamente a su merced. Yo solo sentia como a cada una de sus arremetidas mi culito se cerraba y trataba de protejerse pero el con su peso y su movimiento me atravezaba ferozmente y me abria mas y mas acomodandose dentro de mi. Yo seguia repitiendole cuando podia entre mis sollozos que por favor me dejara. El solo me veia y se sonreia cada vez que yo le suplicaba que me dejara. "¿NO?" me decia burlonamente y al decirlo me la dejaba ir con mas fuerza como si quisiera destruirme con su cuerpo. "¿No te gusta?" y yo estupidamente le repondia que no solo para que el se riera y me siguiera atacando. Una y otra vez acometio con fuerza dentro de mi mientras yo seguia sollozando.
En un momento dado, no se como, se medio acosto sobre de mi y tomandome con fuerza nos volteamos quedando el acostado y yo encima de el y con sus manos me tomo fuertemente de la cintura haciendome quedar un poco mas erguido y en ese momento senti como su verga se me incrustaba aun mas al fondo y la sentia tan grande pues estaba yo sentado completamente en ella. Una mezcla de pujido y grito salio de mi igualmente lastimada garganta. El salvajemente, y a pesar de mi peso, me levantaba con su pelvis y se retraia haciendome caer en su verga. Cuando esto sucedia a mi se me salian unos grititos y unos pujidos como gemidos y eso a el le gustaba y le encendia ver y sentir como me estaba lastimando el trasero. "Muevete" me dijo y con sus manos me obligo a mover mis nalgas de tal manera que parecia que me le estaba restregando pero yo apenas si lo podia hacer pues el dolor me ganaba.
Nuevamente me tomo fuertemente y revolcandonos en la cama quedamos como al principio y el se incorporo y como un desquiciado, tomo mis piernas sobre sus hombros, y sujetandome por la cintura me la subio un poco quedando casi en el aire y a todo gusto se dio a la tarea de cogerme y de meter su verga a su gusto. Yo no dejaba de sollozar mientras el me lo hacia. "Te voy a embarazar." me grito. En un momento empezo a echar unos como berridos y sus acometidas se hicieron diferentes pues pude sentir como me la metio como mas adentro y en eso su verga empezo a vibrar dentro de mi de una manera diferente y el me decia: "Tomalos, ahí te van." Y de hecho pude sentir algo aun mas caliente dentro de mi que me inundaba por dentro. Eran sus mecos. Era ese liquido caliente y espeso que me quemaba las entrañas por primera vez.
Se quedo un instante quieto mientras recuperaba el aliento. Sin mas ni mas, de un jalon me la saco y volvi a gritar pues me dolio mucho cuando lo hizo.
Yo estaba todo tembloroso y todo el cuerpo me dolia especialmente las nalgas y el culo por tal acometida. Pense que todo habia acabado pero que equivocado estaba. Apenas salio de mi y echandose a un lado mio me dijo: "Mira nomas pinche puerca como me la dejaste." Y como siempre dandome un jalon de pelos continuo diciendome: "Limpiamela pendejito." Como ya te dije yo estaba todo embotado y apenas si entendia aparte de que todo el cuerpo me dolia por el esfuerzo. Me dolia moverme y parecia estar sin fuerza para hacer nada pero eso a el no le importo y se medio volteo en la cama y con sus manos tomo mi cara y se la puso en su verga volviendome a decir que se la limpiara. Como yo tardaba en reaccionar el se movio de tal manera que nuevamente su pelvis se estrello en mi cara llenandomela de los mecos chorreantes que le quedaban y como pudo hizo que su ya medio dormida verga se metiera en mi boca.
Poco falto para que ahí mismo me vomitara pues senti gran repulsión cuando probe sus mecos y aunque en ese momento no olia muy mal el hecho de pensar que esa verga habia estado ahí dentro de mi culo me hacia sentir ese olor especial como algo repulsivo pero me tuve que aguantar y obedecer y como pude se la fui limpiando con mi boca; primero su verga y ya despues me obligo a limpiarle todos los bajos. Apenas si estaba terminando cuando nuevamente ya tenia su verga adentro de mi boca con el pretexto de que no se la habia limpiado bien me obligo a volversela a chupar solo para que se le volviera a poner tiesa nuevamente y se volviera a repetir toda la escena aunque esta vez creo que fue peor pues me puso de rodillas a chuparsela y me insultaba diciendome que solo para eso servia y que de ese momento en adelante asi lo iba a atender pues el era mi dueño. De igual manera me puso a gatas y poniendose detrás de mi y sin compasión me la dejo ir nuevamente mientras me nalgueaba y me decia lo putito que era y que mi culo era el mas sabroso que habia probado.
Las nalgas me ardian pues no dejo de nalguearme mientras me cojia y tambien me pellizcaba las lonjas que se me hacian y me decia que era yo una gorda inútil que a nadie le iba a gustar que solo a el le servia y que me iba a utilizar solo para bajarse la calentura.
La escena se repitio esa madrugada dos veces mas. En cuanto ya me dejo cai rendido pues estaba sumamente cansado y a pesar del dolor de todo mi cuerpo y especialmente de mi culo me quede instantáneamente dormido junto a quien se convirtió esa noche en mi dueño y amo.
La mañana siguiente no fue muy diferente. Me desperto de una nalgada muy temprano casi de madrugada. Con su tono destemplado de siempre me dijo que me arreglara. El se levanto rapido y se vistio. Yo me levante muy despacio. Todo el cuerpo me dolia sentia como si me hubiera arrollado un tren.
Cuando trate de caminar senti la piel de mis nalgas y la parte alta de mis muslos tirante. Eran sus mecos secos que se me habian quedado pegados.
Apenas si podia caminar sin sentir molestia especialmente en mi culito que al dar cada paso me recordaba que la noche anterior no habia sido un mal sueño. No encontraba mi ropa y me sente en el borde de la cama y sin explicación alguna empeza a chillar nuevamente. Daniel subio y aventandome mi ropa de niño me dijo que me callara y acercandose a mi me tomo por el cuello y me grito a bocajarro que cuidadito con decir algo de nada o asi me iba a ir. Dandose la vuelta me volvio a dejar solo y escuche como el mismo empezaba a cargar al camioneta con las cajas que habian quedado ahí esa noche. Yo segui sollozando calladamente pues no queria que el volviera a subir. Como pude me vesti y finalmente baje. El ya se encontraba adentro de la camioneta y tronandome los dedos me apresuro a subirme para regresarnos a la casa de mi padrino.
La camioneta se alejo por el camino de terraceria. Solo se escuchaba el ruido del motor que marcaba el silencio del secreto de aquella noche.
Autor: Anonimo
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