Asi fue 5
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Mentiria si te dijera que se me habia olvidado pero la verdad es que trataba de hacerlo.
Mi culito me habia dolido por varios dias y hasta tuve miedo de que alguien mas se enterara de lo sucedido por el sangrado que me ocasiono y que en algunos momentos llegue a manchar mis calzones pero como pude yo mismo los lavaba para ocultar la evidencia.
En fin, era un dia domingo y como mi madrina me habia dado unos pesos, a mi se me habia antojado gastarmelos en unos dulces asi que me diriji a la tienda del pueblo para ver si me podia comprar aquellos dulces que me gustaban tanto. A esas horas de la tarde el pueblo parecia fantasma pues la verdad es que toda la gente se desaparece para ir a comer o a descansar asi que iba yo caminando muy quitado de la pena cuando al dar la vuelta una estruendosa voz me hizo temblar nuevamente.
-¿Adonde vas?- me pregunto.
Inmediatamente reconoci la voz. Era la voz de unos de los "amigos" de Daniel.
-A la tienda-le dije con una voz que apenas si se escucho.
Voltee y no me preguntes como pero en ese momento al verle la cara pude adivinar sus intenciones y sin mas ni mas eche a correr y el corrio detrás de mi persiguiendome. Lo hicimos un buen trecho pero al dar la vuelta a la siguiente esquina unos brazos me tomaron con fuerza mientras una mano me tapaba la boca. Eran los otros dos compinches que me estaban esperando y yo habia caido redondito en la trampa. Entre los dos me alzaron y me metieron a una camioneta tipo Van cerrada de esas que se ven mucho en los pueblos pues no falta quien se la traiga de Estados Unidos.
Me tiraron al suelo de la camioneta y dos de ellos se metieron mientras que los otros dos cerraron la puerta y se subieron en la parte de adelante. Yo mientras trataba de forcejear pero entre los dos se imponian y no dejaban de taparme la boca y me pusieron contra el piso de la camioneta y creo que se sentaron sobre mi pues hasta me llegaron a sofocar.
Entre sus risas pude escuchar el motor y como la camioneta se empezo a mover entre el empedrado del pueblo avanzando hacia un lugar desconocido.
Cuando ya habiamos salido del pueblo, el que me estaba tapando la boca me solto y entonces empeze a gritar como desaforado. Como unica respuesta ellos se empezaron a reir y uno de ellos dijo:
-Dejalo que grite que al cabo nadie lo va a oir- y todos se carcajearon.
Despues de la experiencia con Daniel me podia bien imaginar que era lo que ellos querian y la verdad me cagaba de miedo pues tan solo recordar lo que Daniel me habia hecho me causaba mucho dolor.
Por fin llegamos a un lugar desolado MUY alejado de la carretera en una de muchas brechas escondidas de esas que existen en el campo. El motor de la camioneta se apago y se hizo un silencio sepulcral hasta que abrieron la puerta corrediza de la Van y los que habian venido adelante entraron. El calor era infernal. Te he de ser sincero y la verdad es que la memoria se me nubla. Todo fue tan repentino y tan confuso. En mi mente se me han quedado grabada sus miradas de perro en celo. El mas grande y fuerte de ellos me levanto del piso y me tomo por atras sujetandome los brazos con una llave mientras los otros se me avalanzaron como fieras salvajes. Yo trataba de defenderme según yo dandoles patadas pero ellos eran mas listos y me pudieron esquivar.
Como hienas se fueron sobre de mi y sin mas ni mas pude sentir como a jalones, lastimandome la piel, me despojaron de mis pantalones. Despues de eso a jalones me rompieron la playera que llevaba puesta y nuevamente me dejaron en calzones. Mientras que el que me tenia agarrado por atrás no me soltaba, los otros se me dejaron ir encima y solamente recuerda sus manos tocandome todo el cuerpo. Parecian unos locos. Me tocaban y me metian mano por todos lados. Me jalaban la truza de un lado a otro haciendo que se me enterrara el elastico entre las piernas. A ratos como que me acariciaban pero entre sus caricias me daban agarrones muy fuertes que me lastimaban y me hacian gritar y tambien a ratos me pellizcaban y me apretaban la carne. Se empezaron a refregar contra de mi y dos de ellos apresaron mis chichitas y me las empezaron a lamer al principio para despues igualmente mordermelas de una manera que mas que placer me causaba dolor mientars me decian que als tenia muy sabrosas. Pude darme cuenta como una mano se metio debajo de mi calzon y me metieron el dedo. Todo mi cuerpo era masacrado sin misericordia. Todo mi cuerpo ya estaba rojo de tanto roce y apretón de sus manos.
El que me estaba sosteniedo les dijo: "¡Ya cabrones! Me toca." Y haciendo que los otros dos me agarraran de los brazos me solto para bajarse los pantalones con todo y calzones. Pude ver y voltear que la tenia bien parada. Me parecio enorme y creo que pudieron ver mi cara de susto porque se rieron y el que se bajo los pantalones se la agarro y me dijo: "¿Te gusta?" Yo ni siquiera pude responder porque los otros dos me posicionaron con las nalgas a su disposición y este bajandome el calzon me escupio en el culo y nuevamente me volvio a meter el dedo mientras yo gritaba pues mi culito aun lo tenia resentido de la cojida de Daniel.
Cuando senti que me metio el dedo, me dolio mucho mas que la otra vez y grite, peor porque a ellos solo les daba risa. El me agarro con sus dos manos por la cadera y los otros que me sostenian movieron mi cuerpo acercandoselo a pesar de mis torpes movimientos por tratar de escapar. Pude sentir el calor de su verga parada cerca de mi entrada y yo como desaforado gritaba pues ya sabia la que se me esperaba y le decia que no, que me soltaran, pero eso solo los excitaba mas y de un jalon me hicieron sentarme en su fierro. Nuevamente el dolor era insoportable y lo unico que pude hacer fue berrear ante la complacencia de ellos. Sin compasión ninguna el que me tenia agarrado me movia ayudado por los otros dos y me empezaron como a subir y a bajar entre todos mientras yo sentia como su pito me taladraba nuevamente mi culito. A cada arrempujon que me daba yo gritaba pues me seguia doliendo y ellos decian tonteria y media.
Recuerdo perfectamente que me dijeron: "Dile a Daniel que cuando nos prometa algo, nos lo tiene que cumplir." El que me estaba cojiendo me abrazo por la parte baja del estomago y medio parandose me alzo en vilo con la ayuda de sus compinches y en esa posición mi torso se doblo aun mas haciendo que mi hoyito estuviera completamente abierto a su disposicion y su verga como que se me metia aun mas adentro y el se daba vuelo arrempujandomela en el aire. Cada sacudida era un tormento. Sus acometidas se hicieron mas fuertes, salvajes, y finalmente se derramo por completo adentro de mi. Cuando termino me la saco y me avento como un trapo viejo a los brazos de los otros. "El que sigue." Les grito. Pero para cuando lo hizo ya los otros estaban sobre de mi. Sin razon alguna uno de ellos me dio una cachetada y bajandose los pantalones me metio su verga ya parada en la boca. A diferencia de Daniel, el tomo la iniciativa y sosteniendo mi cabeza me metia y me sacaba la verga de la boca diciendome que me la tragara toda y apenas si me podia contener para no ahogarme. Como te dije yo habia perdido la nocion asi que no se ni como pero los otros dos ya estaban armados y simplemente se turnaron mi boca. Chupaba una verga por un rato y de repente me la sacaban para que otra ocupara su lugar. Los otros dos nos rodeaban y con los pantalones abajo tambien apuntaban a mi cara con su rifle armado y sin tomarme en cuenta una verga tras otra entraba y salia de mi boca sin mi consentimiento. En un vano sentido de proteccion lo unico que pude hacer fue poner mis manos en sus piernas para aminorar el empuje de su cuerpo en mi y evitar ahogarme. Asi estuvieron turnandose, violandome por la boca.
De repente uno de ellos se fue para atrás y tomandome del rabo me jalo haciendome que de estar hincado me parara mientras le seguia chupando el pito a los otros. Como era de esperarse lo unico que hizo fue posicionarse y esta vez de un solo jalon me embutio toda su carne caliente. A pesar de que tenia la boca ocupada con una verga pude gritar solo para que el que me tenia por adelante me la sacara y sosteniendome por los cabellos me volvio a propinar una cachetada a cada lado para volver a meterme su cosa en mi boca. El tiempo fue infinito.
Ahí estaba yo atravezado por ambos lados. Mi cuerpo sufria el vaiven de sus acometidas pues parecian haberse sincronizado y cuando el de atrás me la metia proyectaba mi cuerpo hacia el pubis del que me tenia por adelante y este le respondia metiendome la verga en la boca para lanzar mi culito de regreso hacia el.
Finalmente el de atrás termino solo para que uno de los de adelante tomara a su vez su lugar y mi culito siguiera trabajando. Un liquido baboso me escurria, se me salia escurriendome por las piernas. Sin tomar descanso repitieron la escena hasta que los tres ya habian eyaculado adentro de mi habiendome embarazado como ellos decian.
No contentos con todo lo que habia pasado, volvieron a repetir aunque esta vez uno a uno y nuevamente turnandose. Esta vez me cojieron como lo habia hecho Daniel. Me acostaron en la camioneta y subiendome las piernas me cogieron como se coge a una mujer y asi me lo decian mientras que me lo hacian. Ya de tanta cogida mi hoyito se habia dilatado y no me dolieron tanto sus acometidas.
En una de esas que me estaba cogiendo uno de ellos, ni siquiera yo me di cuenta cuando, pero empeze a lanzar una especie de gemido. Ellos si se dieron cuenta y festejaron diciendome que me habia ya convertido en toda una puta pues ya me estaba gustando. Cuando me dijeron esto yo se me senti mas mal y me dio aun mas vergüenza de pensar que esa era la verdad y que me estaba gustando la verga y lo que ellos me hacian. Terminaron uno a uno y se salieron a fumar afuera de la camioneta. Ya de despedida me volvieron a hacer que se las chupara uno a uno y aunque me da mucha vergüenza creo que lo disfrute y senti no se que al ver esas vergas paradas enfrente de mi cara. Aunque ya estaban medio secos, cada uno de ellos alacanzo a echarme algunos mecos tanto en la cara como en la boca.
Ya estaba oscureciendo cuando la camioneta se paro en una calle alejada del pueblo. Al contrario de cómo todo habia empezado, esta vez ellos sonreian y antes de dejarme bajar me dieron un billete diciendome que era para mi refresco.
Me averguenza decirte que no fue la unica vez en que los domingos pasaba las tardes alejado del pueblo. Asi fue, asi mi converti en la putita del pueblo y en la putita al servicio de Daniel a quien en mas de una noche tuve que dedicarme a atender. Si te platicara todas esas veces, tal vez acabaria escribiendo un libro y aunque no lo creas me averguenzan mis sentimientos y en lo que me converti. Jamas se lo he contado a nadie y espero que comprendas lo que te he acabado de contar.
Autor: Anonimo
Muy bien relato.