Aunque me sorprendí al enterarme, hoy en día, el mariconcito mi hijo es la amante de mi ex novio.
Un joven gay sin querer proponérselo, se convierte en la amante del ex novio de su madre.
Cuando me divorcié, desde que mi hijo era niño, comencé a traer mis novios a casa, por lo que rápidamente se acostumbró a verlos, la verdad es que nada podía hacer él por evitarlo, con el tiempo se fue acostumbrando a ver como yo los cambiaba, de la misma manera que reemplazaba mis pantis.
Hasta que hace poco, conocí a un tipo que me sorprendió fue que después del primer mes, yo aún seguía saliendo con él, ya que la mayoría de mis novios, ni tan siquiera se preocupaban por saber el nombre, de mi hijo, pero este fue la excepción.
Ya que apenas lo conoció, a diferencia de los otros muchos novios que he tenido, eso me agradó mucho, además desde que lo conocí, siempre trataba muy bien, a mi hijo.
Aunque mi hijo es abiertamente gay, y en ocasiones estando solo en casa, le gusta ponerse ropa de nena, por lo que cuando un día en que yo, estaba hospitalizada haciéndose la cirugía de los senos.
Mi novio llegó a casa, con la excusa de buscarme algo de ropa íntima, para ponérmela después de la operación, pero luego me enteré por mi hijo, que él no se dio cuenta cuando mi novio llegó, ya que se le acercó por la espalda, y cariñosamente le colocó sus manos sobre sus hombros.
Mi hijo que en ese momento tenía, una semitransparente batita de dormir puesta, además de unos pantis y sostén también semitransparentes, mi hijo me dijo que lo que en ese instante él sintió, fue algo indescriptible, ya, aunque mi hijo nunca se lo había dejado saber, mi novio siempre lo atrajo.
Aunque según mi hijo, él jamás le dio motivo, para que él se llegase a dar cuenta, su manera de hablarle en esos momentos, lo convenció de que él sabía que mi hijo sentía atracción por él.
Mi hijo me dijo que se puso sumamente nervioso, tanto que no podía, o no quería decirle que se detuviera, en cosa de breves segundos, cuando mi novio se quitó su camisa, mi hijo me dijo sentía que se derretía, por él.
Así que cuando lo comenzó a desnudar, mi hijo no hizo nada por evitarlo, el sentir las cálidas, y fuertes manos de mi novio, recorriendo sus hombros, mientras lo desnudaba, era para mi hijo algo increíble.
Él simplemente se dejó llevar, sintiendo como acariciaba toda su piel, y sin que mi hijo le dijera, ni que si ni que no, a los pocos segundos, ya los dos se encontraban en la cama de mi hijo, el que para esos momentos aún era mi novio, con su grueso y vigoroso miembro, penetraba la boca de mi hijo.
Por un buen rato, mi hijo me dijo que estuvo mama que mama, hasta que él le indicó que se colocase en cuatro, sobre su cama, y al tiempo que lo hizo, mi hijo comenzó a sentir, la cabeza del miembro de mi novio, acariciando descaradamente su esfínter.
A los pocos minutos, comenzó a sentir, como lo iba penetrando, divinamente, acercando su boca, a las orejas, y nuca de mi hijo, en esos momentos, mi hijo comenzó a sentir, que él lo estaba penetrando.
Cuando mi hijo me confesó que desde que estaba más jovencito, comenzó a tener sexo con chicos mayores que él, eso no me extraño, ya que siempre me pareció que mi hijo era algo afeminado.
Además, me contó que en el instituto donde estudiaba, un día mientras se estaba duchando solo por ser el último, llegó uno de sus compañeros de equipo, quien, de manera descarada, le miraba fijamente las nalgas.
Al tiempo que el mariconcito de mi hijo, algo nervioso, no apartaba sus ojos de la parada verga, de su compañero, y solo bastó que su compañero de clases, le dijera. “Ya todos los demás se marcharon a sus casas, estamos solos tú y yo”, y le preguntase que, si él quería tocársela, para que mi hijo, gustosamente le respondiera que sí.
Cosa que me dijo que él deseaba tanto, esa fue la primera de muchas experiencias, que mi hijo tuvo en el instituto, ya que, de estar tocando el parado miembro de su compañero de clases, a pedido de él, pasó a mamárselo, y de eso a dejar que lo penetrase por el culo, solo fue un paso.
Aquel chico, se lo tenía bien adentro, mientras que mi hijo restregaba sus nalgas, contra el cuerpo de su compañero, para en cierta forma o manera, se convertirse en su novia, pero con mi ex novio, le pasó algo diferente.
Cuando comenzó a besarle, y acariciarlo, por la espalda, mi hijo no le dijo nada, pero de inmediato supo que era lo que mi novio deseaba.
Ya estando los dos en su cama, cuando comenzó a sentir que aquella cosa, que había tenido dentro de su boca, comenzó a penetrarlo por el culo, me dijo que casi lloró, pero de felicidad.
Mi novio lo sujetaba firmemente contra su cuerpo, apretándolo por las caderas, mientras que una, y otra vez mi hijo seguía sintiendo como ese duro y caliente miembro, entraba y salía de su apretado culito.
Luego hizo que mi hijo cambiara de posición, para que su duro miembro siguiera entrando dentro del, a medida que mi hijo se sentaba, una y otra vez sobre la parada verga, de mi novio.
Mi hijo me dijo que gritaba de placer, y pidiéndole que le diera más y más duro, hasta que nuevamente mi novio, lo hizo cambiar de posición, por lo que las pálidas nalgas de mi hijo quedaron al aire, y vio con asombro, como la gruesa y larga verga de mi novio, no dejaba de penetrar su culo.
Desde esa tarde, mi ahora ex novio continuó comiéndole el culo a mi hijo, y aun después de que yo terminé con él, no tan solo porque me conseguí otro nuevo novio, sino más bien porque el tipo, ha seguido siendo el amante, de mi hijo, o mejor dicho el mariconcito de mi hijo es la amante de mi ex novio.
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