Aventuras con mi pareja y mi hijasta. Capítulo 1
No tenemos escapatoria.
Habían pasado unos 6 años de los eventos con mis sobrinas, yo había conseguido un trabajo y me había ido a vivir con Abigail y Valeria. Mis sobrinas tenían unos días de volver para cursar la universidad luego de haber pasado lo que les quedaba de secundaria y la preparatoria completa, la verdad que habían crecido de una manera importante y estaban buenísimas, pero ya habrá tiempo de centrarnos en ellas de nuevo.
Era el primer día de secundaria para Valeria, que a sus 12 años daba un gran paso en su vida, dejar la niñez para empezar a ser adolescente. Al igual que a mis sobrinas, no había dado el estirón a esa edad, era chaparrita, con una carita igual a la de su madre, ambas morenas y de nariz respingada, ojos bien negros y cabello también, era Abi pero más chiquita. A pesar de los eventos vividos aquel fin de semana, no habíamos seguido con ese tipo de experiencias Abi y yo, ni mucho menos con su hija, por un lado no lo necesitaba pues tenía a un mujeron a lado, por otro me daba cierta tranquilidad no haber seguido con la pedo.. algo tan bueno y al mismo tiempo peligroso, la situación con el poli, tal vez inconscientemente, me había ayudado a no seguir ese camino.
Pero dicen que los demonios te persiguen, y si juegas con fuego más.
Estaba listo para un día más irme al trabajo, era encargado de una agencia de viajes, antes de la pandemia y con el crecimiento de las redes sociales y la necesidad de las personas de viajar más que nunca para presumirlo en su Instagram estabamos bastante bien, mi madre me había conseguido el trabajo y nos iba de lujo. Abi era demostradora de una cadena importante tiendas de México, su cuerpazo y carisma le había dado el trabajo, entraba tarde, cerca de las 11, por lo que tenía tiempo de preparar a su hija antes de irse a la escuela, la idea era que yo la llevara de camino al trabajo, sus suegros fueran por ella a la escuela y se quedará ahí hasta que yo pasara cuando saliera del trabajo.
El primer día no sería rutinario.
Abi terminaba de peinar a Valeria, que lucía una camisa de botones, una falda típica colegiala, las medias hasta un poco abajo de la rodilla y unas trenzitas que la hacían verse muy bonita, algún compañero nuevo que tuviera se iba a dar un taco de ojo los próximos 3 años pensé, y los novios iban a empezar a caer, lo habíamos hablado a la pasada con Abi, Valeria era una niña que destacaba bastante por su culo a su edad, era inevitable.
-Listo, que no se les haga tarde. Seguiré durmiendo un ratito.
Nos dijo Abi, de tal manera que nos quedamos un ratito Valeria y yo en su cuarto. Pero en cuanto se fue le cambió la cara, a una de preocupación
-Todo bien amor?
-Si, es que siento que todo será nuevo para mi, tengo nauseas, no quería decirle a mamá, no quiero ir a la escuela el primer día.
Me senté a su lado tratándose de darle un sermón que sirvió de poco, que la viera de forma sexual por cómo estaba vestida tampoco ayudó mucho, no me concentraba y le decía sólo lugares comunes, sin darme cuenta le había empezado a tocar la pierna mucho tiempo, esas gordas y largas piernas que a cualquier hombre, a pesar de su edad, los hubiera vuelto loco
-No sé Fabián, me quiero quedar contigo, quiero que me protejas.
Estaba claro que me quería mucho, no sabía si se acordaba ni habíamos vuelto a hablar de los hechos ese fin de semana, pero nuestra relación, más allá de eso era muy fuerte, los años que habíamos compartido también ayudaba.
De repente nos encontramos abrazados, ella con ganas de llorar y yo con ganas de protegerla y no dejarla en todo el día, me salía un instinto de protección muy cabrón con ella, como si fuera mi hija de verdad.
Lo ideal hubiera sido ofrecerle ir después de la escuela por un helado o comprarle ropa, decirle que era su obligación y lo que tenía que hacer alguien de su edad, que no siempre nos iba a gustar y que podía hacer amigos y amigas nuevos, por supuesto que no pasó eso.
En un momento nos empezamos a besar, habíamos estado abrazados un tiempo y una cosa llevó a la otra supongo, además de que verla así me enfermó por completo, tantito quería.
-Y eso amor?
-No te gustó? ya lo habíamos hecho
Me dijo
Por un lado me gustaba que se acordara y que no fuera un momento de trauma para ella, tal vez yo era su lugar seguro, su lugar para estar protegida, me encantaba.
-Si, pero tu madre? No lo podemos hacer muy seguido.
-Pues la involucramos
Me dijo de la manera más tierna y pícara, eso bastó para romper las barreras que no pasaba hace años y que tal vez era mi destino.
Lo que me dijo me había despertado ese instinto animal. nos volvimos a besar y mis manos estaban por todo su uniforme ya, la escuela iba a estar ahí 3 años pensé, si lo dejabamos para la noche iba a estar con ganas todo el día, supongo que ella también, no podíamos aguantar.
-Vamos con mami?
Asintió con la cabeza sin dejar de tocarnos las lenguas
La cargué de tal manera que sus piernas quedaron en mi cintura, con su falda totalmente arriba y mis manos a disposición en sus nalgas, era la gloria.
Llegamos hasta el cuarto de Abi y mío
-Aún no se van??
Se despertó
-Es que mira esto
Le retiré un poco el calzoncito y le dejé a su disposición el rosado ano y virgen de la nena, sabía que igual que yo estaba enferma, sólo tenía que despertarle el instinto.
-Noooo nooo, que hacen, hoy es su primer día de escuela, además pensé que ya habíamos dejado atrás esto, lo hablamos Valeria.
Que habían hablado pensé? Valeria quería vivir lo de ese día y Abi no quería? Por un lado me dio tristeza que mi mujer no quisiera hacerlo, pero que a la niña le hubiera saltado esa necesidad desde hace un tiempo supondría era una gran oportunidad. Al final del dìa teniamos que poner un límite, la entendí.
-No quiero ir, tengo miedo.
-Por fa, estuvimos platicando, le puede causar un trauma.
La verdad que lo que estábamos a punto de hacer le podía causar un trauma más grave, pero la secundaria tiene esas cosas, la gente es muy cruel y ese paso de niño a adolescente es horrible.
Sin dejarle pensar mucho tire a la niña a la cama y rápidamente intentó besar a su madre, no le había dicho nada, había tomado la iniciativa y me encantaba.
Mientras Abi se quitaba o trataba de evitar sus labios, yo definitivamente le había quitado el calzón, le quería dejar la falda de la escuela para darle más morbo, empecé a lamer ese culo y la conchita como si mi vida se fuera ahí, sus jugos y piel eran hermosos, vírgenes en todo sentido, ni siquiera yo aquella vez los había probado.
-Por favor, por favor, está mal, no podemos hacerlo
Decía Abi quejándose mientras su hija no dejaba sus labios
-Lo somos mi amor, hay que apoyarnos y cuidarnos, como cualquier familia, si la nena no se siente bien, mañana será otro día.
Le dije tratando de convencerla
-Y tú trabajo?
Saqué el celular y le hablé a una de las secretarías que ayudaban.
-Voy a llegar un poco tarde, la niña se sintió un poco mal y la llevaré al doctor, llego en un rato
Avisé mientras me quitaba la ropa y veía el hermoso espectáculo de madre e hija, si supiera la mujer del otro lado, Abi me miró con desaprobación, qué ejemplo le dejabamos a la niña, el del amor pensé
-Esto está mal, no lo apruebo.
Decía Abi, como para convencerse de hacerlo pero dejando en claro que estaba mal, estoy seguro que con otro hombre no lo hubiera permitido, pero habíamos vivido muchas cosas, era el hombre de su vida y ella la mía, mis locuras eran sus locuras.
-Estoy enferma?
Dijo Valeria
-Si mi amor, no ves que todos lo estamos?
Abi me sonrió con malicia y como de no tener remedio, ambos sabíamos el doble sentido de mis palabras.
Cuando por fin Abi cedió se sentó sobre su hija, yo la había volteado y le estaba practicando sexo oral, y ella su madre, era hermoso el trío, en un momento Abi se arqueó para darme un beso en la boca
-No será algo de todos los días eh
-Lo sé amor, pero mirá como está, era imposible resistirme.
-Te la quieres coger, verdad?
-Puedo?
Era irreal la plática
-Quién mejor que tú para su primera vez
Dejé de practicarle sexo oral, me quité el boxer y con mi verga a punto de explotar la metí de a poco, estaba tan apretado que era la gloria, se sentía tan bien su interior y caliente como mi verga, me encontré con el himen y no quedé remedio que romperlo.
-Esto te va a doler un poco amor
-Ahhhh ahh me duele mami
Abi la abrazó y le dio besitos en la cabeza, era un momento importante para su hija, y estar presencial en el fondo sabía que le gustaba, con todo y lo mal que estaba la escena
Con un papel le limpie la sangre que quedaba, había algo de olor a sangre, le pedí a Abi que metiera su lengua en esa conchita vìrgen para que también la probara y me hiciera la entrada un poco más fácil, también lamió un poco mi verga
Ahora si empecé a penetrarla, de menos a más, ver las piernitas como se sacudían con la falda en su cintura era una locura, Abi en todo momento la abrazaba en la cabeza y la besaba, estaba para que no se sintiera sola y protegerla, hermoso momento.
-Me vengo corazones
-Dámelo a mi amor
Me dijo Abi, no había opción de acabar adentro, con mis sobrinas también habíamos sido muy cuidadosos. Terminé en su boca y le compartió un poco de leche mañanera a su hija.
-Ahora yo
Me dijo Abi frotandose el clitoris acostada en la cama, no quería ser menos pensé, y si por mi fuera me quedaba toda la mañana cogiendo a ambas.
Empecé a cogerla en 4, mientras Valeria a su lado lubricaba mi verga cada tanto, sin dejar de besar las nalgas de su madre y darme besitos a mí, una situación similar a cuando le rompimos el culo a mis sobrinas, estábamos destinados.
Di vuelta a Abi y quedó acostada de espaldas al filo de la cama con el culo en el aire, no podía más mientras Valeria se había sentado arriba de la boca de ella para recibir sus lenguas, tener a la niña de espaldas haciendo eso fue mucho para mi y no tardé en terminar adentro de Abi. Su sonrisa maliciosa y morbosa me volvieron loco, era el demonio que estaba adentro de ella que había despertado, sabía cómo tocar sus teclas sexuales, por eso éramos el uno para el otro
Ver esa carita hizo que mi verga volviera a la vida, la nena ahora estaba pegada a ella, tercer round pensé.
En un momento la agarré de las trenzas y como pude las enrede en mi verga, tenía a la niña sin salida, Abi se acercó al filo de la cama para ver ese espectáculo, la cara de Valeria estaba totalmente deformada, con lágrimas, mocos y saliva por todos lados, sus ojos por momento se ponían en blanco y tosia, lo vi después porque Abi había sacado el celular para grabar, yo veía muy poco del otro lado.
Cuando la solté sonrió con morbo y se acostó en la cama
-Me encantó papi
Su sonrisa y que me hubiera dicho así por primera vez fue algo muy especial para mi.
Abi se acostó a lado de ella y juntas recibieron mi lechita por tercera vez.
-Me iré a bañar, yo siii tengo que ir a trabajar
Nos dijo Abi con cierta burla.
Yo quedé acostado con Valeria casi todo la mañana y parte de la tarde, mañana ya sería otro día y la rutina volvería a nosotros, mientras tanto, descansaba tranquilo, sabiendo que había cumplido con el objetivo de cuidar y proteger a mi hijastra.
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