Ayudando a pablito
La mami de Pablo no sabía que hacer, pero yo tenía la solución perfecta.
Tenía un rato buscando un lugar en dónde vivir, para salir de casa y separarme definitivamente de mi mujer, pero ningún lugar me convencía del todo, tal vez inconveniente no quería dar ese paso, pero este lugar era diferente, no podía perder esa oportunidad. Mis padres me dejaron una casa grande que tenia unos locales comerciales que rentaba, por lo cual el dinero no fue problema nunca para mí, así de que decidí dejar ahí a mi mujer y mi hijo Juan, de 10 años, para evitar más conflictos.
Al buscar casa decidí inventar que me dedicaba a ser maestro, o algo así, solo para evitar dudas de que tuviera dinero para pagar la renta. En esta ocasión, se me ocurrió inventar que era doctor, la verdad no sé por qué, pero así lo hice.
Llegué a la cita, que me había hecho Mari, la joven mamá de Pablito, con tan solo 25 años ya tenía a su hijo, Pablito, de 10.
Al abrir la puerta y ver a esa joven y bella mujer, vestida con un vestido cortisimo, que cubría solo lo necesario, blanca de piel y ojos claros, sonrisa algo tímida, pero ya notaba que había algo más… En ese momento o tenía ni la más mínima sospecha, pero pronto mi presentimiento se hizo realidad.
Hablamos un poco nerviosos, por la tensión sexual del momento, sobre el costo y las condiciones de la renta, de un pequeño apartamento en la parte trasera del patio de Mari.
Al llegar el momento de preguntar a qué me dedicaba, y decirle que era médico, se le iluminaron los ojos, y me dijo rápidamente, «que bien, ojalá pueda ayudarme con Pablito», en ese momento no sabia quién era Pablito, pero le dije que si, que después veíamos.
Cerramos el trato y me dió un tour por la casa, ella vivía en la parte de enfrente, en una casa de 2 pisos, 4 cuartos, cocina, 2 baños etc. Lo que me rento a mi fue un departamento con 2 cuartos y un baño nada más, más que suficiente para mi.
Ahí aprovecho para contarme de como su marido se había ido a Estados Unidos, hace ya 2 años, que le mandaba dinero, pero ya casi ni hablaban, por lo que suponía que ya tenía a alguien más del otro lado.
Ahí me contó de su hijo, y me dijo que luego me explicaba cuál era el problema en el cual quería que yo le ayudara.
Quedamos que me mudaría el siguiente sábado, y nos despedimos como si nos conociéramos de toda la vida.
El viernes fue un caos por qué le avisé a mi esposa de mi decisión, y ella y mi hijo lloraron por qué no me fuera, pero mi decisión ya estaba tomada.
Llegó el sábado, tomé algo de ropa y algunas otras pocas cosas personales y llegué a casa de Mari…
No podía creer lo que mis ojos vieron cuando me abrió la puerta. Mari vestía un micro shorts blanco, de tela muy delgada, que dejaba notar que no usaba ropa interior, y una blusa de tirantes, blanca, igual de delgada la tela, sin sujetador, lo que la hacía parecer que estaba desnuda, y no sé por qué, el hecho de que usará tenis la hacia ver aún más desnuda. Pero eso no era nada, comparado con la sorpresa que me tenía preparada. Me dijo, «te presentaré a Pablito, y de una vez te explico su problema». Le dije que si, y procedió a gritar «Pablito, ven acá hijo!»
Dios mío! Lo que ven mis ojos!, Salió corriendo de la casa, un nene blanquito como su madre, con los ojos claros y el pelo rubio, la boquita roja como una princesa, pero lo mejor, con una camiseta blanca, de tirantes, esas que se usan bajo la ropa, bien ajustadita, unos tenis blancos, igualitos a los de su mamá, pero lo increíble, desnudo de la cintura para abajo! Con sus hermosas bastante voluminosas nalguitas, y su pequeño y blanco penecito, sin un solo bello a la vista, al igual que su madre, el hecho de usar tenis lo hacían ver aún más desnudo.
Yo no supe que decir, me quedé sin palabras, Mari le dijo a Pablito, «saluda Pablito, el señor ahora vivirá con nosotros» a lo que Pablito con mucha alegría, me saludo diciendo, «hola señor» y se metió corriendo de nuevo a su casa
Yo miré a Mari con la cara llena de asombro y ella, al notarlo, me comentó, ese es el problema que tengo con Pablito, no quiere usar pantalones , anda así desnudo de la cintura para abajo siempre que puede.
Solo atiné a decir, «bueno, veremos qué podemos hacer»
No sabía que decir o hacer, tenía a una hermosa y joven madre casi desnuda frente a mi, y me acababa de presentar a su hijo desnudo, que podía decir?
Mari me dijo, «vamos, acomodemos sus cosas» cosa que no esperaba, no se suponía que ella entrara a mi casa, o eso pensaba antes. Me ayudó a cargar mis cosas y empezó a desempacar mis cosas, de nuevo, como si nos conociéramos de años, yo porsupuesto no podía dejar de mirarla, y al terminar de acomodar mis pocas cosas que lleve me dijo, «no te duele?» Mientras me señalaba el pene con una super erección, que sonara tonto, pero sabía desde que momento la tenía, y yo reí nervioso y le pedí una disculpa, pero ella sonrió y me dijo, «no te preocupes, a muchos les pasa cuando ven a Pablito». Me quedé aún más apenado, por qué al parecer, se me paró cuando ví a Pablito. Le dije «cuánto lo siento», a lo que ella sonrió y me dijo de nuevo, con el tono más maternal que había escuchado «te digo que no te preocupes»
Salimos de mi apartamento y me invitó a desayunar a su casa, me dijo que nos podíamos conocer mejor en lo que desayunábamos
Se puso a preparar unos sandwiches y un café para nosotros, y un licuado para Pablito.
En lo que preparaba el desayuno le pregunté que por qué creía que Pablito tenía ese problema de no querer usar ropa, y su respuesta, como todo lo que hace esa mujer, me dejó aún más exitado. «Por qué a su papá así le gustaba estar, con solo camiseta y tenis, sin calzones y así vestía a Pablito también, y ahora que su papá se olvidó de él, no quiere vestirse de otra forma, creo que es su forma de no olvidarlo» por supuesto que también me dió algo de tristeza por el niño, pero la naturalidad con que Mari me habla de sus cosas más íntimas me exita mucho.
En el desayuno pude conocer más a Pablito, y aunque a veces parece alegre, la mayor parte del tiempo de ve distraído y callado.
Mari me platicaba que tuvo que sacar a Pablito de la escuela, por qué a la mínima oportunidad, se quitaba los pantalones y calzones enfrente de sus compañeros, y la escuela no podía manejar eso, y ahora se la pasa todo el día encerrado en la casa. Lo que me dió aún más tristeza por el.
Le dije que buscaría formas de sacar adelante a Pablito, pero ella me dejó de nuevo exitadísimo con su respuesta. «Eso han dicho todos lo que han rentado aquí, y ninguno nos ha ayudado realmente» dijo.
Wow, que rico pensar que han sigo muchos los que han visto a Pablito desnudo
Le dije, bueno, no soy experto en el tema, pero lo intentaré. Así que le pregunté directamente a Pablito, «Pablito, que te haría sentir mejor?»
Mari se sorprendió muchísimo y me dijo, «nadie nunca le había preguntado eso, solo se dedicaban a prometerme cosas, parecían más interesados en mi, que en Pablito»
Por supuesto que podía ver por qué, pero ayudar al niño también era algo que me interesaba
Pablito me contestó lento, «a mi papi y a mi nos gustaba andar sin calzones para que mi mami nos viera el pilín, me gustaría que tú te quitaras los calzones para que mi mami nos viera el pilin a los 2» de nuevo wooow, está familia no dejaba que el pene se me bajara ni un segundo, cada contestación era más exitante que la anterior.
Mari comenzó a reír, y le dijo, «no Pablito, el señor no puede andar con el pilín de fuera como Papi»
A lo que Pablito me volteo a ver con cara de furia y me grito, «entonces para que me preguntas que quiero!»
Lo más extraño de todo es que tenía razón…
Así que le dije, «déjame ir a darme un baño, y en unos minutos vuelvo, a ver si podemos andar los 2 con el pilín de fuera ok?»
Su cara cambió completamente, sonrió como no lo había visto y abrazó fuertemente a su madre. Ella río también y me dijo, «pues ándele, vallase a bañar » jajaja, que bien lugar escogí para vivir
Yo ya tengo 35 años, ya no soy un jovencito, mi cuerpo ya no es lo que solía ser, pero como hago un poco de ejercicio, solo un poco, no estoy tan mal, solia rasurarme el pene, los testículos y entre las nalgas, por qué a mi esposa así le gustaba, así que decidí hacerlo de nuevo, no soy muy belludo, y ya con esas partes rasuradas quedo prácticamente lampiño.
Salí de bañarme y rasurarme, me puse la camiseta como solía usar el papi de Pablito, y me puse unos tenis blancos, justo como hacía el papi de Pablito, pero me puse una toalla en la cintura, por qué antes tenia que hablar con Pablito
Toque a su puerta y corrió a abrirme emocionado, pero al abrir se desilusionó al verme con la toalla, pero rápidamente le dije, primero tenemos que hablar. El me dijo que si y pasamos a su sala, en dónde estaba su mami, la cuál, al verme sonrió y pegó pequeños grititos como de emoción.
Le dije, «Pablito, si yo voy a hacer esto por ti, tu tienes que hacer algo por mi, de ahora en adelante, andaremos vestidos siempre que tengamos que salir a la calle, y nos quitaremos los calzones al llegar a casa para que tú mami nos vea el pilin, aceptas?
El niño lo pensó menos de un segundo y gritó «siiiiiiiii!»
Su mami me miró con cara de asombro, ante lo que había logrado tan fácil, y les dije, «listos?» Y ambos gritaron siiiiii
3….
2…
1….
Y dejé caer la toalla frente a ellos
Quede ahí, de pie, con el pene al aire, frente a una joven, hermosa y casi desnuda mami, que apenas era el segundo día que conocía, y su hijito nudista de 10 años… Que podía salir mejor?
Espero sus comentarios y sugerencias para la siguiente parte
Delicioso relato me gustaría la segunda o tercera o cuarta o hasta la parte 1000 si es posible!!!
Por favor no me dejes con la incógnita jejeje 🥵
Woooooow, esperaré con ansias las siguientes partes, se ve que va a estar buena la trama
como sigue
Promete mucho la historia, espero la continuación aún no hay mucho sexual pero ya deja volar la imaginación demasiado.
Un saludo
UUUFF, tu historia me la dejó dura como garrote. Estaría bueno que Pablito y su mamá tomen pis de su nuevo macho… y que le chupen el ano.
Tanto bizarra pero exitante historia.