Buenos días Jose
La continuación del último relato y como esa mañana se convirtió en mi momento favorito con Jose.
Mi último relato terminó con José y yo durmiendo de cucharita, dormí delicioso siendo abrazado por José, la verdad es que me encantaba su pene y hacerlo gozar. Creo que aunque no lo sabía me estaba enamorando de cómo me trataba y como me hacía sentir José.
En la mañana siguiente yo abrí los ojos y seguía abrazado por José hice un recordatorio de la noche anterior y empecé a exitarme. Puse más atención a lo que estaba a mi alrededor y pude sentir la erección matutina de José, así que comencé a mover mi culito y a pegarlo más a él pero haciéndome el dormido. Note que se despertó cuando su respiración cambió, y comenzó a acariciarme el estómago y los hombros e incluso apretaba mis pesones, yo hacía como que seguía durmiendo, quería ver hasta donde llegaba y que tanto deseaba mi culito.
No fue sorpresa pero empezó a acariciar mi culito y a separarlo un poco para colocar su hermoso pene en medio de mi culito, José sabía que yo estaba despierto pero sabía que yo queria hacerme el dormido, así que continuó con su juego discretamente, me encantó sentir su glande entre la tela y mi culito, él comenzó a separar un poco la tanga de mi culito, yo para este momento estaba súper excitado, ya quería que me penetrara, pero seguía haciéndome el dormido.
Comence a sentir su lubricante natural en mi añito y yo solo abría y cerraba invitándolo entrar, José me separo las nalgas y coloco su pene en la entrada de mi culito y comenzó a presionar para que fuera entrando. Recuerdo que en la forma en cómo entró fue exquisita, no sé si por ser de mañana que estaba recién despierto o la erección matutina pero desde que empezó a entrar mis nervios se pusieron a mil y la sensación fue demasiado fuerte, yo gemí inconscientemente, lentamente llegó a metérmela toda se quedó un rato ahí, tomé su mano me la coloque en mi pecho y apreté mi peson con su mano.
En ese momento empezó al saca mete, lo hizo tan tiernamente que me volví loco, tomé la almohada y me tape la boca para no gemir tan fuerte y él continuó con un movimiento constante y profundo hasta que sentí como se empezaba a hinchar su pene y me lanzó unos 4 chorros de su semen dentro de mi.
Fue alto tan sencillo, pero estuvo lleno de morbo, de ternura, de aceptación y deseo que se convirtió en mi momento favorito desde que José me hizo suyo, yo solo quería ser su novia, porque yo sabía que él no era gay, yo disfrutaba que José me hiciera suyo y que me llenara de su Leche.
Salio de mi, se levantó y fue el baño, yo me quedé acostado disfrutando sentir su leche dentro de mi, al hacerlo me dieron demasiadas ganas de su pene por lo que me levanté, me quité toda la ropa, fui al baño y me metí a la ducha con el, no cruzamos palabras, solo entre lo vi a los ojos y me arrodillé frente a José, le tomé su pene con la mano y me lo llevé a la boca, me lo metí hasta que sus huevos llegaban a topar en mi, él tiernamente me tomó de la cabeza y lo folle delicioso hasta que me lleno la boca con su leche.
Despues de eso, solo salí, le hice el desayuno, fui su mujer y lo atendí como cualquier atiende a su marido. Pasaron algunas cosas más pero eso se los dejo para otra historia.




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