Cabaña Sola (Ángel en el hospital)
Después de tener mucho sexo con Ángel, este se enfermo, por lo que se quedo en el hospital y estaba de gravedad, poniendo a todos en modo preocupación. En la soledad de la cabaña, pues Tate animaba a Áleman bebiendo y los mayores iban a el hospital, me quede con Timothy, quien quería mucho a Ángel. .
CABAÑA SOLA
Después de la noche de cogida, que me tire con Ángel, todo cambio. Ángel se había enfermado de gravedad, pues cuando se iba a bañar, se calló del dolor en todo el cuerpo. Hasta ahora, nunca supe lo que le pasó, pero estuvo mucho tiempo en el hospital. Mi tío Arthur, se había quedado con él todo el tiempo, hasta que sus hermanos lo ayudaban con el cuidado. Fue una semana que estuvo en el hospital de gravedad, semana donde me quede casi solo, ya que mis tíos y mi papá estaban muy ocupados con Ángel y Áleman y Tate, se escapaban para el pueblo, a las fiestas. El único que parecía, sinceramente, dolido, era Timothy, ya que era bien sabido que era muy unido con Ángel, los dos se querían mucho. La relación entre primos era muy buena, no nos veíamos como simple familia, éramos amigos y más que primos, éramos hermanos. Áleman, estaba asustado, por lo que se iba a tomar y Tate, lo ayudaba a olvidar.
Yo lloraba sin saber qué hacer, ya que extrañaba mucho a Ángel y por sobre todo, extrañaba su verga. Mi abuelo, ya enfermo, se fue a una casa al otro lado de España, donde se quedaría y viviría, mientras Ángel se recuperaba, ya que ninguno de los dos podía empeorar al otro. La cabaña estaba sola, aunque había servidumbre y seguridad, está prohibido que nos hablaran o que se vieran mucho tiempo. Por lo general, hacían aseo y se iban, aunque la seguridad, se alojaba en una pequeña torre al otro lado del lago, ya que mucho del terreno era cerrado y nada tenían que hacer en la cabaña, sino se les llamaba antes.
Timothy, se quedaba todo el día en su cuarto, solo salía a bañarse y a veces se le olvidaba. Llegaba a oler tan mal (aclaro, no olía pésimo, solo que no era un olor que acostumbraba a tener en el cuerpo, era como a ropa guardad, más que a sucio), que yo tenía que recordar que debía de bañase. Aquel día, cuatro después de la hospitalización de Ángel, Tate y Áleman ya se habían ido y mis tíos y padre, estaban en el hospital, a menudo llegaban de noche, Timothy no había salido, por lo que toque la puerta de su cuarto.
—¡Hey, Tym, primito, debes de bañarte! —le grite desde afuera— ¡Vamos, ya te calenté el agua y le eché aceite se rosas. Sal!
—¡No! —gritó algo molesto por mi insistencia.
—¡Por favor, estoy solo y tengo hambre! —gritó con una voz cada vez más melancólica y de niña— ¡Vamos, primo, tengo hambre y quiero jugar contigo! —Timothy no respondía, parecía que hablara solo— ¡Jugare a lo que quieres, vamos, por favor!
—¡Si salgo, jugaremos a los que yo quiera? —preguntó con voz algo emocionada.
—¡Sí! —grite para que saliera.
La puerta se abrió, Timothy, el más parecido al abuelo, tenía los ojos medio hinchados de estar llorando, pero su rostro mostraba una intención morbosa.
—¿Y si quiero jugar a que yo te golpeo? —dijo tan serio que me dio miedo que fuera verdad— ¿Me dejarías?
—Eh… no… pero, podemos hacer otras cosas, no lo crees…
—Gery, déjame en paz.
—Deberías de bañarte —dije para que hiciera algo por su vida—, llevas como cuatro días sin hacerlo. ¡Báñate!
Timothy me miró con rabia y se fue. Él era el más parecido a los padres: tenía el cabello negro y los ojos verdes, como era de costumbre entre la familia del abuelo. Tym, aparte, era muy fuerte, era el único de los cuatro primos, que iba al gimnasio d seguido. Su pene, era más grande que el de Ángel, aunque tan solo por un centímetro, pero si era mucho más grueso. Casi toda la tarde, me la pase viendo TV e intentando que mi primo se bañara, pero casi nada logré, era muy testarudo.
—¡Báñate! —gritaba con mi voz aguda de cinco años— ¡Báñate, báñate, báñate!
—Bien, bien —dijo—, cállate o te golpeo.
—Entonces —dijo con la voz más retadora que pudo articular—, le diré a mi tío Bennytho, que Tate, tú hermano, te lleva a ti y a los demás, con las putas del pueblo. ¿Me vas a golpear? —Tym parecía asustado, abrió los ojos como platos y negó con la cabeza— Bueno, si no me pegas, no le digo a mi tío. —Me entre cruce los brazos y sople los cachetes— Ve a bañarte —le ordené—, y rápido.
—Dijiste que tenías hambre —me dijo—, es cierto. —Asentí con la cabeza— Bien, te voy a dar de comer, pero no me quiero bañar.
—Tienes que hacerlo.
—Bueno, no quiero, ¿por qué insistes tanto? Quieres que me bañe, hazlo tú, báñame, voy a meterme en la tina, pero tú me tallas.
Tym se metió al baño, estaba totalmente desnudo, pero no era maravilla, él, igual que todos los demás primos, se dejaba ser así casi todo el tiempo, todos en la casa, conocían el cuerpo del otro, por lo que no había problema. Se metió a la tina y comenzó a relajarse. Yo, asustado y excitado, comencé a tallar su cuerpo con una esponja. «No seas tímido, primo», me dijo con los ojos cerrados. ¡Por Dios, era hermoso! Timothy era más guapo que Ángel, entre más grandes mis primos, más buenos se ponían. Con la esponja pase por su espalda bella y sus hermosos y grandes hombros. Me quede entretenido en sus pezones rosas y él lo notó.
—¡Hey, primos! —llamó aun con los ojos cerrados— Hay más en mi cuerpo, que mis pezones, ve y talla mis piernas.
Yo lo hice, eran largas y grandes. Le talle los pies y las piernas hasta que toco el turno de los muslos. Comencé hasta que por “accidente”, le toque el pene, el no hizo nada, ya que era, casi, normal entre nosotros. Seguí y volví a tocarle el pene, pero dejé que hacerlo para terminar con la otra pierna. Cuando estaba cambiando el agua para limpiarlo, él me toma de brazo y dice: «No me has lavado el pene, pensé que lo harías, pero no lo hiciste y debes de terminar, además, el culo también se limpia. Vuelve, aun no estoy limpio». Yo me devolví y tome la esponja.
—No —me dijo—, la esponja raspa, esa es una parte muy sensible, debes de hacerlo con las manos y el jabón, nada más.
Le tome la verga con las dos manos debajo del agua y comencé a limpiarse. Le baje el prepucio y le limpie la cabeza rosada. Cuando se volvió, le tome las nalgas blancas y se las abrí para ver su ano rosa y también limpiarlo. «Bueno, es mejor que me limpies la verga con la boca» me dijo con una sonrisa. Yo, que espera esa respuesta, le tome la verga y me embutí en la boca, toda de un solo.
—¡Hey, Gery, ¿qué haces? No, espera! —Timothy echaba la cabeza hasta atrás, pero como un reflejo del placer, pero parecía más confundido—¡Espera, espera, era una broma!
Yo se la seguí chupando, estaba rica y ya se estaba poniendo dura en mi boca. La cabeza crecía más que todo el tronco, de pronto, se me hizo complicado tenerla en la boca, era demasiado grande y la punta, por donde salía el semen, se volvió roja. «Espera» me decía, pero con voz débil, ya que yo le chupaba la cabeza de la verga, una verga de dieciséis centímetros. Su cabeza era grande, eso me sorprendió y que podía tragar su pre-semen, como su fuera agua, ya que botaba mucho y yo lo tragaba como si su verga fuera una manguera.
—¿Dónde aprendiste eso? —me preguntó confundido, pero no quería que dejara de hacerlo.
—Ángel —le dije—, el me enseñó cómo hacerlo.
—Ese hijueputa —dijo—, me hubiera invitado para que los dos te la diéramos, pero siempre quiere hacer las cosas solo.
Comenzó a meterme más la verga hasta adentro, pero se me dificultaba por su cabeza. Cuando ya pude tener sus vellos negros en mi cara, se sorprendió por no tener ganas de vomitar y comenzó a cogerme la boca con ganas. Podía sentir como entraba y salía su cabeza de mi boca, e intentó meterme los huevos, pero ya no podía. «Wau, nene, eres de verdad especial, me la mamas mejor que las putas que Tate nos presentaba… espera, por eso lo sabias, Ángel te dijo, ese hijueputa que no quería cogérselas, pero a ti sí, verdad, ese maricón». Tym me la metía hasta adentro, me hacía sentir bien y después le saqué de la boca y me baje los pantalones, yo solo me metí ese pedazo de verga en el culo, pero si me dolió, y que la cabeza abría paso y era grande.
—¡Maricón, ese culo está rico, más que el de las putas! —dijo contento, estaba sabrosa su verga. Él se acercó a mi oído y dijo— ¡Te voy a dar tan duro, que vas a olvidar a Ángel!
—¡Sí, sí, sí!
Tym se levantó con los brazos y sostenimiento, comenzó a cogerme duro, nada más se escuchaban los golpes. La fuerza de él era tanta, que me hacía saltar con las embestidas. Era tan duro, que yo gritaba de dolor y placer. Sentía como su cabeza entraba y salía. Mientras, Tym me mordía los pezones rosados y me intentaba besar en la boca.
—¡Dime… dime, todas las cosas que Ángel te hacía y dime si soy mejor!
—¡Él… él me cogía toda la noche y me la hacía chupársela, pero… pero, tú eres mejor!
El éxtasis se acabó rápido, pero sentía cada chorro de semen en mi culo, podía sentir como el mismo semen lubricaba todo. Tym me beso, era mejor que Ángel en ello y casi en lo demás, la tenía más grande y más rica, pero Ángel me había marcado, había empezado con él.
—Eres… eres una puta, una muchacha sedienta de verga —dijo aún con la verga dentro de mí—Ángel se lo tenía muy guardado, como si solo él pudiera disfrutar. Él ahora está en el hospital, es mi hermanos y deberíamos de darle un regalo, él debe de saber que lo queremos, así que mañana iremos y tú se la vas a mamar y te lo cojeras.
—¿Qué…? ¿Y los doctores? —Mi voz era bastante aguda, pero era por mi edad.
—Yo me preocupo por eso, pero Ángel se merece una cogida.
Ángel y Timothy tenían trece años, pero Tym era cinco meses más grande. Ángel era bastante guapo, las chicas lo miraban y en el futuro, se convertiría en un hombre guapísimo, pero Tym, él era otra cosas, ya que era más guapo que Ángel y tenía una verga más grande, de dieciséis centímetros y Ángel le medía quince. Más tarde conocería la de Áleman y la de Tate, quienes los superaban por mucho y la diferencia era de dos años.
Tym me la sacó dejando un hueco enorme, al cual le tomó una foto. Aquel día, me cogió otra vez, pero ya estaban por llegar los demás, por lo que no se vino y me dejo con ganas de probar si semen. El tío Arthur, nos dijo que Ángel ya se estaba recuperando, pero lo tendrían sedado toda la noche y la mañana del día siguiente, pues sentía dolor y con el tiempo se le pasaría. Tate y Áleman no habían llegado, pues se habían volado, por lo que se metieron en grandes problemas.
Como sigue?
Como sigue?
como sigue? me encanta.
me gusta mucho la historia.