CAMINO DE SANGRE VI “El Conocimiento hace la Diferencia”
Una vez más, Vladislav se cruza con el alma de Iván que lo sigue buscando por los senderos del tiempo, esta vez Vlad no está dispuesto a perder a su amado Iván, tiene la ventaja del conocimiento de lo que va a suceder..
Ya despuntaba el amanecer cuando Vlad llegó a su hacienda, encontró a sus negros ya casi todos en la ducha dándose el baño mañanero para iniciar la faena de trabajo (ya Vlad los había acostumbrado a darse dos baños al día, en la mañana antes de ir al campo y al regresar de la jornada diaria), se sentía renovado, vital, sereno, feliz. La imagen de esos cuerpos negros mojados y enjabonados lo animó y de inmediato se quitó la ropa y entró a la ducha con ellos para alegría de sus negros quienes disfrutaban de la compañía de su amo amado, varios se le acercaron y lo enjabonaron entre varias manos mientras lo acariciaban, besaban y lamían poco a poco el ambiente se fue caldeando y a pesar de haber tenido buena jornada de sexo la noche anterior venía con fuerzas renovadas y en poco tiempo un amasijo de hombres negros y uno blanco de daban placer entre todos llenando sus agujeros con ricos penes largos y gruesos, la jornada de sexo grupal mañanero duró como 30 minutos hasta que cada uno logró deslecharse y fueron uno a uno abandonando el espacio de duchas para irse incorporado a la jornada laboral. De último quedó Vlad y tres de los negros en cerrada jornada de sexo, las acabadas de la noche hicieron que Vlad tardara para llegar al orgasmo, es así como arrodillado en el piso enculaba con fuerza el culo gordo y redondo del negro que le servía de pasivo quién delante tenía un pene enorme que comía con gula haciendo blanquear el ojo del dueño de semejante maravilla mientras otro de igual dimensión era tragado casi hasta su base por Vlad, algo que amaba de sus negros era que todos tenían un miembro grande, ya se había acostumbrado a esas dimensiones y las disfrutaba enormemente, casi al unísono las respiraciones se fueron agitando anunciando el orgasmo colectivo el primero en irse fue Vlad que baño las entrañas de quien cogía, el calor en su próstata lo llevó a acabar sin siquiera tocarse, en ese instante tragaba el semen de a quien le hacía sexo oral, igualmente Vlad bebió la esencia entre salada y dulce de a quien mamaba, todos quedaron desmadejados en el piso con las respiraciones agitadas recomponiéndose cada uno poco a poco.
Los días transcurrían sin mayores contratiempos dentro de la hacienda, ya habían pasado 5 años desde su llegada y la hacienda se había convertido en una de las propiedades más prósperas de la región, producía y comercializaba a raudales el preciado algodón que para la época era muy cotizado en los mercados internos e internacionales, Vlad se encerró cada vez más en su hacienda salía sólo a comer cada cierto tiempo y luego se volvía a encerrar, poco a poco fue sustituyendo el personal doméstico con sus negros, no quería intrusos merodeando en lo que hacían y uno a uno fue sustituyendo al personal entrenando a uno y a otro en los oficios del hogar hasta llegar el momento que sólo hombres habitaban la hacienda, sus 50 negros y él. Sus esclavos eran cada día más felices, estaban sexualmente satisfechos, bien alimentados, en cómodas instalaciones todo iba marchando sobre ruedas, pero el destino era traicionero y algo iba a cambiar dentro de poco.
Una mañana antes de salir el sol, estaba Vlad ya listo para la jornada y hacer recorrido tomando una humeante taza de café en el corredor de su casona mirando el hermoso amanecer quien dibujaba hermosas formas y tonalidades a medida que se iba despidiendo la noche y dando la bienvenida al día, en medio de ese escenario un pensativo Vlad hacía balance de su vida, era rico (muy rico), su vida actual era tranquila, sus negros cada día estaban mejor, más felices y sanos, sexualmente se sentía satisfecho nunca había tenido tanto sexo delicioso como ahora, su hacienda cada día era más productiva y próspera, aparentemente todo iba bien pero su corazón se sentía vacío, por mucho que intentara silenciarlo una parte de su corazón siempre lloraba de dolor. Con las manos en su gacha cabeza Vlad lloró en silencio, sólo murmuraba un nombre: Iván, Iván, Iván.
Con ese pensamiento en su mente, tomó su caballo y cabalgó y cabalgó por su propiedad hasta quedar bien lejos de la casona, por un momento se detuvo a que descansara su caballo, aún no había recorrido ni la cuarta parte de su propiedad, para ello necesitaba galopar dos días a caballo sin descanso para poder recorrerla toda. Mientras hacía ese descanso se percató que un poco más allá de donde se encontraba estaba el lindero de la propiedad de su vecino del cual sabía poco, sólo lo había visto una vez cuando fue a visitarlo a su llegada pero de inmediato Vlad le cerró el contacto y no supo más de él. Se encontraba en esos pensamientos cuando miró que del otro lado de la cerca se encontraba un joven por su contextura supo que era joven y esclavo, no le vio bien la cara puesto que estaba agachado recogiendo unas frutas maduras las cuales comía con desespero, se veía que tenía hambre, cuando el joven de color levanto la cara y dirigió su mirada a Vlad, éste quedó absolutamente cautivado, el joven negro tenía los ojos azules como el cielo más claro y despejado, de inmediato sintió una atracción inexplicable hacia ese joven, sin pensar se encaminó hacia él y el joven tuvo un impulso de huir ante lo cual Vlad exclamó:
V: ¡espera no te vayas!. –y el joven de inmediato se paralizó sin poder quitar la mirada a ese hombre que se dirigía a la cerca mirándolo fijamente-.
V: hola no te vayas no voy a hacerte daño, cómo te llamas –dijo Vlad ya pegado a la cerca que lo separaba del joven esclavo.
J: soy Josep (J).
V: mucho gusto –dijo extendiendo la mano-
Ante ese gesto el muchacho se acercó y estrecho la mano extendida de Vlad. El contacto físico produjo una corriente eléctrica entre ambos cuerpos, era una fuerza que los golpeó y estremeció al mismo tiempo, al hacer contacto Vlad no sólo pudo ver el pasado del muchacho y todas las penurias que había pasado, también logró ver sus vidas anteriores y sus ojos se llenaron de lágrimas al verlo, no podía ser, era Iván de nuevo, su Iván, buscándolo por los senderos del tiempo y la sangre para encontrarlo nuevamente, el muchacho no sabía qué sucedía, obviamente no tenía recuerdos de vidas pasadas así que no pudo reconocer a Vlad, pero sintió una atracción que jamás había sentido hacia otro ser humano, sentía que lo conocía de siempre, era una atracción inexplicable que lo hacía no poder dejar de verlo.
Vlad lloraba copiosamente, era su Iván, de nuevo su Iván, tenían una nueva oportunidad de estar juntos, la vida le regalaba esa oportunidad, en ese momento se escuchó una voz que gritaba.
- Josep, Josep.
Vlad volteó a donde venía la voz y era un hombre que venía a caballo, el cual Vlad reconoció como el vecino que fue a visitarlo hace unos años y no fue atendido, dicha acción hizo nacer un rencor y una envidia por parte de ese hombre hacia Vlad, que se creía ese forastero para tratarlo así, acaso se creía más que ellos?…
Vecino: dónde estabas negro de mierda –dijo abofeteándolo- sabes que no me gusta perderte de vista te quiero siempre cerca de mí.
J: amo disculpe es que tenía hambre y vine a ver si había fruta madura que comer, no se preocupe que no tumbe ninguna, tome una que estaba en el piso –dijo el joven con evidente pánico en los ojos.
V: no se preocupe vecino el joven no estaba haciendo nada, como dijo sólo estaba comiendo un poco de fruta. Mucho gusto Vladislav Dracul. –dijo extendiendo la mano al vecino en forma de saludo-.
Vecino: mucho gusto Williams Mcgregor (W). Soy el dueño de esta hacienda hace unos años fui a visitarlo para presentarme y hacerle los honores pero no fui bien recibido.
V: sí tiene toda la razón en ese momento no era un buen momento, pero podemos retomar mucho gusto. –dijo Vlad tenía que acercarse a ese hombre, era el dueño de Josep, su Iván. Tenía que estar cerca de él.
Al momento de estrechar la mano del vecino, no sólo vio el pasado de ese hombre y notar que era un hombre malo y cruel y maltratador de sus negros, por otra parte vio que era reprimido y amaba secretamente a Josep pero no se permitía expresar su amor y eso lo llenaba de odio hacia el muchacho y hacia el mundo. Más allá de eso viendo sus vidas pasadas tal como lo esperaba Vlad esa alma no era otra que el alma atormentada y culpable del Duque Simonovich, una vez más el triángulo entre Vlad y esas dos almas se volvía a cerrar, se volvían a cruzar en su camino, pero esta vez Vlad tenía una ventaja que era el conocimiento, esta vez era dueño de la información y la utilizaría a su beneficio.
V: Vecino que le parece si me permite visitarlo y conversamos, hay varias cosas que le quiero consultar y es buena la oportunidad para conocerlo y estrechar lazos de buenos vecinos.
W: me parece bien, esa era mi intención inicial, pero bueno no se pudo.
V: pues retomemos le parece si lo visito hoy al final de la tarde?
W: me parece bien, lo espero.
V: allí estaré.
Vlad, se despidió de Williams Mcgregor con educación y calidez, en el transcurso de esa conversación ni volteo a ver a Josep, desde que inició su conversación con ese hombre, hizo como si el joven esclavo fuera transparente, trato de no reparar en él, no quería mostrar el menor interés en Josep delante de su amo, ya sabía la naturaleza de esa alma llena de odio como lo era la de William y sabía que el propósito de esa alma era separarlo de su amado Iván y no permitir que estuvieran juntos. Vlad saludó con una inclinación de cabeza y giró sobre caballo dando camino de regreso. Alcanzó a escuchar:
W: y tú vente…y no te vuelvas a alejar. –dijo el hombre alzando en vilo al muchacho y montándolo delante de él e iniciando el galope-
Mientras cabalgaba, Williams en primer lugar sintió el contacto del muchacho con su humanidad, el olor del muchacho y el calor de su cuerpo era algo que lo volvía loco, sintió la dureza y calidez de sus nalgas grandes aprisionando su verga ya muy dura, Josep sintió esa dureza pero como siempre se hizo el que no sucedía nada, siempre era así, cualquier roce o contacto que hacía su amo con él le hacía sentir con cualquier excusa su virilidad, pero de allí no pasaba, su amo no tomaba ninguna iniciativa aunque bien podría hacerlo, Josep era de su propiedad y podía hacer lo que quisiera con él y nadie se lo reprocharía, pero no hacía ningún avance hacia el muchacho, no se lo permitía, era de condición inferior a él, era algo indigno, aparte de eso, no era de Dios eso de andar teniendo intimidad con hombres, eso era pecado pero debía reconocer que Josep le gustaba como nada en el mundo y ese poder que tenía ese joven esclavo (sin saberlo) le causaba indignación y odio a William, en esos momentos como ahora se desquitaba a golpes con el muchacho, el cual no entendía qué había hecho para ser golpeado una vez más.
Williams observaba como se alejaba en su caballo Vlad, ese hombre le causaba inquietud y duda, no entendía qué hacía un hombre como él, extranjero, se veía distinguido y con dinero se podría decir que hasta noble en un lugar tan apartado como Luisiana, parecía como que huía de algo, como que se escondía y por otra parte no le gusto verlo cerca de su Josep, sintió una punzada de celos al verlos juntos, aunque le duela reconocerlo fue eso celos y ese pensamiento hizo que pasara un brazo por la cintura del joven y lo apretara a su cuerpo.
W: y que te decía ese hombre? De qué te hablaba?
J: de nada amo, me preguntaba mi nombre y qué fruta era esa. Y más nada, en eso llegó usted.
W: ummmm ok, bueno sabes que no me gusta verte cerca de extraños y menos hablando.
J: sí amo lo sé, pero no sucedió más de allí.
Por otra parte, mientras Vlad cabalgaba de regreso a su casa pensaba la forma de cómo hacer para acercarse y hacerse de Josep o mejor dicho de su Iván. Experiencias pasadas le habían enseñado que el alma del Duque Simonovich tenía como propósito separarlo de su amado Iván e impedir que estuvieran juntos y fueran felices, aunque su impulso era salir corriendo matar a ese hombre y arrebatarle a su Iván, estaba claro que eso no lo podía hacer, bueno si podía pero no debía, llamaría demasiado la atención. Esta vez actuaría de manera diferente, no estaba dispuesto a perder de nuevo a su Iván, en primer lugar debía hacerle creer al señor Mcgregor que no estaba interesado en Josep, por lo que vió era muy posesivo con su esclavo aunque él mismo no entendiera por qué, debía tratarlo con indiferencia ni mirarlo, aunque su corazón deseaba era abrazarlo y besarlo, pero por lo pronto debía hacerlo.
Caía el sol en el horizonte cuando un ataviado y perfumado Vlad entraba a caballo en la hacienda de Mcgregor, la misma se veía próspera, no como la de Vlad pero sí se veía productiva, al llegar a la casona la misma era simple sin grande pretensiones, cómoda pero con lo básico se veía que vivía con comodidad pero de manera austera, con lo básico, diferente a la visión de Vlad acostumbrado al lujo y buena vida Europea. Otro aspecto que pudo notar fue el relacionado con sus esclavos, los mismos se veían mal cuidados, harapientos, se ve que no llevaban buena vida ni buena alimentación, eso se notó en el andar quedo y callado de los mismos algunos se veían muy delgados y ojerosos. Al llegar a la entrada de la casona de inmediato salió el señor Mcgregor a recibirlo y a poca distancia detrás de él, se encontraba Josep quien miraba a ese hombre refinado y guapo por lo bajo, notó con un dejo de decepción en el corazón que el hombre ni lo miró, eso lo puso triste, pero ni modo, que iba a creer él que un hombre como ese iba a reparar en él, un esclavo.
Vlad de inmediato sintió la tristeza de Josep, pero debía ser así, él estaba claro de la naturaleza baja e innoble de Simonovich, prefería ver muerto a Josep antes de verlo con él así que debía actuar con cautela. En otro tanto William Mcgregor aceptó la visita puesto que quería conocer a su vecino en primer lugar, era un hombre demasiado misterioso y tenía curiosidad en saber cómo vivía y qué pensaba y por lo tanto trató de averiguar de él lo más que pudo. Es así como se enteró que era un hombre de descendencia europea, de Europa del este para ser más específico, que era un hombre muy rico y que efectivamente tal como lo había pensado, el mismo era noble específicamente Príncipe, heredero de un principado en una región llamada Transilvania. Para esta entrevista Vlad asumió un papel refinado y europeo quizás un poco afectado en sus formas, todo ello para despistar a Mcgregor en su interés por Josep confundiéndolo con un aire de superioridad no propio en él, todo ello para despejar cualquier duda de interés hacia Josep, debía aparentar totalmente lo contrario.
Otro aspecto que quería medir Mcgregor, era el interés de su vecino por su amado Josep, el verlo en la mañana hablando a través de la cerca le produjo una punzada de celos en las entrañas, Josep era suyo, lo había comprado y era de su propiedad y no iba a permitir que nadie se le acercara, primero lo mataba a golpes antes que otro hombre pusiera una mano sobre él. Para medir esta situación Mcgregor había dispuesto que Josep estuviera presente durante la visita atendiendo y sirviendo a la visita, de esa forma mediría cualquier reacción de su invitado hacia su propiedad y saldría de dudas. En este sentido logró comprobar que en efecto Vladislav no tenía Interés en su Josep en toda la visita ni lo miró, ese aspecto la causó alivio, no quería tener que confrontar a un hombre como ese por un tema de celos, porque era eso celos aunque le doliera reconocerlo aunque sea a sí mismo.
Vlad a lo largo de la visita logró recopilar información importante, en primer lugar en efecto Mcgregor sentía una debilidad no confesa hacia Josep, fue una verdadera tortura el tenerlo tan cerca y no mirarlo pero era necesario. Sólo un momento Mcgregor se ausentó porque lo llamaron para que atendiera un urgente del funcionamiento de la hacienda, cuando se quedó solo en la estancia con Josep en ese momento fijó la mirada en él, el muchacho lo veía fijamente y solo moviendo los labios y con voz muy baja sólo para ser escuchada por el muchacho dijo:
V: debes tener calma y paciencia, vamos a estar juntos pero eso tiene su momento, déjalo en mis manos.
Dicho esto, Vlad se levantó de su silla ante un inmóvil Josep y se dirigió hacia la ventana a observar a través de la misma como Mcgregor atendía a un hombre en la puerta decía algo con mala actitud y entraba rápido a la casa, el dejar solo a Vlad con Josep lo aterraba, al entrar al salón donde estaba Vlad lo encontró viendo por la ventana admirando el paisaje dándole con indiferencia la espalda a Josep para alivio del hombre. Josep escuchó las palabras de Vlad y su corazón dio un salto, no entendía muy bien porque ese hombre decía lo que dijo pero en su interior comprendió todo sin saberlo.
Al entrar Mcgregor a la instancia, invitó nuevamente a Vlad a sentarse y este al pasar por su lado le puso una mano en el hombro para extrañeza del mismo, ese contacto físico le dio aún más información a Vlad, allí se pudo enterar que las cosas desde el punto de vista financiero no estaban tan bien con su anfitrión, Mcgregor tenía problemas de dinero, tenía un gran vicio y era el juego, ese vicio lo había llevado prácticamente a la banca rota y estaba muy endeudado y le debía a personas de muy mala reputación. Vlad no iba a desaprovechar esa situación y bien la sabría usar para su beneficio, no sólo se quedaría con Josep, se daría el gusto de quitarle todo, dejarlo sin nada, ese era su propósito fundamental y allí tramaría su plan para llevarlo a cabo.
V: para ser franco me gustaría relacionarme más con las personas de la localidad, imagino que tiene un grupo de amigos de su clase con los que se reúne.
W: claro que tengo mi grupo de amigos, somos todos hacendados de la zona, gente como uno con modos y recursos.
La afirmación de Mcgregor de “gente como uno”, hizo que Vlad levantara la ceja y mirara con desprecio a su interlocutor, como se le ocurría decir que eran iguales, tal gesto no pasó desapercibido por Mcgregor quien trago grueso de la ira al sentir el desprecio del hombre, en realidad el aire de superioridad de Vlad le irritaba sobre manera, ya llegaría el momento de bajarle los humos al principito y ponerlo en su sitio.
W: eventualmente nos reunimos y compartimos unas partidas de póker, si gusta le puedo invitar, claro si usted juega.
V: bueno algo así como jugar, jugar, no, pero me defiendo un poco.
W: ok, entonces no se diga más, eso sí apostamos con dinero, a veces reconozco que nos excedemos un poco con eso del dinero.
V: por eso no hay problema, mi dificultad no es económica, tengo suficiente dinero como para darme el lujo de perder un poco en el juego –dijo con ligereza Vlad-.
Ante esta afirmación a Mcgregor le brillaron los ojos con codicia, es allí donde le daría su merecido al principito, en el juego, le iba a quitar hasta el último centavo, un hombrecito europeo y perfumado como ese no tendía la experiencia en póker que tiene él, lo tendría en su mano. Ante ese pensamiento que fue captado por completo por Vlad éste sonrió, lo tenía donde quería, muy pronto tendría consigo a su Iván.
Vlad luego de un rato se despidió de su anfitrión no sin antes concretar la cita para el juego de póker, cuadrado el día se despidió de Mcgregor con afectada educación y se retiró. En el camino pensaba en lo muy feliz que sería con Josep en su hacienda, lo integraría a las artes amatorias con sus negros, quería tenerlo disfrutarlo pero también quería que Josep (Iván) fuera feliz y libre. Con este pensamiento y feliz como nunca siguió su camino a casa silbando de felicidad.
Mcgregor se encontraba en la terraza de su casa fumando un puro disfrutando del fresco de la noche y sumergido en sus pensamientos, una voz lo saco de ese mundo:
J: amo requiere algo, necesita que haga algo por usted, está muy callado.
W: nada que te importe, todo está bien. Dime algo, que te parece el señor Vladislav?.
J: no sé… es un hombre extraño…me da un poco de miedo. No me gusta estar cerca de él.
Josep respondió esto con total intención, lejos de lo que podía pensar su amo, él era una persona muy inteligente y siempre veía las cosas más allá de lo que era evidente. Dicha inteligencia le había servido para sobrevivir, con los años había aprendido a conocer muy bien a su amo, y había aprendido a responderle lo que quería escuchar. En realidad Vlad lo había impactado enormemente, no sabía a ciencia cierta que sucedía con ese hombre pero no podía dejar de pensar en él, se sentía fuertemente atraído hacia él, las palabras que le dijo al quedarse solos le había proporcionado gran alegría, sabía que algo iba a suceder, no sabía qué en realidad pero tenía claro que debía tener calma y esperar.
W: me gusta que pienses así, en realidad es un hombre extraño. Te repito que no te quiero cerca de él.
J: no me gusta estar cerca de él amo, si hoy estuve cerca fue porque usted me pidió que estuviera presente durante su visita y yo estoy a sus órdenes, pero si por mi fuera no habría estado.
W: tienes razón, pero debía medirlo y saber cuáles eran sus intenciones para contigo, pero me di cuenta que ni te volteo a ver, es evidente que no le interesas en lo más mínimo, es obvio que te considera inferior a él. Y qué te dijo cuándo se quedaron solos, cuando salí.
J: no me dijo una palabra, apenas usted salió, se levantó de la silla y se dirigió a la ventana dándome la espalda.
W: bien…ese hombre me va a ser muy útil, es muy rico y pienso dejarlo sin nada, necesito su dinero para salir de deudas.
Mcgregor pensaba la forma de como engañar a Vlad, a través del juego pensaba despojarlo de su fortuna y dejarlo en la ruina, habría que ver que tan altos quedaban sus humos cuando se quedara sin dinero y el póker lo iba a ayudar a ello, él era un jugador experimentado, ese principito no sería rival para él.
Al día siguiente, Vlad recibía en su hacienda un mensajero que le entregaba un comunicado. En el mismo se le hacía de su conocimiento que era invitado la noche del día siguiente a un juego de póker en la hacienda del Sr William Mcgregor, sintió en su interior una gran alegría, el momento de estar con su amado Iván estaba cerca. Esa noche necesita placer y para ellos mando a llamar a tres de sus negros favoritos, los más ricos y dados en las artes amatorias a que se reunieran con él en sus aposentos esa noche quería sexo hasta el amanecer, y sus negros siempre tenían ganas no sé qué tenía esa raza que siempre querían tener sexo, en un momento ya tenían sus vergas alzadas y sus culos dispuestos. Estaba saliendo de su baño nocturno cuando tocaron la puerta de su habitación, se dirigió a ella a abrirla y allí estaban sus tres negros tal como lo había pedido, vestían sólo el fino pantalón de hilo con el que generalmente solían dormir, estaban descalzos y sin camisa ya estaban bañados y listos para la acción.
Negro 1: amo, nos mandó a llamar
V: si pasen adelante y cierren la puerta
Negro 2: sí amo lo que usted diga
Negro 3: en qué le podemos servir
V: me sirven y mucho…en primer lugar quiero que se quiten esos pantalones los quiero desnudos a los tres hoy quiero mucho sexo.
Después de esas palabras ya no hubo mucho más que decir, de inmediato estaban los tres desnudos y ya sus vergas empezando a endurecer haciendo gala de su raza. Vladislav tenía ante sí a tres magníficos ejemplares de la raza negra, el trabajo en el campo y la buena alimentación había dado sus resultados en ellos, sus músculos estaban más marcados y duros. El Negro 1 (N1), era un fabuloso ejemplar de espaldas anchas, medía alrededor del 1.83 mts, de pectorales amplios y fuertes con marcadas y grandes tetillas, su vientre era plano y sus abdominales marcados y sobresalientes era muy lampiño sólo su pubis marcaba la presencia de vello corporal muy ensortijado casi pegado a la piel sin hacer gran volumen, de él se desprendía un pene largo de aproximadamente 22cts y muy gordo en estado de erección y muy duro, un poco curvado hacía arriba del cual emanaba mucho presemen, era poseedor de un culo magnífico de nalgas sobresalidas, redondas y duras y unas piernas torneadas y de músculos muy marcados. El Negro 2, es un negro de 1.90 mts de altura y aproximadamente 120 kg de puro músculo forjado por el trabajo duro, tiene un miembro bastante grande 26 cts aproximadamente en estado de erección, sus hombros, brazos, pecho y pectoral son muy grandes invitando a ser tocado y acariciado, tiene un culo no tan grande como N1 pero sí respingón y prieto, su preferencia, es ser más activo a diferencia de N1 que es más versátil como ahora lo es Vlad, N2 tiene unos labios carnosos y la boca grande, es muy mamón, desde que se inició en el homoerotismo descubrió el placer que le da mamar un buen pene, por lo tanto no pierde tiempo para ponerse de rodillas ante un buen trozo de carne erecta y por último está el Negro 3 (N3), a diferencia de sus hermanos N1 y N2 él es de rol pasivo de preferencia aunque si tiene que hacer de activo no le hace ascos a un buen culo y entre sus hermanos eso es lo que abunda, buenos culos, pero él prefiere empinarse y dejarse poseer por un buen pene si es grueso mejor, mide aproximadamente 1.80 mts, y pesa unos 90 kg no es particularmente grande de musculatura aunque tiene un cuerpo magnífico, no posee los volúmenes de la mayoría de sus hermanos lo que sí lo hace particular y es el delirio de Vlad es el culazo de infarto que posee, el mismo porta un par de nalgas potentes, el culo de este negro es una cosa maravillosa, las nalgas se levantan soberbias y grandes siendo las delicias del activo, N3 posee uno de los culos más hermosos de la cuadra de esclavos, no pasa un día en que no reciba la visita de algún miembro exaltado y lo aloja con gusto, otra propiedad de N3 es su condición natural para dilatarse pudiendo tranquilamente alojar dos penes de grandes dimensiones.
Ya desnudos, Vlad se acercó a sus invitados y se fundieron en un apretado abrazo a cuatro, donde ocho manos paseaban de un cuerpo a otro, tocando por todas partes, se besaron con pasión los cuatro no solo por parejas sino juntando las lenguas en un beso común, Vlad de inmediato se puso de rodillas y tomó el pene de N1 y de inmediato se lo llevó a la boca y saboreó esa delicia de carne, sobando las otras nada despreciables piezas de carne ya duras de la excitación, a su vez los tres negros se besaban entre sí en un beso a tres bocas mientras eran mamados con delicia por su amo, N2 llevó ambas manos a los culos de sus hermanos y empezó a dedearlos, le excitaba demasiado sentir con sus dedos la dilatación de un culo y más que eso disfrutaba sobre manera el culo de N3, sentía debilidad por ese culo grande y terso, se jactaba de durar bastante tiempo durante el acto sexual pero con N3 no tenía remedio, sólo lo metía y al rato ya sentía le leche en la punto del pene, ese culo era tremendo.
Pasado un rato ya Vlad se encontraba de pie y N3 le hacía garganta profunda, era impresionante como ese negro bendito podía alojar su pene entero (que no se podía que era pequeño precisamente) sin siquiera sufrir una arcada, el calor y lo apretado de la garganta de N3 lo tenía casi al borde del orgasmo, todo ello ayudado por la comida de culo que le hacía N2 mientras N1 penetraba con fuerza a N3. En un momento N2 se detuvo de comerle el culo a su amo y acercándose a su oído y abrazándolo con fuerza la dijo:
N2: amo quiero estar dentro de ti
En ese momento Vlad abrió mucho los ojos y sintió temor aunque el morbo de sentir dentro de sí un pene de esas dimensiones lo sobre pasaba, sentía miedo de no poder albergar una verga de ese tamaño y salir lastimado y así se lo hizo saber al negro delicioso.
V: yo también quiero, pero tu pene es muy grande me puede lastimar.
N2: no se preocupe amo, lo último que haría es hacerle daño, lo haré despacio y si usted ve que no puede me dice y no lo intento más.
V: está bien pero ve poco a poco.
Acto seguido N2 volvió comer el culo de Vlad y lo llenó de mucha saliva lubricándolo, luego se pudo de pie detrás de su amo y tomó su miembro muy duro y erguido y guió la cabeza al dilatado botón de Vlad, hizo contacto con su glande y Vlad contuvo el aire esperando la penetración, N2 presionó un poco más contra ese ano muy blanco el contraste de colores de piel tenía a N2 muy excitado y la cabeza invadió el interior de Vlad, el dolor inicial no se hizo esperar y aunque era fuerte a su vez era soportable, entró la cabeza y el cuerpo avanzó, Vlad sintió como su carne era invadida y su culo se expandía de manera imposible pero el morbo sirvió para soportar la molestia inicial y poco a poco fue dilatando aún más, cinco minutos después ya no había molestia sino gozo, Vlad nunca había tenido en su incursión como pasivo una miembro de esas dimensiones y el saberse que pudo manejarlo lo hizo sentir poderoso.
Media hora después, Vlad seguía disfrutando de las envestidas de N2 mientras N1 disfrutaba el culo maravilloso de N3, al rato las exclamaciones de placer de cada uno anunciaba el inminente orgasmo en cada uno y poco a poco fueron largando su semilla ya sea en el suelo donde se encontraban o dentro del culo que penetraban. Los cuatro quedaron exhaustos en el piso y poco a poco se fueron recomponiendo y Vlad los invitó a los tres a subirse a la cama y entre mimos y caricias se quedaron dormidos colmados de placer.
COTINUARA…
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