Capítulo II: Después de ver a mis padres coger.

Después de ver a mis padres coger, deseo sentir ese placer, mi padre me ayuda cogiéndome como lo hizo con mamá..
Su cercanos me intimidaba y excitaba a la vez, sus manos tocaban cada vez más mis piernas, apretaba y acariciaba con ganas.

— La otra vez ví todo el porno que guardas en tu laptop. JAJAJAJAJAJAJAJJA — su comentario me hizo fruncir el seño— no yo tengo tanto— siguió riéndose sin dejar de tocarme, sus dientes reflejaban la atención de su cara mientras cerraba los ojos.

— ¿Cómo?— pregunté tratando de mantener la calma, mi erección estaba full y los movimientos de sus manos me desequilibraba los pensamientos.

— La otra vez, sabes que soy chismoso y quise ver qué tanto hacías con ese aparato — se limpió una lágrima imaginaria mientras conectaba su mirada con la mía, no sabía que responder a eso hasta que siento como se inclina hacia mi con los ojos cerrados, de repente siento su barba raspando mi cara y sus labios conectados con los míos, su beso era de contacto hasta que empezó a moverse y sin cerrar los ojos le correspondí, si bigote y barba me rapaba un poco Pero el sabor de su saliva era embriagante y solo me deje llevar.

— ¿Quieres que te coja? — dijo separándose de mis labios rompiendo un hilo de saliva entre su boca y la mía, me quedé frío por su pregunta, no sabía cómo reaccionar pero su sonrisa juguetona me generó cierta confianza, como siempre lo hacía.

— Papá, pero eres hetero— Traté de hacerlo ver sus palabras, su única reacción fue apretar mis piernas con fuerza.

— Soy un hombre y culo es culo— sonreía escuchando sus propias palabras.

— Soy tu hijo— me incorporé colocando mi cara a centímetros de la suya.

— ¿Y qué? Quiero cogerte, ¿tú quieres?— si voz sonaba tan natural, me sorprendió a pensar de saber que su actitud era así de directa.

No pude decir más nada acerca de su lógica, parecía natural lo que decía y no creo que estuviera jugando, está podría ser mi única oportunidad de saber los que es el sexo que veía en los vídeos, y aprovecharía a el hombre más guapo que conocía.

—¿Qué tengo que hacer? — pregunté un poco dudoso esperando su respuesta.

— Pues… Solo debes darme culito, yo hago lo demas— sus ojos brillaban por lo ansioso que parecía, su sonrisa se expandió.

Cómo pude me arrodillé a su altura y me dí la vuelta  sentandome en su bulto, eso hizo que gruñiera instintivamente y sus manos me apretado más a su cuerpo, por fin pude dejar de ocultar mi erección entre mis pantalones, su aliento traspasaba mi nuca causandome una corriente en el cráneo, sus brazos eran fuertes y su pecho caliente, me quito la camiseta y pude sentir su piel pegada a la mía, sus caricias eran suaves y delicadas Pero al mismo tiempo transmitían deseo, su bulto se puso duro y pude sentirlo bajo mis nalgas, era caliente y palpitante.

Mi respiración se agitó y con su mano me volteo la cara hasta pegar su boca con la mía en un beso deseoso, con su boca me obligó a abrir la mía y abrió paso. Su lengua que exploraba cada parte, cerré los ojos y le dí el control de la situación, no estaba seguir de que hacer pero decidí darle mi cuerpo a ese hombre.

Nuestras respiraciones se mezclaron y su saliva me empezó a saber dulce y adictiva, con cada segundo que pasaba necesitaba más de él y lo sabía, su cadera empezó a simular un movimiento de golpe contra mis nalgas mientras seguíamos con ropa, de un momento a otro se separó se mis labios y me empujó con su cuerpo para acostarme quedando bajo su peso, podía sentir el tamaño dentro de su boxer y sus manos detallando mi cuerpo a su disposición, lentamente empezó a quitarle el short hasta dejar mis nalgas al aire.

— Dios mío, un culito virgen era lo que necesitaba… Son  como malvaviscos — su mirada se centró en mi culo a penas se levantó para desvestirme por completo, en ese momento yo estaba sedado por la calentura y a penas podía escucharlo.

Sus manos ñaretaodn mi cintura hasta que bajaron a mis nalgas y las abrieron dejando a la vista mi ano, mi padre se relamió los labios y acercó su boca para comerme el culo, al principio se sintió raro por su barba que tapaba mis nalguitas Pero después sentí como sus babas me estaban dilatando y su lengua abría mi ano.

— Ya no aguanto, ya no aguanto— acostado dandole la espalda pude escucharlo repetir cosas, rápidamente se deshizo de su boxer lanzandolo al piso y libero su verga adulta que golpeó varias veces contra mis nalgas, era como un palo grueso y largo, no pude detallarlo porque me obligó a permanecer acostado mientras él hacía lo que quería.

Sentía el calor de su pinga en mi raja, y me concentré en mentalizarme, tenía mucha experiencia con los videos y sabía que iba a doler, de repente siento un chorro de saliva en mi culito y sus dedos entrando y saliendo, de un momento a otro siento como forzaba algo más grande causandome ardor.

— Tienes un culo hecho para mí, quiero cogerte ya— su voz estaba deseos y algo desperada, lo que provocó que mi piel se erizará al sentir como apuntaba su pene en mi ano, después de dos puntadas entró la cabeza causandome un dolor que ahogué en el colchón, fue consciente y se detuvo al sentir como me había desvirgado, su glande estaba caliente y palpitante. Después de unos minutos pude aguantar el dolor y él lo notó, por lo que empezó a meter centímetro por centímetro causandome un dolor punzante cada vez que lo metía más al fondo, yo me estremecía y lloraba en silencio con cada uno de sus movimientos, eso duro por unos minutos hasta que sentí que pego su abdomen a mi espalda y los pelos de su pelvis acariciana mis nalgas, supe que me lo había enterrado hasta el fondo, gimió en mi oído por el placer que sentía por mi culo.

Me mordió la oreja y yo recosté mi cara sintiendo como poco a poco el dolor pasaba, después de un rato moví mi culo sintiendo su peso y él lo tomo como una señal y empezó a taladrame lento Pero profundo, su pinga entraba y salía con cuidado pero siempre abriendo mis entrañas, era indescriptible lo bien que se sentía ser llenado por un pene y lo mejor era que ese era el pene de mi padre, el que me dió la vida y ahora me estaba follando.

Cada vez quería sentirlo más, se sentía en la gloria cada vez que me lo metía hasta el fondo, a ese punto mi culo ya estaba acostumbrado a su tamaño y el dolor era mínimo, él empezó a darme un poco más fuerte penetrandome con ganas y yo al sentir sus embestidas ahogaba mis gritos en las almohadas para no hacer ruido, sus manos me tomaron con fuerza y sus movimientos me generaban tanto placer que las lágrimas brotaron de mis ojos, su mano tapó mi boca impidiendo que pueda soltar algún sonido, mi padre me estaba dominando y follando como una puta y me encantaba sentirlo, su pene era grande y me estaba destrozando el culito, el culito de su propio hijo. Cada vena que palpitaba me hacía ser consciente de que me encantaba mi padre, ahora apodis sentirlo como hombre, su verga de más o menos 23 cm me estaba volviendo loco, solo quería más y más.

Empezó a aumentar sus embestidas y me provocó ganas de llorar y gritar cada vez que me daba más duro y profundo, su mano amortiguó el sonido evitando que mi llanto sonara en el vecindario, sin parar de cogerme empezó a llenarme de su leche, su semen caliente llenó mi interior y sin parar me batió todo mientras seguía cogiendome, eyaculó dentro de mi preñandome con mis hermanitos.

Jadeando se acostó sobre mi mientras su pene seguía palpitando muy adentro de mi, su sudor me bañó empapando mi cuerpo con su olor y su respiración inutilizó mis pensamientos.

— El mejor culo— sus palabras jadeantes me hicieron cerrar los ojos mientras se levantaba y sacaba poco a poco su pinga de mi culo, cuando la sacó por completo me volteo al sentir un vacío enorme, bajo mi mano para tocar mi ano y lo encuentro abierto y pegajoso, el olor era muy fuerte hasta transmitir todo el poder de macho de mi padre, veo como se acomoda la pinga en su boxer, me sonríe y me pic el ojo antes de salir de mi cuarto. Yo sin embargo, me quedé en esa posición, cogido, abierto y lleno de leche, sonreí y me arropé.

Fue mejor de lo que hubiera imaginado, mi primer hombre fue mi padre y me había dado el placer mas grande de mi vida, me folló hasta llenarme de su leche y yo estaba feliz.