Capitulo II: Un hombre y sus hijos campesinos.
Segunda parte de: Vivir en el campo puede ser pacífico, pero no se pueden detener los instintos carnales del deseo de un padre y sus hijos varones..
El sol brillaba entre la ventana, su padre se despertó primero con ojos rojos y bostezos constantes, a su lado Carlos permaneció dándole la espalda con su piel palida medio bronceada siendo iluminada por los rayos del sol, Rubén estaba despierto pero simuló dormir cuando Su papá acarició el hombro de su hermano hasta despertarlo, antes de taparse con la sábana unieron sus bocas para besarse en un beso deseoso, las manos de su padre pasaron hasta apretar el culo de su hijo.
—Buenos días, hijo— Marcos sonrió mirando directamente a su hijo mayor, Carlos sonrió de vuelta quitando sus manos de sus nalgas.
—Ya casi despierta Rubén — le dijo al oído, después de unos minutos se levantaron después de una que otra queja de Carlos.
Después de un rato los tres desayunaron juntos antes de que su padre les diera las actividades de ese día.
— hoy repararé el techo de las orillas, está casi en el suelo. — Ustedes pueden buscar agua en el arroyo para ahorrar tiempo, dijo mirando a sus hijos, ambos asintieron y se prepararon para salir.
Cada uno con dos baldes caminaron un largo camino hasta el arroyo de la finca, durante todo ese tiempo Rubén permaneció en silencio recordando lo que vio esa noche, más que todo en lo caliente que estaba por los impulsos de la adolescencia y las ganas de hacer lo que ellos hacían, no sabía cómo calmar sus deseos, no podía pensar bien.
— ¿Ey? ¿Rubén, estás bien?— Carlos lo miró confundido.
—¿Qué decías?— El menor conectó su mirada con la de su hermano.
— Te dije, que en una carrera hasta el arroyo, tengo calor y podríamos bañarnos.— Carlos sonrió y Rubén asintió antes de salir corriendo hasta el río.
Ambos jóvenes se lanzaron al pequeño rio con piedras lisas, Rubén se distrajo y Carlos lo empujó hasta casi ahogarlo, lo que lo impulso a tomar venganza, después de un rato de puros juegos los hermanos nadaron dentro del agua mirando el cielo, el menor no podia controlar los pensamientos y su imaginación voló provocando que su short levantará una carpa puntiaguda. En ese momento Carlos lo atacó para jugar otra vez pero Rubén solo se cubrió tapando su entrepierna dura, el agua chapoteo y entre roses Rubén recostó su bulto en las nalgas de su hermano mayor, la sensación de sentir las suaves nalgas de su hermano lo prendió al instante.
— Ejeee… Estás muy armado— Carlos sonrió separándose.
—No es nada— Rubén sintió pena al sentirse expuesto.
— No te preocupes, suele pasar— Carlos sonrió y se acercó a su hermanito.— A ver…— antes de que pudiera hacer algo la Mano de Carlos le apretó el pene dentro del short, sus bolas y todo fueron tocados. — Esooo, estás dotado, hermanito. — Carlos sonrió y soltó el agarré.
— No, espera— Rubén sintió todo su cuerpo calentarse, antes de que Carlos se alejara agarro su mano y la acercó a su entrepierna nuevamente, se dejó llevar y apretó la mano de su hermano a su erección. Sus ojos brillaron, y Carlos sonrió con la respiración agitada, el corazón de Rubén latió rápidamente al sentir como su hermano mayor estrujaba su verga con movimientos que lo pusieron a gozar de inmediato.
— Vente — Carlos sin soltar el bulto de su hermano le indico que se acercarán a una gran roca a la orilla del río entre mucha vegetación, al llegar empujó a su hermano menor a la piedra hasta recostarse.
Carlos levantó la camiseta de Rubén para ver su abdomen y se agachó desabrochando su short, Rubén permaneció en silencio recostando sus manos en la piedra mientras su hermano desataba el hijo de su pantalón para liberar su pene duro, al bajar su short Carlos se encontró con la erección palpitante de su hermano, su verga estaba tibia dandi pequeños saltos.
— Lo tienes grandísimo y grueso— Carlos sonrió mirándolo desde abajo mientras agarraba el pedazo de carne apuntando hacia arriba, sus dedos pasaron entre los pelos largos de la pelvis de Rubén acariciando el nido peludo del ombligo hasta las bolas, sin Esperar más se lo metió a la boca saboreando la punta con la lengua, El menor volteo la cara por la sensación de la boca caliente de su hermano porque esa era una sensación totalmente nueva. Carlos chupaba y lamía el pene de su hermanito, saboreaba sus bolas y tragaba todo lo que podía con todo y pelos, fueron minutos de gloria para Rubén que sintió como sus piernas temblaron cuando Carlos metió más de la mitad hasta la garganta y sin sacarla lleno su esófago de sus espermas juveniles dejándole la boca llena de su leche.
— Cabron, no me avisaste…— Dijo Carlos sacando la verga de Rubén de su boca con un hilo viscoso de saliva y semen. — Sabe Rico, es dulce — Carlos se relamió los labios sin dejar escapar la eyaculación de su hermano. Después de unos minutos siguió chupándole el pene a Rubén que no bajaba la calentura después de haberse venido. — Sigue duro, que rico, hermanito— Carlos sonaba deseoso y los jadeos de Rubén le causaban mucha satisfacción, se podía ver en su sonrisa mientras seguía de rodillas.
— Que rico la chupas— La voz de Rubén se entrecortaba al sentir como su hermano le succionaba la verga.
— Ven, vayamos para allá.— Carlos señaló la zona cubierta por arbustos y árboles que creaban una cueva natural, con la verga al aire Rubén lo siguió hasta ser tapado por tantas ramas y hojas.
Carlos lo agarro de la verga y lo chupó una vez más, Rubén estaba tan caliente que casi parecía en Shock, después de un rato Carlos se levantó y bajo su short hasta la rodilla dejando ver su erección, pero la parte que robo la atencion de su hermano fueron sus nalgas blancas tan esponjosas, Carlos se volteó y con sus manos apretó sus nalgas frente a su hermano, Rubén se acercó lentamente y con su mano apunto su pene al ano rosado de su hermano mayor que palpitaba. Rubén escupió en su mano y lleno su verga de saliva y lentamente intento meterla en el culo a su hermano, en el primer intento se resbaló hacia arriba llenando la raja de saliva, después de varios intentos su verga estaba tan caliente que hasta quemaba. La mano de Carlos agarro el pene resbaloso de su hermano y abrió su ano para recibirlo, al sentir que entró la punta, Rubén sintió el placer que lo poseyó, rápido apretó la cintura de Carlos y metió bruscamente su verga hasta quedar totalmente pegados lo que provocó un gemido agudo de su hermano.
— Se siente rico, está calientito— Las palabras de Rubén hicieron que Carlos se mordiera el labio.
— Estás grande, hermanito. Y me quema, dame pinga, cógeme — Las palabras de Carlos electrificaron el cerebro de Rubén quien se prendió y empezó a darle duro, metiendo y sacando a un ritmo acelerado, el sonido de saliva y sudor sonaba chicloso, no paró hasta que El menor inundó el interior de su hermano con su semen, el pene de Rubén ardia dentro de Carlos y el interior del mismo palpitaba por la leche que tenía adentro. Después de unos segundos sacó el pene de su ano y se arrodilló frente a su hermano para lamerlo saboreando el semen que aún botaba, Rubén cerró los ojos y suspiró del placer de haber follado a su hermano mayor, fue la mejor experiencia que habia tenido en su vida.
— Mi hermanito ya preña, no sabía que la tenías tan grande, me diste una buena follada Rubén. — Le dijo Carlos antes de agacharse para botar el semen de su culo, los chorros salieron y se levantó el pantalón.
Ambos volvieron al camino y llevaron los baldes con el agua, durante todo el camino Rubén no dejo de ver las nalgas de su hermano rebotar por la caminata, diría que ser despechado por él lo haría adicto a esas sensaciones.
— Al fin llegan. Hijo, tengo hambre ¿Puedes hacer el almuerzo?— Carlos asintió y Rubén se quedó a ayudar a su padre.
Después de un rato lograron reparar el techo de la cabaña, Rubén observó como el cuerpo de su padre estaba todo sudado y su aliento estaba algo pesado.
—Uuuufg, era hora, ya no se caerá en pedazos — el olor de su padre era fuerte, y sus brazos hinchados brillaban por el sudor.— Me daré un baño, dile a Carlos que ire en un momento.
Rubén fue a la cocina y se acercó a Carlos quien cocinaba la comida para el almuerzo, sonriendo le dió una nalgada a su hermano y Carlos volteo sonriendo también.
—¿Te gustó mi culito?— Preguntó.
—Me encantó — Rubén respondió sonriendo.
— A mí me gustó tu vergota, te la tenías bien guardada, hermanito.— Carlos sonrió mientras terminaba de cocinar.
— Ya quiero cogerte de nuevo— esas palabras le dieron gracias a su hermano que rió dándole su espalda.
Después de un rato su padre llegó y almorzaron todos juntos, durante la tarde se dedicaron a las actividades diarias del día y en la noche cenaron como lo hacían habitualmente. En el cuarto se fueron a dormir pero está vez Carlos pidió la hamaca para descansar la espalda y se quedó dormido por lo que le tocó a Rubén compartir la cama con su padre, la noche paso normal y tranquila hasta que se movió para quitarse el pantalón por el calor que hacía y sintió como la mano de su padre acariciaba su piel lentamente, Rubén se excitó por el roce y se echó hacia atrás pegando su espalda al pecho de su padre. Marcos apretó su cintura y acercó su respiración a la nuca de su hijo, lamiendo y mordiendo su oreja se empezaron a calentar.
Rubén bajo su mano al sentir como algo picaba sus nalgas y tocó el bulto duro de su padre atrás de él, pudo sentir el calor que desprendía y le gustó sentirlo, su padre besaba y lamia su cuello causándole placer a Rubén que ya estaba totalmente excitado. Bajandose el pantalón sacó al aire su verga hasta apretar las a las nalgas de su hijo, Rubén suspiro y se dejó llevar por las caricias de su padre. Su papá sin separar su cuerpo llevo saliva a su verga y se empezó a masturbar, después de un rato también abrió las nalgas de su hijo y lo lleno del liquido viscoso, antes de que Ruben pudiera reaccionar ante lo que venia sintió como su padre picaba su ano con su gran verga, la excitado lo tomó y se dejó llevar sintiendo como el pene de su propio padre se abría camino dentro de él. Al principio tapo su boca por el gran dolor que sintió al ser penetrado, después de sentir los besos de su papá en su espalda se relajo y levantó su pierna para que la verga de su progenitor entrara por completo, la cogida fue lenta y profunda, le generó un mar de sensaciones a Rubén y disfruto cada embestidas.
Marcos metía y sacaba su pene con suavidad hasta que no tuvo problemas con aumentar el ritmo, los jadeos de su hijo fueron music para sus oídos que disfrutaba de las melodías, Rubén sintió como sus entrañas eran exploradas por su padre y el pecho del mismo lo reconfortaba en un abrazo delicioso, el ritmo estaba aumentando y si padre mordió el lóbulo de su oreja antes de explotar en sus tripas con chorros y chorros de semen espeso que se derramó causandole una corriente en todo el cuerpo.
— Te Amo, Carlos…— Fueron las palabras que le susurró antes de quedarse dormido mientras lo abrazaba sin sacar su miembro del culo de su hijo, Rubén sonrió al escuchar el nombre de su hermano sabiendo que su padre pensó que era su hermano. Con la pinga de su papá adentro durmió entre los brazos que lo aprisionaba.
Excelente relato. Como sigue?
Gracias, no sé si dejarlo así o empezar otro relato.
Como sigue?
Puede ser que termine así o empiezo otro relato.
Te animo a seguir.
Por fa, gracias.
Porfa sigue me gusta la historia