CAPTURADO POR UNAS GURISAS.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Esa noche, yo había salido con una de esas calenturas como infernales; decidido a tener sexo como fuera.
!
Me dirijo hacia un baile allá cerca de la costa, y allá, quedo como embobado cuando veo aquel grupo de unas hermosísimas gurisas despampanantes en su exuberancia física.
vestidas todas de una manera por demás provocativa en minifaldas unas, en minishort otras, y a cuál de todas ellas con una gracia y permanente algarabía así dueñas de un humor verdaderamente envidiable.
Yo -modestia aparte-, un muchacho estupendamente atractivo, viril y encantador -modestia aparte ya dije!-,enseguida me pongo de guarango haciéndome el listo con todas ellas cargándomelas sin pudores de ningún tipo, pero ellas, mucho mas listas e inteligentes que yo, aceptan el desafío y se ponen todas a seguirme la jodita, y ahí nomás empieza entre nosotros una caliente joda donde entre nosotros aquello era un verdadero relajo.
Empiezo intentando manosearlas tocándole el culo primero a una, pero ésa, esa misma, enseguidita me agarra los huevos haciéndome soltar terrible grito ahí en plena fiesta adentro del baile llenito, repleto de gente, y ya las otras amigas comienzan también a acosarme y el toqueteo de todas se me vuelve insoportable y comienzo a huír por todas partes escapándome de ellas que ahora, me perseguían para manosearme sin ningún disimulo.
Ellas eran siete, y fácilmente se distribuían estratégicamente para acorralarme, y siempre caía yo en las manos de unas u otras.
Aquéllo, era un bruto relajo!
-¡Salgan putonas!!! -Les gritaba yo riéndome mientras ellas más reían aún, y aquel acose continuaba descaradamente audáz y zafado por parte de todas ellas, mientras yo iba i venía por todas partes disparando desesperado del acose al que me estaban sometiendo.
Obvio! ellas, eran.
¡siete! siete desvergonzadas gurisas que estaban decididas a volverme loco.
-"Salgan putaaaaaaas!!!!" -Les grité ya en el colmo de mi desesperación en un momento en el que fuí acorralado por tres y las otras cuatro enseguidita también llegaron para atraparme todas, y todas metiéndome manos entre mis piernas, casi me enloquecieron allá contra dos paredes mientras otras gurisas que veían lo que me estaba pasando con ellas, se largaban las carcajadas festejando lo que me hacían.
Y yo les grité así, y me gritaron en la cara las gurisas:
-"Te vamos a secuestrar y te vamos a llevar capturado hasta un lugar donde vas a ser nuestro esclavo!!!"
-"Jamás, putas!!!!" -Les grité- y ahí nomás, me atrapan de ambos brazos y ya salen conmigo llevándome a la fuerza mientras muchas mujeres ahí cerca miraban a las carcajadas cómo me sacaban así del baile, llevándome hacia afuera con la más absoluta impunidad.
Así, sacándome a viva fuerza y entre las siete, fuí por ellas prácticamente sacado en el aire llevándome ellas hasta allá como a dos cuadras de aquel lugar donde tenían ellas estacionada una inmensa camioneta en la que andaban, en la cual me metieron con la más asombrosa rapidéz y fuerza, entrando todas también con asombrosa rapidéz, y ya todas ellas y yo adentro fué el cerrarse de las puertas ¡slam! ¡slam! ¡slam! ¡slam! Y ahí nomás:¡Zuuuuummmmmmm!!!
¡Salieron como flecha llevándome capturado! Yo.
ya iba fuertemente atrapado por las que me sujetaban ahí a cada lado mío.
Riéndose a carcajadas todas, y la que iba manejando, saltando a las carcajadas ahí al volante, y dando bocinazos de festejo y algarabía.
Todas, iban largando las carcajadas.
Todo lo hicieron con la más sorprendente rapidéz y eficacia, mientras yo.
las insultaba riéndome y diciéndoles todo tipo de groserías que ellas me respondían con las más socarronas morisquetas y sacadas de lengua y unas miradas de cochinas que daban asco, les juro!
Yo, resignado, sabía que marchaba derechito a la más colosal becerriada como se le dice por estos pagos, a esta cosa cuando un macho es agarrado por varias mujeres para hacerle saltar la leche y hacerle lo que ellas quieran hacerle.
una cosa que desafortunadamente, ahora sule estar poniéndose muy de moda.
-"¿Viste lo que te pasó por meterte a vivillo con nosotras, macho divino???" -Me decían.
-"Putas!!!!" -Les gritaba yo riéndome ya resignado, y entregado a ellas dispuesto a soportar mi destino.
Eran.
¡HERMOSAS! siete inmensas gurisas que ni veinte años tendrían, pero dueñas de unos cuerpazos como de diosas del amor y con esas despampanantes maneras de manejar un contínuo estado eufórico que las hacía todavía más, mucho más excitantes!!!
Ahí nomás adentro de la camioneta en marcha y ya volando la misma por una ruta campo afuera, me desnudaron dejándome completamente desnudo, tirando para afuera hacia los costados de la ruta mi ropa que iba saliendo por las ventanas con la camioneta volando, y quedando desnudo entre ellas, sus carcajadas y exclamaciones cochinas al ver mi despampanante erección en mi chorizo empinado, sus carcajadas y gritos, eran un poema aparte en aquella jodita.
Una se abalanzó metiéndose mi chorizo en su boca empezando a mamarme como energúmena, mientras yo daba gritos como un desaforado al sentirla mamándome pero también a las otras haciéndome miles de cosquillas por todas partes.
o sea, que aquello era una farra verdaderamente alocada!
Gritos míos y suspiros y exclamaciones de desesperación y placer, y risas y carcajadas de todas ellas y la que manejaba, que iba meta bocinazos y saltando en el asiento a las carcajadas también.
Así, marchaba yo en aquella camioneta.
Pronto, desvían por un camino de tierra a ambos lados arbolado, y por allí avanzan a toda velocidad como no sé cuántos quilómetros mientras los orgasmos en mi cuerpo se sucedían unos tras otros mamándome unas y otras y pajiéndome hasta a cuatro o seis manos entre varias, y yo que gritaba ¡basta, basta, bastaporfavorbastaputasdemierda!!! pero sabiendo bien que aquéllo.
¡recién era el comienzo de lo que iría a ser una monstruosa becerriada sobre mi masculino cuerpo caliente en manos de siete gurisas hermosas!
Sabiendo yo que las mujeres no son asesinas, y tienen ese natural instinto materno, iba conciente de que no irían a hacerme daño fatal, y siempre cómplice con ellas en aquella jodienda, me comporté en todo momento dócil y sometidamente felíz por más que mi vocabulario -cosa que era además algo mutuamente entendido-, era de insultos atroces hacia ellas, en ese cómplice tonito donde ellas más se reían y sabían que yo lo hacía , felíz de así en esa situación encontrarme.
-"Putas conchudas cerdas inmundas putísimas de mierda!!!" -por ejemplo, eran algunos de mis insultos entre "llantos" y también.
risas.
Ellas, no podían reír más de lo que reían.
Allá, por fin, ¡llegamos! Y llegamos, a una solitaria chacra abandonada que era algo así como un lugar de paseos que las muy guarras tenían.
Todo un lugar espléndidamente parquizado con inmensos jardines, un verde césped y una casa inmensa y hermosa, y en todo aquéllo: ni un alma más que nosotros allí llegando.
Allí, iría a ser el lugar donde irían a "esclavizarme".
Bajaron las primeras que inmediatamente accionaron la iluminación de todo el lugar, y bailando con los brazos bien en alto, para que yo así las viera, de inmediato las otras me hicieron de la camioneta bajar, y ya una de ellas se montó sobre mis hombros, haciéndome iniciar aquella manera de todas empezar a montarme haciéndome andar paseándolas sobre mis hombros así desnudo, por todo aquel enjardinado parque.
Con mi verga inmensa y parada como la de un burro, andaba yo con aquellas gurisas encima mío así montadas.
Bajaba una y subía otra, y así me tenían.
Amarraron mis dos manos detrás, pero me dijeron -y con mucha "bondad"-, que no me asustase, que aquello iría aser una muy gorda diversión, sí, pero.
que no me iban a hacer daño.
Les sonreí resignadamente cómplice, y aquéllo, pues.
tornóse todo mucho más fácil!
Y.
comenzó ahora sí.
¡"la fiesta gorda"! (Continuará)
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