Casa de Playa 3
Me despierto en los brazos de Miguel y con su polla en el culo.
Esa mañana de domingo, desperté abrazado y con una polla entre las nalgas, trate de moverme, y el me retuvo, era Miguel.
-todavía es muy temprano-me susurro el muy carbón al oído.
-Pero quiero ir a orinar-mentí.
-Quédate quieto-dijo Miguel- que quiero follarte ese culito antes de levantarnos.
Comenzó a besar mi cuello, eso me excito sobre manera y comencé a gemir, el era un as en poner a las personas cachondas y conmigo lo estaba logrando, mientras sentí que su polla que ya estaba dura, se pona mas dura todavía, y con una mano la acomodo en mi culo que ya estaba abierto de la follada intensa que me habían dado mis amigos la noche anterior, y mi culo solo se fue comiendo esa polla enorme de 24 cm que me había quitado el virgo.
-Eso-dijo Miguel- mira como tu mismo te estas comiendo mi polla, lo sientes.
-si-gemí-préñame papi.
El comenzó e mete y saca, y yo sentía hermoso, estaba en el cielo con esas embestidas, el gimió en mi oído, y eso me ponía mas cachondo, acelero mas si era posible, y me la clavo hasta al fondo y soltó toda su leche, luego em pare me bañe, y solté su leche y las que me habían dejado en el culo la noche anterior.
Esa mañana le chupe y me trague la leche de todos mis amigos nuevamente, y salimos a la playa.
Esa fue el mejor día de playa que había tenido en mi vida, fueron por turnos durante todo el día fallándome, y violándome como quisieran, de verdad me había convertido en su puta del fin de semana, yo estaba super feliz con todo el sexo que me daban.
-Esta noche el duerme conmigo-dijo Ricardo- mañana lo tendrán ustedes dos.
Cuando nos fuimos acostar después de haber estado bebiendo y ellos llenándome como quisieron, me fui a la cama de Ricardo con él, y el comenzó a besarme todo el cuerpo a comerme los pezones, yo gemía como loco, estaba en el cielo, aunque Ricardo era mas brusco que miguel, me la metió de una sin compasión y yo gemí de placer, no me dolió nada, ya estaba muy abierto y acostumbrado a esas pollas, el me besaba con salvajada, me mordía, y chupaba el cuello, los pezones, fácil me estuvo follando 30 minutos, cuando exploto dentro de mí y callo sobre mi quedándose dormido.
A la mañana siguiente desperté, cuando sentí que me penetraban, era Ricardo que estaba mucho mas salvaje que anoche, y me daba durísimo y gemía, diciéndome que era una puta, una buena puta, y que aguatara.
La habitación se lleno de gemidos, y pude ver como mis otros tres amigos, estaban viendo y jalándose la polla, de como era yo violado por Ricardo, el mordía mis pezones, pero eso mas que dolerme me volvía loco, y me excitaba sobre manera, el era un caballo fallándose a su yegua, y esa yegua era yo, me cambio de posición poniéndome en cuatro, y fue mas salvaje todavía, no sabia que tenia el, pero yo estaba en el delirio del placer, su polla entraba y salía de mi culo, recorriéndolo y yo sentía toda su polla entrando y saliendo, empecé a mover el culo buscando que su polla entrara más adentro.
Y comencé a gritar que me diera mas duro, eso lo puso mas cachondo, y fue cuando acelero las embestidas, como nunca antes me habían fallándome ese fin de semana, y la metió hasta al fondo llenándome de su leche.
Ese día me esperaba una sorpresa con mis otros dos amigos, pero se las cuento en la parte final de este relato.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!