Cena de cornudo, sale mal (6)
Una sesión cuckold termina mal.
El viernes de la semana viaje con mi esposo a Guadalajara por un tema de su trabajo, la mayor parte del día él se encontraba fuera y yo paseaba por la ciudad o trabajaba en el hotel mientras lo esperaba, el viernes por la noche recibí un mensaje de Saúl a eso de las 07:00 pm mientras yo tomaba un café en un restaurante del centro, “no tardes en llegar al hotel, tengo algo para ti” no era nuestro aniversario ni alguna fecha importante, pero deseaba que se tratara de una sesión para ponerme los cuernos… sonreí al leer su mensaje y me apresuré a tomar pedir un Uber.
Cuando llegué a la habitación Saúl me esperaba con una canasta de jamón serrano y variedad de quesos además de vino tinto, se me hizo muy lindo porque hacía mucho tiempo que no hacía nada así, disfrutamos la comida y el vino, mientras charlamos por largo rato de todo y de nada, al terminar: — bueno mi amor, llegó la ora de tu sorpresa, prepárate — dijo al tiempo que me daba un tierno beso y pegaba su cuerpo al mío, pude sentir su verga un tanto dura y en proceso de erección, me quitó toda la ropa y al terminar me instaló una jaula de castidad y guardó la llave, — siéntate amor — me ordenó, se quitó su corbata y con ella me ató las manos por detrás de la silla, luego los tobillos, noté que de hecho la silla tenía grilletes de cuero instalados en las patas, “el muy cabrón me volverá a poner los cuernos en mi cara” pensé… luego se empezó a desnudar frente a mi quedando solo en camiseta mientras se masturbaba y me decía cosas sucias:
— que imaginas que pasará esta noche mi amor? — preguntó
- No sé, pero ya quiero descubrirlo — contesté
- ¿Quieres verme cogiendo a otros?, eso te gusta verdad cerdito? —
- Me encanta bebé
- Sii, tengo ganas de tener un culo mi cara, eso te gustaría?
- Si mi amor, quiero ver que le des verga a otros culos
Mientras me decía todo eso, Saúl sostenía un vaso tequilero en la mano, donde estuvo recolectando el líquido pre seminal que salía de su polla, no sé cuánto tiempo pasó, pero cuando volví a observar el vaso ya tenía la mitad de su néctar, se veía trasparente con un tono algo amarillento y muy espeso, nunca había visto tanto precum acumulado, parecía que jamás iba a dejar de salir de su verga y se me hizo agua la boca por saborearlo, Saúl sabía muy bien como provocarme, aunque la erección me dolía por la jaula, entonces tocaron la puerta y Saúl dejó de masturbarse
- Ni modo mi amor, ya no alcancé a llenarte el vaso — me dijo con una sonrisa pícara, al tiempo que se exprimía la polla para sacar un gran chorro de precum en el vaso
- ¡Ya voy! — gritó, mientras se acercaba a mí, poniendo el borde del vaso tequilero en mis labios, percibí el olor de su verga, él era muy limpio, pero había estado trabajando todo el día y me pareció un olor exquisito a macho
- Esto es para ti mi amor — me dijo mientras inclinó el vaso para que bebiera su liquido pre seminal hasta el fondo, al deslizarse por mi garganta me supo a gloria, algo salado y todavía tibio, no pensé que lo disfrutaría tanto… al terminar lamí sus manos, quería probar hasta la última gota, Saúl sonrió y se alejó para abrir la puerta a un desnudo y con la verga al aire…
Entonces entraron dos jóvenes (no aparentaban más de 25), eran morenos, atractivos y con culos firmes, usaban camiseta y bermudas y uno de ellos traía una mochila pequeña,
- Hola guapo, perdona el retraso, había algo de tráfico — mencionó uno de ellos
- No te preocupes, lo estábamos pasando bien — contestó mi esposo, los chicos voltearon a mirarme
- ¿Este es el cornudo? — preguntó el otro
- Así es, le fascina que le ponga los cuernos, contestó Saúl y los tres rieron, uno de los chicos sacó de la mochila una botella de whisky y se dispuso a servirle un trago a Saúl
- ¿Me permites tu vaso? Pregunto el chico, pero Saúl sonrió y dijo: — este no bebé, usa uno limpio— el chico no pareció entender, pero obedeció y le sirvió un trago en la mesita de noche, Saúl lo bebió de golpe
- Pues vamos a darle gusto al putito cornudo, ya quiero probar tu verga papi — dijo uno de ellos
Ambos chicos se acercaron a Saúl y empezaron a besar su cuerpo mientras el disfrutaba con los ojos cerrados, chupaban sus pezones, lamían su cuello, bajando por su torso hasta llegar a su polla, uno de ellos la chupaba con ansias mientras el otro le lamía los huevos
—Tienes una verga deliciosa rey— exclamo uno de ellos mientras se atragantaba de polla, —ven siéntate— dijo el otro mientras acercaba una silla, siguieron disfrutando del cuerpo de mi extasiado esposo, Saúl reclinó la cabeza y se relajó bastante, sin darnos cuenta le habían sujetado los tobillos a la silla justo como a mí, el pareció notarlo, pero se dejó llevar
—Espero te guste la vista desde donde estas mi amorcito— me dijo Saúl mientras le jalaba el cabello al chico para meterle la verga hasta la garganta
—Me encanta! — contesté, —espero que te la estén mamando rico amor— yo estaba extasiado de verlo disfrutar
—Son mamadores expertos amor, la chupan como tú nunca aprendiste— contestó burlonamente, me excitó
De pronto, el segundo chico empezó a besarlo con pasión mientras le tomaba los brazos y en cuestión de minutos lo habían atado de los brazos también, Saúl estaba muy caliente y no opuso resistencia, grave error para lo que vendría después…
—Ya está inmovilizado, llámale a los demás— dijo el que lo amarró y el otro se apartó para sacar su teléfono y realizar una llamada —todo listo bebé, ¡les va a encantar! — exclamó y colgó brevemente
Esas palabras alarmaron a mi esposo, que abrió los ojos de golpe e intentó levantarse, pero estaba muy torpe y no pudo, —¿Qué hacen? En esto no quedamos cabron— preguntó Saúl
—Tienes una verga de tamaño XL, estás muy rico y ya que buscas quien te coma la polla, hoy vas a coger a 6 pasivos y una mujer, son mi novio y algunos amigos—
Saúl puso cara de preocupación, intentó hablar, pero ni siquiera logro articular palabra alguna, balbuceaba y se le escurría la baba, estaba consciente, pero definitivamente drogado con algo
—Que están haciendo pendejos?!, suéltenlo! — grité alterado, evidentemente esto estaba mal y yo me encontraba atado y mi esposo aturdido con las drogas que le habían puesto en el trago
—Ismael, calla a ese pendejo por favor— ordenó uno de ellos, el otro chico tomó uno de los calcetines de Saúl y lo metió en mi boca, para después ponerme cinta adhesiva sobre la boca, intenté levantarme y forcejear, pero el tipo me propino un buen golpe en los huevos y me encogí de dolor, el cabron aprovechó para tomarme de los hombros y con todo su peso me inmovilizó en la silla, sentí miedo por lo que nos pasaría y preocupación por mi marido, que solo me miraba de lejos preocupado, al poco tiempo también le taparon la boca
—ya cálmate perra, solo queremos disfrutar de la verga de tu macho y luego los dejamos en paz— me dijo el cabron que me sujetaba
No tardaron en llegar cuatro tipos más a la habitación, uno de ellos mayor que el resto, aproximadamente unos 40 años, pero muy culón, detrás de ellos venía una chica de piel blanca semidesnuda, Saúl los miró y trató de levantarse nuevamente sin éxito, todos veían a mi esposo con deseo y ojos de lujuria mientras murmuraban cosas obscenas
Entonces el segundo de los chicos que llegaron primero sacó de la mochila una jeringa y se acercó a Saúl agachándose mientras dijo —nos tienes que coger a todos cabron y esto es mejor que el viagra, es alprostadil y mantendrá tu verga erecta por mucho tiempo— entonces tomó la verga de mi esposo y Saúl empezó a moverse como loco de un lado a otro, pero no pudo hacer mucho… el tipo limpió el área con una gasa mojada con alcohol y acto seguido insertó la aguja como mantequilla en un costado de su hermoso miembro, Saúl se quejó de dolor… pero el quejido se convirtió en fuertes gruñidos cuando empezó a vaciar el contenido de la jeringa en su carne —pásame la otra— ordenó el cabron que lo estaba inyectado, Saúl volteó alarmado mientras todo su cuerpo temblaba y uno de los chicos sacó otra jeringa de la mochila y se la pasó al otro, esta vez se la aplicó en la parte inferior cerca de la base y esto se repitió una vez más en el otro costado de su miembro, algunas gotas de sangre salieron de las zonas donde le aplicaron las inyecciones, lo limpiaron con una gasa, no sé cuál sea la dosis recomendada, pero estoy seguro que los hijos de perra le aplicaron más de lo necesario…
—ahora solo queda esperar— dijo uno de ellos, mientras el resto se estaba desnudando, Saúl seguía consciente, pero se quejaba agachado en su lugar. Pasados unos 10 minutos, el medicamento empezó a hacer su magia, Saúl tenía una erección total, con grandes venas marcadas a lo largo del miembro, —es hora chicos, yo voy primero— dijo el que cabron que había aplicado las inyecciones, que ya estaba completamente desnudo y apoyándose en la silla se introdujo la verga de Saúl a pelo, quedando sentado sobre él —ay que rico papi, que delicia— exclamó mientras cabalgaba a mi esposo y continuó por unos 30 minutos hasta que se corrió sin siquiera tocarse, al retirarse otro de los putos inmediatamente se introdujo la verga en el culo y siguieron así dos tipos más, después de lo que parecieron casi dos horas el cuarto pasivo se arrodilló frente a él para mamarle la verga, era un total acto de abuso y no podíamos hacer nada al respecto, mi esposo era su juguete sexual y estaba a la merced de estas personas, me preocupé porque Saúl ya no se movía y no hacía ruido, pero su polla seguía durísima y enrojecida por la fricción
—este cabron no se mueve ni hace nada, Brenda le daré unas palmaditas—
—como quieras— dijo la chica
Entonces el tipo empezó a golpear sus huevos, primero suave, pero al ver que Saúl no respondía empezó a pegarle más fuerte, hasta que parecían aplausos, entonces después de unas palmadas más Saúl reaccionó, se quejó de dolor y comenzó a agitarse en la silla,
—así me gusta papi, te gusta? — le decía el cabrón, era el cuarentón y se había puesto un pantalón de cuero que dejaba al descubierto su culo y un arnés en el pecho, parecía que tenía algún tipo de fetiche S&M y continuó torturando los huevos de Saúl hasta que quiso, después así sin más el tipo se introdujo la polla en el culo en seco, Saúl dio un espasmo de dolor por falta de lubricación, pero el pervertido parecía disfrutarlo y continuó hasta que se corrió, luego le siguió el quinto que no tardó más de 15 minutos en correrse, el ultimo chico fue el que me estaba sujetando
—ya me toca, no te muevas pendejo— y se levantó mientras otro cabron ocupaba su lugar sujetándome, aunque a esas alturas yo tenía todo el cuerpo entumido
—Vamos a pasarlo a la cama, ayúdenme— dijo el cabrón, entonces lo desataron y lo recostaron sobre la cama, mi marido ni siquiera se opuso, cayó como costal sobre las sábanas, parecía mareado pero con la verga muy parada todavía, entonces el tipo se desnudó dejando ver su gran culo usando un suspensorio rojo, se posó sobre Saúl haciendo un 69, mamando la verga mientras otro cabron le sostenía la cabeza a mi esposo para obligarlo a comerle el culo al tal Ismael, Saúl no hubiera podido hacer eso aunque hubiera querido, solo se asfixiaba entre sus nalgas y se quejaba de dolor, parecía que le dolía el miembro, una vez que el tipo tuvo el culo dilatado se incorporó para montarse sobre la polla y fue el que más tardó en el mete y saca, el puto era insaciable y jadeaba como cerdo, parecía que lo disfrutaba bastante
—ay si cabron, rómpeme el culo a vergazos— decía mientras tomaba las manos de Saúl para ponerlas en su cintura y continuó así hasta que se corrió…
Entonces la chica se posó sobre mi esposo, introduciendo poco a poco la verga en su vagina, mientras gemía ruidosamente y se acariciaba las tetas, no la logró engullir a tope y no tardó mucho en esa postura, parecía que no estaba cómoda o le dolía, así que se la sacó para metérsela en el culo y entonces sí, se la tragó completa mientras se tocaba la vulva
—ay que vergota tienes cabron— decía mientras daba fuertes sentones con su culo, hasta que llegó al orgasmo, dejando a mi esposo y la cama bañados en sus fluidos, parece que fue quien más lo disfrutó y a diferencia del resto, en cuanto ella terminó se vistió y se retiró de la habitación —fue muy rico, pero yo los dejo—
¿Pensé que todo había terminado, pero uno de los hijos de puta exclamo —no se le baja la verga, quien quiere repetir? — todos rieron pero la mayoría se vistió y se marchó, solo tres de ellos se quedaron y repitieron cada uno la cogida, continuaron jugando con el cuerpo de mi marido hasta que se cansaron, al final Saúl empezaba a recobrar la consciencia y se le veía un poco más despierto, los que quedaban eran los dos cabrones que habían llegado primero y el cuarentón, le pintaron la palabra PUTO con labial rojo en el pecho y en la frente y uno de ellos grababa con su teléfono mientras el otro le sujetaba las manos y el tercero masturbaba a Saúl
—Para que veas que no somos culeros, te voy a hacer venir papi—
Saúl pareció relajarse al ver que todo estaba terminando al fin, inclinó la cabeza hacía atrás, estaba agotado y no contestó nada… el tipo lo masturbó lentamente durante algunos minutos hasta que mi esposo se corrió lanzando chorros de semen, pero el cabrón no dejó de masturbarlo, siguió con esa labor hasta que Saúl se retorcía por la sensibilidad y pedía débilmente que se detuviera, pero el puto no hizo caso, siguió hasta que mi marido se corrió por segunda y por tercera vez y su verga simplemente no desistía de la erección, llevaba horas en ese estado, se veía morada y se marcaban mucho las venas sobre la piel de su miembro, Saúl ya no parecía correrse por placer, se quejaba y no parecía disfrutarlo, parecía que simplemente era inevitable correrse una y otra vez, cuando estaba inconsciente no lo consiguió ni una vez, pero ahora estaba atrapado en esa tortura, fue hasta al cuarta corrida que su polla dio indicios de volver a estado de reposo, pero muy lentamente, entonces el cabron lo dejo por fin y lo soltaron, Saúl se hizo un novillo en posición fetal
— ni se les ocurra querer hacer algo cabrones, tenemos todo grabado— dijo el que sostenía el celular,
—si piensan denunciar vamos a publicar todo y tu esposo aparece en el video teniendo orgasmos, nadie les creerá que fue un abuso y solo quedarán como pervertidos ante sus conocidos—
Entonces me propinaron un fuerte golpe en el estómago y me soltaron de mis ataduras, caí el piso retorciéndome en dolor, solo los vi marcharse… tome mi teléfono y eran las 03:00 am, me repuse y me vestí, como pude limpié y vestí a mi esposo y noté que la erección no había disminuido mucho, así que lo llevé a un hospital, tuve que mentir diciendo que habíamos abusado de las inyecciones para la erección, lo medicaron y se quedó en observación el resto de la noche, me quedé a su lado hasta que despertó, su miembro ya había vuelto casi a la normalidad…
Saúl tardó días en poder volver a tener una erección y ni siquiera parecía querer tenerlas, me pidió perdón arrepentido y después de esa experiencia decidimos dejar las sesiones cuckold por un tiempo, pero aún eso no ayudó y al final después de varios meses nos separamos.
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